Disminuye población penal en Cuba. El sistema penitenciario garantiza sus derechos a los reclusos. El bloqueo también afecta a la población penal.
La población penal de Cuba, considerada en 57 000 al término de mayo en 2012, se redujo de aquella fecha a abril de 2013, declaró este martes a Cubadebate el coronel Osmani Leyva Ávila, segundo jefe de la dirección general de establecimientos penitenciarios del país.
Según Leyva Ávila, con 25 años de experiencia en el sistema de penitenciaria cubano, la cifra, sujeta siempre a fluctuaciones propias de la dinámica del trabajo correccional, ronda hoy los 50 000 sancionados con penas que comprenden el internamiento.
“De este total, los jóvenes representan el dos por ciento y las mujeres el tres”, detalló el licenciado en derecho en una conversación exclusiva con nuestro sitio, en un momento del itinerario cumplido por varios medios de difusión, nacionales y extranjeros, por la Cárcel de Mujeres de La Habana y el Centro de Jóvenes de San Francisco de Paula, también en la capital cubana.
“A pesar de que libramos una batalla contra el delito económico, porque como sabemos lacera muy hondo el desarrollo de nuestra sociedad, la disminución obedece a que se han puesto en práctica labores de libertad anticipada y se aplicaron acciones subsidarias de la privación de libertad, como puede ser el trabajo correccional sin internamiento.
“Nuestro sistema, por su carácter reeducador, persigue que se interne la menor cantidad de personas, aunque todo el que por la gravedad de sus actos tenga que venir a prisión, viene. La integridad y tranquilidad de nuestra sociedad no corre peligro por esta política”, explicó el coronel Osmani.
A la pregunta de que si la reducción de la población penal ha disminuido los gastos del sistema penitenciario, Osmani Leyva Ávila aseguró que “sí, se reordenaron los gastos como se ha hecho en cada una de las instituciones del país, pero, ¡cuidado! en cómo se interpreta esto; el Estado cubano subvenciona todo lo imprescindible para atender a la población penal sin violar uno solo de sus derechos y con garantías para su desarrollo personal y social”.
Ubicada en El Guatao, hoy están recluidas en la Cárcel de Mujeres poco más de 400 procesadas, casi todas vinculadas a sistemas de enseñanza, instrucción, capacitación técnico-profesional o formación de oficios, siempre bajo el principio de la voluntariedad, que les permiten, por ejemplo, superar sus escolaridades, convertirse en operadoras de microcomputadoras o aprender diferentes oficios .
Allí están internadas 16 mujeres procedentes de ocho naciones , la mayoría de América Latina y por el delito de tráfico de drogas, algunas de las cuales, interrogadas por los periodistas, aprobaron la seguridad y el respeto institucional por sus derechos dentro del penal.
Este, el mayor establecimiento para mujeres aquí, es uno de dos de su tipo en Cuba —el otro está ubicado en Camagüey— e integra un programa de corrección, reeducación y reinserción social en el que están incluidos, además, otros 16 centros abiertos dispersados en todo la Isla.
En virtud de las bases legales del código penal cubano y el respeto a la dignidad, ideología y religiones individuales, las encausadas disponen, así mismo, de todos los servicios médicos comprendidos en el sistema de salud nacional y garantías para la maternidad en cualquiera de los estadios de la gestación y alumbramiento de los bebés.
“Nuestro propósito primero es corregir, reeducar, reinsertarlas en nuestra sociedad —de igual modo con los hombres— y en este empeño participa el MININT (Ministerio del Interior) y todos los organismos de la administración central del Estado”, aseguró en una breve alocución la teniente coronel Sara Rubio Valdés, directora de la Cárcel de Mujeres.
JÓVENES RECLUSOS SE PREPARAN PARA REINSERTARSE EN LA SOCIEDAD
Hasta 169 asciende el números de retenidos en el Centro de Jóvenes de San Francisco de Paula, enmarcados entre los 16 años, la edad penal de Cuba, y 27, que se reincorporan a la sociedad con habilidades para desempeñarse como cocineros, barberos, albañiles, electricistas, plomeros y otras labores.
Aquí, como en El Guatao, se internan a personas procedentes de Artemisa, Mayabeque y La Habana, o que delinquieron en algunos de estos territorios, y su sistema alimentario, compuesto siempre por más de cinco platos, se corresponde con las 3 000 kilocalorías que debe ingerir, como norma mínima, cada ciudadano.
La visita apreció en ambos establecimientos muestras del alcance de la labor de instructores de artes y técnicos de deportes, de los programas Socialmente útil, Educa a tu hijo, Biblioteca Familiar, Acércate más y Universalización de la enseñanza, además de las condiciones que se le proveen para recibir visitas familiares y conyugales, según el reglamento.
Artistas de la música, como Silvio Rodríguez, y de la plástica, tal son Rancaño y Kacho, han visitado los centros del sistema penitenciario cubano, en los cuales, al igual que festivales culturales, se organizan competiciones deportivas entre las unidades y regionales.
BLOQUEO ATENTA CONTRA SISTEMA PENITENCIARIO CUBANO
El bloqueo de Estados Unidos a Cuba, impuesto prácticamente desde 1960, daña también la integridad y el desarrollo del sistema penitenciario cubano, dijo la teniente coronel Sara Rubio Valdés, directora de la Cárcel de Mujeres de La Habana, la más grande de su tipo en el país.
“El programa audiovisual, que comenzó hace más de diez años y ha demostrado su efectividad en el proceso de rehabilitación de los internos, es uno de los más afectados”, explicó.
“La continuidad y calidad del programa depende de equipos y tecnologías, que el país no puede adquirir en este momento porque la extraterritorialidad del bloqueo lo obliga a intentar comprar en mercados más lejanos de nuestras fronteras, en los que todos las gestiones se encarecen”, detalló.
De igual manera, la teniente coronel reseñó que en la mayoría de los procesos de diagnóstico de las internas, se recoge que las situaciones económicas, “propias de las limitaciones impuestas al país por el bloqueo”, han desencadenado muchos hechos delictivos.
“En una situación sin bloqueo, sería mucho menor la actividad delictiva en el país”, aseguró.
Para Rubio, otro aspecto que obstruye el bloqueo es la intención de modernizar los inmuebles y el entorno donde viven los reclusos.
“Queremos mejorar las condiciones de vida, volverles más agradable el entorno y evitarles la sensación de enclaustramiento que suponen muchas de las edificaciones actuales, pero no es posible, es muy costoso para el país instrumentar un programa de este tipo, ahora que está inmerso en la construcción de viviendas para aliviar esa situación en el país; aunque, según las posibilidades, se dan pasos en ese sentido”, concluyó.
Prisión provisional: Cuba tiene la tasa más baja de Latinoamérica
“Apenas entre el siete y el nueve por ciento de los reclusos están en prisión provisional”, apuntó el coronel Osmani Leyva Ávila segundo jefe de la dirección general de establecimientos penitenciarios del país, en respuesta a una pregunta de Cubadebate.
Y, según su opinión, ello obedece al rigor del sistema judicial cubano en el procesamiento de los expedientes delictivos y a la baja tasa de delitos en Cuba, en comparación con los otros países de América Latina.
“Este dato puede leerse de esos dos modos porque la tendencia es completamente contrapuesta, en comparación con Latinoamérica, en muchos de cuyos países permanecen encerrados hasta el 90 por ciento de las personas, sin ser procesadas.”
El resto de los países latinoamericanos, además de tener altos porcentajes de personas presas sin condena, también enfrentan fenómenos como el hacinamiento, violencia contra las mujeres, corrupción, despojos de derechos básicos a los reclusos, condiciones de vida insalubres y otros que convierten las cárceles en pantanos humanos, en lugar de centros de rehabilitación.
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