Los manifestantes, convocados por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), avanzaron en dos columnas desde la plaza Italia y el frontis de la Universidad de Santiago, y confluyeron en el céntrico parque Forestal, donde la marcha finalizó.
La protesta concluyó con represión policial, agua a presión y gases lacrimógenos contra los manifestantes.
La manifestación fue parte de la jornada de la huelga que convocó la CUT y a la cual se adherieron funcionarios públicos y estudiantes, quienes demandan un nuevo código laboral, una reforma tributaria que disminuya la desigualdad social y un incremento del salario mínimo de 380 dólares mensuales a 490.
La Asociación Nacional de Empleados Fiscales (Anef) aseguró que el 90 por ciento de los 100.000 funcionarios públicos adscritos al sindicato paralizaron sus funciones.
“El hecho de que el 25 por ciento de los trabajadores en Chile no gane más de 199.000 pesos (393 dólares), y el 50 por ciento no recibamos más de 307.000 (607 dólares), muestra la gran desigualdad que vivimos y las enormes reformas que requerimos”, dijo Barbara Figueroa, presidenta de la CUT, tras concluir la protesta.
Los trabajadores también demandan un nuevo sistema de pensiones que cambie el modelo privado de capitalización individual por uno estatal, sin lucro y de aporte compartido entre trabajador y empleador.
La jornada de paro se inició en la madrugada con barricadas incendiarias que provocaron caos vial y bloqueos en los accesos a yacimientos cupríferos estatales -que no afectaron la producción-, así como la quema de un bus del transporte público, incidentes que dejaron 24 detenidos por el momento.
Malestar con el modelo neoliberal
El paro se produce a casi cuatro meses de las elecciones parlamentarias y presidenciales del 17 de noviembre, y constituye una nueva muestra del malestar existente en la sociedad chilena por el modelo económico heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que se suma a las protestas de los estudiantes en reclamo de un nuevo sistema educativo con educación pública gratuita y de calidad.
“Existe un cuestionamiento legítimo al modelo heredado de Pinochet”, que “en muchos casos fue útil pero que parece haber llegado a su tope”, dijo Cristóbal Bellolio, analista de la Universidad Adolfo Ibáñez.
La desigualdad, es a juicio del analista Guillermo Holzmann, el tema transversal en las protestas que se registran en América Latina actualmente, y según aseguró es probable que “el cambio o la reforma” de este modelo se convierta en “el eje transversal de la campaña electoral”.
Sin embargo, según Bellolio, no se deben esperar cambios radicales en el modelo, teniendo en cuenta que “los actores políticos (actuales) son los mismos que estuvieron a cargo de la transición” a la democracia y la consolidación del modelo.
AFP
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