lunes, 30 de julio de 2012

Activista argentino del movimiento Okupa asesinado por la policía española ????


Se trata de Juan Pablo Torroija de 41 años, quien los primeros días de julio desapareción en Girona, tras haber sido detenido por los uniformados locales, conocida como Mossos d´Squadra. Desde la fuerza argumentan que la víctima intentó suicidarse pero se sospecha de la actuación policial.




El ciudadano argentino Juan Pablo Torroija vivía en un Okupa de Girona, España. Hace veinte días fue detenido por la policía y golpeado de forma salvaje. Agonizó durante dos días en un hospital y murió en circunstancias extrañas. Ni su familia ni el consultado argentino fueron avisados de la muerte.
Hace siete años, Juan Pablo se fue a vivir a España. Quería estar al lado de Jazmín, su novia de entonces. Se vinculó al movimiento okupa de Barcelona, que busca recuperar viviendas abandonadas. El año pasado, cuando la Marcha de Los Indignados se desperdigó por Europa, las cosas se pusieron difíciles. A él y a todos sus compañeros de militancia los echaron de los viejos edificios y empezaron a perseguirlos. Tuvo que irse de la okupa Barna y llegó a Girona.

Juan Pablo Torroija era un argentino que hace siete años vivía en España, a donde viajó para estar cerca de su novia de aquel momento. Primero estuvo vinculado al movimiento Okupa de Barcelona y desde el año pasado se había ido a Girona, donde hace veinte días fue detenido por la policía de esa ciudad y se sospecha que fue golpeado salvajemente. Tras agonizar durante dos días en un hospital murió. 

El caso ocurrió en circunstancias extrañas y la muerte no fue informada ni a la familia del hombre ni al consulado argentino.

El 10 de julio, Juan Pablo desapareció y el sábado pasado, luego de 18 días de búsqueda y haberlo llamado a los teléfonos de lo conocidos, sus familiares se enteraron que llevaba muerto dos semanas y además supieron, que algo extraño le había pasado.

Torroija, de 41 años, era padre de una niña y en la nueva ciudad donde residía no tenía muchos amigos ya que habían quedado en Barcelona, Buenos Aires o La Plata, de donde el provenía.

Sus documentos estaban en regla porque estaba buscando naturalizarse en España, y cada vez que firmaba un registro dejaba el teléfono de su ex compañera española, por si lo necesitaban, por si alguien lo buscaba.

No está claro si el martes 10 o el miércoles 11 de julio, la Policía de Girona, conocida como Mossos d’Squadra, lo detuvo en la calle, cuando Juan Pablo estaba solo. Allí lo trasladaron a la comisaría Vista Alegre y de allí al Hospital Trueta, en el centro de la ciudad.

Según informó el portal Cosecha Roja, Torroija tenía signos de ahorcamiento y la Policía dijo que Juan Pablo había intentado suicidarse. El relato de otro inmigrante dice algo diferente.

Un joven italiano se acercó el día 13 a la casa de Mariano, un conocido del argentino que vivía también en Girona, a quien le dijo que Torroija estaba en el hospital y que unos policías lo habían ahorcado; eso le describió con señas y casi en silencio, para luego despedirse ya que indicó que él también se iría: los Mossos d’Squadra lo habían amenazado y ahora temía por su vida.

Tras la noticia, Mariano fue hasta el hospital y vio a Juan Pablo agonizando.

La familia Torroija se enteró de esta parte de la historia el sábado pasado y tuvieron que aguardar que un amigo de Juan Pablo fuera a España a buscarlo y allí se encontrara con el relato de Mariano, el otro okupa. 

Nos dijo que cuando Mariano lo vio estaba todo golpedo en la cabeza, en las costillas del lado izquierdo, en los brazos y con el cuello todo marcado, no por soga, sino por trauma. Que en todos esos lugares estaba cubierto con cinta blanca, como tapando los golpes”, contó una allegada de la familia.

Los médicos del Hospital Trueta habían dicho que el argentino tenía daños irreversibles por la asfixia. El 14 de julio, Juan Pablo murió. Según sus familiares, quien lo vio con vida no pudo avisarles porque no sabía cómo comunicarse: la Policía no le había entregado los objetos personales, donde tal vez estaría anotado un teléfono, un correo, una dirección.

“El cónsul de Argentina en Barcelona se enteró el sábado de la historia. Se presentó hoy al fiscal y no le dieron más explicación que la informada en la autopsia. Hay en este caso violación a los Derechos Humanos, estamos hablando de apremios ilegales y de torturas en situación de cárcel”, dice una allegada a la familia de Juan Pablo.

El cuerpo está guardado en una morgue judicial de Girona. Y los familiares de Juan Pablo no han podido investigar los hechos o elevar un reclamo de justicia; ni han logrado la repatriación del cadáver. 

Los conocidos de Torroija en Girona son pocos y tienen miedo: temen que por escarbar en el caso de Juan Pablo los persigan aún más, que, como dijo Mariano, “se les vuelva a ir la mano”.

El hermanastro de Juan Pablo, junto a su ex compañera y su hija, se presentaron con abogados al Juzgado N.° 1 de Girona para intentar realizar una nueva autopsia y que los policías que actuaron en la detención fueran interrogados. 

Pese a ello, el juez desestimó ese pedido y agregó que no hay más para investigar: que la muerte del okupa argentino fue un suicidio. Al paso de los hechos, la causa será archivada en 15 días.

La respuesta que obtuvieron las autoridades consulares no fue mayor. Les entregaron el acta de la autopsia y el gobierno local les pidió disculpas por no haber informado del fallecimiento del ciudadano argentino.

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