Los empleados de las cadenas de comida rápida como McDonald’s, Burger King, KFC y Wendy, pararon su trabajo este lunes en EE.UU. para reclamar un pago mínimo de 15 dólares por hora. Denuncian que “no son capaces de poner comida sobre su mesa”.
Las protestas, organizadas por el movimiento Fast Food Forward, han tenido lugar en Nueva York, Chicago, Detroit, Kansas, San Luis y otras grandes ciudades de EE.UU.
Según los manifestantes, apenas les bastan sus ingresos para alimentar a sus familias, mientras que sus jefes tienen enormes beneficios. Los trabajadores exigen un salario mínimo de 15 dólares por hora, más del doble de los actuales 7,25 dólares que se pagan en la mayoría de los locales de comida rápida.
“Muchos trabajadores están viviendo en la pobreza, no son capaces de poner comida sobre su mesa o tomar el tren para ir a trabajar”, indicó Jonathan Westin, director de la asociación Fast Food Forward.
La Asociación Nacional de Restaurantes reacciono diciendo: “Los restaurantes operan con márgenes de ganancias muy pequeños y aumentar los salarios podría evitar contratar a más gente e incluso mantener los empleos existentes”.
A su vez, los manifestantes prometen continuar con sus protestas y llaman a los ciudadanos a no consumir en esos restaurantes hasta que sus reclamos sean escuchados.
La comida rápida no es la única esfera que afronta graves problemas. Una reciente investigación sociológica descubrió que cuatro quintas partes de la población adulta de EE.UU. al menos una vez en su vida han estado en paro o tenían un salario más bajo que el ingreso mínimo mensual.
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