El gobierno de Québec presentó un proyecto de ley emergente que decretaría el cierre de universidades e impondría severas multas a los participantes en las huelgas estudiantiles que sacuden esa parte rebelde de Canadá.
La medida pretende sofocar las masivas protestas que durante más de 100 días, contra la pretensión gubernamental de imponer un aumento del precio de las matrículas en la educación superior.
Después que se dio a conocer la noticia de la propuesta de ley emergente, miles de manifestantes irrumpieron en las calles para expresar su repudio.
Las autoridades confirmaron 122 arrestos, mientras que los disturbios se mantuvieron y los participantes en las protestas lanzaron objetos contra la policía y rompieron puertas y ventanas de diferentes establecimientos.
El Primer Ministro derechista de Québec, Jean Charest, dijo que el proyecto de legislación propone suspender temporalmente el semestre de primavera en las facultades paralizadas por huelgas y anunció que las clases se reanudarán a principios de agosto.
Los estudiantes universitarios y de colegios pre-universitarios y técnicos salieron a la lucha contra el anuncio de Charest de aumentar la matrícula en 1.625 dólares, a pagar en 5 años, lo que llevaría el valor de las mismas a un total de 3.800 dólares (es decir un aumento total del 75%).
En las últimas 12 semanas de huelga los estudiantes realizaron tomas, piquetes, bloqueo de puentes y rutas y movilizaciones multitudinarias que llegaron a convocar a 300.000 personas, acciones a las que el gobierno respondió con una dura represión sobre las manifestaciones casi diarias y las marchas nocturnas que han sido declaradas ilegales, golpeando y deteniendo a cientos de estudiantes e intentando dividir a las direcciones del movimiento estudiantil, obligándolos a condenar los “hechos de violencia” y los enfrentamientos con la policía.
Los más de 170.000 estudiantes que se encuentran en huelga están agrupados en 3 federaciones estudiantiles. Una de ellas, la CLASSE, ha sido acusada por el gobierno de Charest por no querer condenar a los “violentos” y por esa vía los ha excluido de la mesa de diálogo llamando solo a las 2 federaciones de perfil más moderado, la FEUQ y la FECQ. Sin embargo la inflexibilidad del gobierno y el aumento de la represión sobre el movimiento hicieron que estas últimas federaciones rechacen momentáneamente una mesa de diálogo sin la participación de la CLASSE, haciendo fracasar la semana pasada la política gubernamental.
Una huelga histórica en un momento clave
Este es el mayor movimiento de huelga estudiantil en la historia de Canadá. El 50% de los estudiantes (cerca de 85.000) declara estar en “huelga indefinida hasta la victoria”. La lucha estudiantil ha generado una amplia simpatía entre los trabajadores y el pueblo de Québec ya que no solo cuestionan el aumento de las matrículas sino el conjunto de la política neoliberal del gobierno de Charest. Los estudiantes se han solidarizado con las luchas de distintos sectores y han tomado en sus manos las demandas por la defensa de la salud y en contra de los proyectos de las megamineras e hidroeléctricas. Esto ha permitido que las movilizaciones sean cada vez más multitudinarias como las de marzo y abril de 200.000 y 300.000 personas respectivamente. Los manifestantes bloquearon 4 veces el puerto de Montreal (la ciudad más poblada de Quebec), la torre de la Bolsa, el casino y los edificios ministeriales.
Ante este escenario la semana pasada Charest anunció una nueva propuesta que incluye un aumento mayor de matrículas, pero con un supuesto acceso más flexible a becas y prestamos para los estudiantes. Esta propuesta ya fue rechazada de plano por la CLASSE, que agrupa a cerca de 90.000 estudiantes, pero las federaciones moderadas han declarado que van a estudiar una contrapropuesta para sentarse a negociar. Por su parte los principales sindicatos aliados al Partido Quebequense (oposición de centroizquierda) han llamado a la “moderación” de los estudiantes y se han negado a convocar acciones de solidaridad.
A pesar de los intentos del gobierno por quebrar su lucha, los estudiantes han mostrado en estas semanas una enorme combatividad y se han solidarizado activamente con los trabajadores y el pueblo de Québec contra el ajuste neoliberal de Charest. Los próximos días y semanas serán clave para definir esta huelga que ya se ha demostrado histórica.
Fuente: pts.org.ar
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