martes, 4 de junio de 2013

Mujeres, las protagonistas de las protestas en Turquía


La imagen de una mujer vestida de rojo durante las protestas en Turquía le ha dado la vuelta al mundo.
La joven, quien no parecía vestida para la protesta, con su vestido rojo veraniego de algodón, collar y bolso blanco colgado del hombro, podría haber estado pasándolo bien en una fiesta al aire libre, si no fuera por el policía enmascarado que le dispara gas lacrimógeno a la cara.
La foto que se ha hecho viral en redes sociales, se ha convertido en un icono para las mujeres que protestan estos días en las violentas manifestaciones contra el Gobierno en Estambul.
"Esa foto simboliza la esencia de esta protesta", dice Esra, una estudiante de matemáticas en el barrio de Besiktas, cerca del estrecho del Bósforo y uno de los epicentros de las protestas de esta semana. "La violencia de la policía contra manifestantes pacíficos, personas que simplemente intentan protegerse a sí mismas y a lo que valoran".
En un cartel pegado en las paredes de la ciudad, la mujer aparece mucho más grande que el policía. "Cuanto más gas nos lanzas, más grandes nos volvemos", reza el eslogan que acompaña a la imagen.

Estados Unidos y la Unión Europea, así como distintos grupos de defensa de los derechos humanos, han expresado su preocupación por la mano dura empleada por la policía turca durante las protestas.
El primer ministro Recep Tayip Erdogan descalificó a los manifestantes el lunes llamándolos extremistas "que viven codo con codo con el terrorismo" , una descripción que no parece encajar con la imagen de la mujer de rojo.
A pesar de haber otros participantes ataviados con máscaras y ropas más combativas que lanzaban piedras, fue notable el gran número de mujeres muy jóvenes en Besiktas y en la plaza Taksim cuando las protestas comenzaron.
Ellas pertenecen, como quizá lo haga la mujer de rojo, a las estadísticas de chicas jóvenes y educadas que creen que tienen algo que perder en la Turquía de Erdogan. Temen la promoción del velo islámico, símbolo de la piedad femenina.
Las manifestaciones del fin de semana sugieren que la popularidad de Erdogan está decayendo, al menos entre la clase media que sí le apoyó en sus primeros años de reformas políticas y económicas que recortaron el poder del Ejército e introdujeron algunas mejoras en los derechos.
"Erdogan dice que el 50 por ciento de la gente votó por él. Estoy aquí para mostrar mi pertenencia al otro 50 por ciento, la mitad de la población a la que él no ha respetado, esos a los que intenta aplastar", dice la estudiante de química Hasine.
"Quiero tener un futuro en Turquía, una carrera, ser libre para vivir mi vida. Pero todo eso está en peligro. Quiero que Erdogan lo entienda", añade.
Erdogan, un hombre religioso que niega querer islamizar Turquía, rechaza cualquier sugerencia que afirme que quiere persuadir a la población para que cumpla los principios religiosos. Alega que las nuevas leyes sobre el alcohol, también denunciadas por las mujeres, pretenden proteger la salud, desvinculándolas de cualquier motivo religioso.
Los manifestantes están ahora mejor preparados que cuando los disturbios comenzaron. Algunos tienen sombreros resistentes, otros se visten completamente de negro, la mayoría portan zapatillas para correr. Pero también muchas se visten de forma tan femenina como la chica de rojo que fue atacada en la plaza Taksim.

fuente: sdpnoticias.com

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