viernes, 24 de agosto de 2012

Violenta represión policial de movilizaciones estudiantiles en Chile


Miles de estudiantes desoyeron las críticas del presidente Sebastián Piñera y salieron nuevamente a la calle hoy a exigir que la administración de sus escuelas públicas vuelva a manos del Estado. Centenares de ellos fueron reprimidos por efectivos policiales con gases lacrimógenos y chorros de agua.
A diferencias de protestas anteriores, los adolescentes desplegaron una táctica inédita al no realizar una sola gran marcha, sino que las dividieron en 14 caminatas en igual número de comunas del gran Santiago, que incluye sectores elegantes, de nivel socioeconómico medio y pobres.
La multiplicidad de marchas obligó a los efectivos antimotines a dividir sus fuerzas para mantener la tranquilidad. Cualquier marcha o concentración en la capital requiere del permiso de la Gobernación de Santiago, pero los muchachos ni siquiera pidieron permiso, por lo que quedaron expuestos a ser dispersados por la policía ante la petición de los 14 alcaldes en cuyos territorios hay manifestaciones.
CHOQUES. Los primeros desórdenes se registraron en el frontis de la municipalidad de Providencia, cuyo alcalde, Cristián Labbé, un coronel jubilado y ex ministro del dictador Augusto Pinochet, ha sido uno de los más duros con los estudiantes. Labbé no titubea en hacer desalojar los liceos y echa a los alumnos que repiten años por llegar al límite de inasistencias por participar en las protestas.
La municipalidad de Labbé amaneció custodiada por casi un centenar de policías antidisturbios y guardias municipales.
Algunos estudiantes lanzaron piedras y palos a los policías, los que esperaron un rato antes de iniciar la represión policial con chorros de agua y gases lacrimógenos, mientras en el interior de la alcaldía algunos dirigentes intentaban entregar su petitorio.
En el centro de Santiago, en tanto, unos 3 mil estudiantes se reunieron en la Plaza de Armas y comenzaron a marchar con dirección a la Alameda, la principal avenida de la capital. Los secundarios cortaron el tránsito de esa arteria. Carabineros intentó dispersarlos, lo que provocó incidentes.
Algunos estudiantes se refugiaron en la casa central de la Universidad de Chile, que desde el viernes se encuentra tomada.
Por su parte, Carabineros informó a ANSA que en la comuna de Ñuñoa, al oriente de Santiago, unos tres mil estudiantes marcharon hacia la sede municipal, para protestar contra el alcalde de derecha, Pedro Sabat.
Eloísa González, dirigente de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, Aces, que convocó a la protesta, dijo que buscan satisfacer “la demanda histórica de desmunicipalización”.
CONFLICTO ACENTUADO. Durante el último mes hay una gran efervescencia entre los secundarios de las escuelas municipales o públicas, que hace dos semanas marchan y ocupan casi a diario sus escuelas, pero son desalojados, en ocasiones violentamente, por los efectivos antimotines.
El presidente Sebastián Piñera desestimó hoy temprano las movilizaciones de los secundarios al señalar que en el país hay unas 11.000 escuelas y que a la fecha hay nueve ocupadas ilegalmente, lo que representa un 0,1% del total.
El lunes el mandatario dijo que en Chile “a veces se escuchan muchos ruidos y gritos, mucha violencia y tomas”, pero la forma de avanzar “es en base al diálogo y a la búsqueda de acuerdos”.
La crisis de los colegiales se arrastra del 2011, cuando se movilizaron durante siete meses con los universitarios, pero no obtuvieron soluciones a sus demandas, de desmunicipalización, fin al lucro y enseñanza gratuita y de calidad. Los universitarios, en cambio, recibieron promesas que se tradujeron en proyectos que son discutidos en el congreso.
INSTITUTO NACIONAL DE SANTIAGO. Una de las situaciones más insólitas se ha vivido en la comuna de Santiago, en el simbólico Instituto Nacional –por los altos promedios de notas de sus alumnos– que varios días amaneció ocupado por efectivos antimotines que estacionaban sus autobuses en el interior del recinto para evitar que fuera tomado. Una mañana los policías fueron desalojados por los alumnos, que utilizaron sillas y pedazos de madera para sacarlos fuera. Los policías salieron airosos de este enfrentamiento con chorros de agua y bombas lacrimógenas.

VIA El País

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