Cuba demandará hoy justicia en el Día de las Víctimas del Terrorismo, flagelo que promovido y financiado desde Estados Unidos ha dejado para la isla un saldo de tres mil 478 muertos y dos mil 99 discapacitados.
Autoridades, familiares de las víctimas y ciudadanos de diversas generaciones reclaman el fin de la impunidad en una peregrinación en la capitalina necrópolis de Colón, donde se erige un mausoleo en homenaje a las 73 personas que perdieron la vida el 6 de octubre de 1976 en un atentado con bombas contra un avión cubano.
La fecha establecida a propósito del sabotaje cometido hace 36 años constituye aquí un espacio para exigirle a Washington que deje de proteger a terroristas como Luis Posada Carriles, autor confeso de la voladura del DC-8 de Cubana de Aviación.
Posada Carrilles vive libre en Miami, en el sur de Florida, pese a su historial de acciones violentas contra Cuba al servicio de la CIA y la solicitud de extradición de Venezuela, de donde escapó en 1985 mientras esperaba sentencia por el atentado.
El Día de las Víctimas del Terrorismo representa además una jornada de condena a la violencia y compromiso con la paz.
Ese tipo de hechos te marcan, el dolor se va transmitiendo de generación en generación, de familia en familia, por eso tenemos que seguir adelante con nuestra lucha: no sólo por que se haga justicia, sino para combatir también cualquier acto terrorista que se cometa en el mundo, dijo a Prensa Latina Odalys Pérez, hija del piloto de la aeronave saboteada en 1976.
Desde los primeros meses del triunfo de la Revolución, en 1959, la nación caribeña ha sido blanco de asesinatos, secuestros, ataques a funcionarios e intereses cubanos en el exterior, bombardeos y ametrallamientos de poblados que dejaron fundamentalmente víctimas civiles.
La Operación Mangosta, aprobada en 1961 por el entonces presidente estadounidense, John F. Kennedy, fue uno de los planes creados en Washington para desestabilizar a la isla.
Según fuentes cubanas, Mangosta causó 75 civiles muertos, muchos de ellos como resultado de grupos irregulares que operaron en el centro del país caribeño con armamento suministrado por la CIA.
En su reciente comparecencia ante la Asamblea General de la ONU, el canciller Bruno Rodríguez consideró que Estados Unidos carece de “la más mínima autoridad moral ni política para enjuiciar a Cuba” en materia de terrorismo.
Rodríguez recordó que el gobierno norteamericano ha utilizado el terrorismo de Estado contra la isla, denuncia fundada en décadas de acciones subversivas y en el saldo de casi tres mil 500 muertos causadas por las mismas.
El titular de Relaciones Exteriores demandó que Washington deje de mentir y ponga fin al vergonzoso ejercicio de elaborar una lista unilateral y arbitraria de países supuestamente patrocinadores del terrorismo internacional.
(Tomado de Prensa Latina/Cubadebate)
0 comentarios:
Publicar un comentario