El destituido presidente de Paraguay Fernando Lugo anunció hoy que viajará esta semana a Argentina para asistir a la cumbre de presidentes del Mercosur.
“Vamos a estar en el Mercosur”, dijo Lugo en una improvisada rueda de prensa en la puerta de su domicilio y ante algunos periodistas locales e internacionales, informó DPA.
“El próximo que asume es Perú, nos hemos comunicado con el presidente Ollanta Humala y vamos a adelantar esa transferencia también para la próxima semana”, agregó Lugo.
Los estados miembro y asociados del Mercosur decidieron hoy excluir a Paraguay de la cumbre que celebrarán el viernes próximo en Mendoza ante la “ruptura del orden democrático” en ese país, según indicó hoy una declaración de la Cancillería argentina.
Argentina, Brasil, Uruguay, Venezuela, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú acordaron en la declaración que en la cumbre se definan “ulteriores medidas a ser adoptadas”.
Otras informaciones divulgadas por la prensa paraguaya señalan que el destituido mandatario se reunirá mañana con quienes fueron sus ministros para organizar lo que algunos denominan “gabinete de restauración democrática”.
El encuentro será a primera hora de la mañana en la sede del Partido País Solidario (PPS) que encabeza el senador Carlos Filizzola, exintendente de Asunción y exministro del Interior de Lugo, en la última parte de su mandato.
REGRESAR AL PODER
Lugo dijo que acompañaría todas las manifestaciones pacíficas en favor del retorno de la democracia. Uno de sus colaboradores más estrechos, Augusto Dos Santos, quien era ministro de Comunicaciones, dijo que el ex obispo socialista tenía como objetivo ser reconducido al poder.
En la sede del canal estatal de televisión, varios cientos de partidarios de Lugo, muchos de ellos empleados públicos o del mismo canal, se reunieron para darle su apoyo. Campesinos, militantes de izquierda y estudiantes también se acercaron para dar discursos en defensa del ex obispo.
“Lugo debe volver al poder. Vamos a resistir pacíficamente. No me siento representado por Franco ni por este Congreso lleno de intereses particulares”, dijo Christian Rappenecker, un estudiante de 22 años.
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