En los últimos días, los miles de acampados en la plaza Tahrir de El Cairo han llamado la atención del mundo con sus fulgurantes láseres verdes, que se han convertido en símbolo de la revolución. Los opositores al régimen han lanzado los haces de luz para formar mensajes en fachadas, vigilar posibles hostilidades en los alrededores y atacar u homeajear al Ejército según se posicionaran sobre su revuelta.
El uso más impactante ha sido sobre vehículos militares. El pasado 30 de junio, cuando descendía un helicóptero sobre el palacio presidencial en en el barrio de Heliópolis, docenas de láseres envolvieron el aparato, cegando al piloto y obligándolo a desviarse y realizar un aterrizaje de emergencia.
Hasta que estalló la primavera árabe, los egipcios asociaban estos punteros láser con adolescentes y niños, que los usaban para molestar a la gente y los coches en la calle, o para acosar sexualmente a las mujeres, según revela Daily News Egypt (inglés). Pero desde 2012, los revolucionarios se hicieron con ellos para defenderse de hostilidades: apuntaban a los ojos de las fuerzas de seguridad del antiguo régimen y advertían a los acampados de hostilidades en los alrededores.
Desde la caída de Mubarak, el precio de los punteros ha bajado drásticamente. En sitios especializados ya se pueden comprar por menos de 20 euros. Aunque son inofensivos, pueden cegar momentaneamente, y en caso de exposición prolongada, dejar secuelas graves en la visión. El rango de alcance es mucho mayor que el de los punteros rojos, y su uso sobre vehículos está multado en muchos países por peligrosidad.
La legislación española especifica que "los productos que utilizan láser de las clases 3A, 3B y 4 pueden representar riesgo no solamente para el usuario, sino para otras personas, aunque estén a distancia considerable, por lo que deben ser usados únicamente por personas con formación adecuada" y limita su comercialización al uso exclusivamente profesional, según cuenta La Razón.
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En México, donde puedo conseguir uno?
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