Rajoy quiere impedir el acercamiento de los indignados
por Rokambol News
Las constantes manifestaciones ciudadanas que se vienen produciendo en las últimas semanas en los aledaños del Congreso de los Diputados han acabado por exasperar al Gobierno de Mariano Rajoy, que acaba de anunciar la siembra de más de siete mil minas antipersonas rodeando el perímetro del Congreso, de tal manera que ningún ciudadano pueda acercarse a menos de un kilómetro del edificio sin riesgo de que su tronco acabe en una calle de Madrid y sus extremidades en otra vía pública de Segovia. Los vecinos de los edificios cercanos al Congreso ya han mostrado su más absoluta repulsa al minado de la zona y han denunciado que ni piensan ni pueden salir volando de sus casas, tal como les aconsejó la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Al parecer, ni siquiera la policía dispone de un mapa con la situación de las minas, tal es la desconfianza que Rajoy mantiene también sobre este cuerpo de funcionarios. Incluso los especialistas encargados de su colocación han sido luego invitados a ingerir un atractivo refresco cuyos ingredientes principales eran el limón y la ponzoña.
La puerta principal del Congreso será transformada en un puente levadizo que permanecerá levantado las veinticuatro horas del día para evitar que las extremidades inferiores de algún manifestante pudieran llegar a colarse en la antesala del hemiciclo. El ministerio del Interior utilizará también más de ochocientos kilómetros de alambre de espino para proteger los itinerarios habituales de los coches oficiales y cuatro barreras de estacas muy afiladas, junto a las minas, para disuadir a los manifestantes que intenten acercarse a caballo.
0 comentarios:
Publicar un comentario