La escalada militar en el Mediterráneo indica que los opositores al Gobierno de Bashar al Assad tienen la intención de intervenir militarmente en Siria bajo una supuesta “intervención humanitaria”, lema que no puede estar más lejos de la verdad.
Así lo cree el analista político y bloguero de RT, Nilo Bowie. El experto considera preocupante el hecho de que los gobiernos occidentales, que —subraya— han apoyado incondicionalmente a los rebeldes sirios antigubernamentales, estén valiéndose del presunto uso de armas químicas por parte del Gobierno de Siria como un pretexto para legitimar el uso de la fuerza contra el gobierno de Assad.
El pretexto que buscaba Occidente
El experto lamenta que países como Estados Unidos, Reino Unido y Francia estén seguros de que Damasco es el culpable de la masacre con armas químicas de la semana pasada, aunque —subraya— “no hay datos que respalden estas afirmaciones”. Según él, “los opositores de Assad han construido una narrativa política profundamente cínica e histérica que los líderes occidentales están ahora repitiendo al unísono”.
Bowie cree que existen varias explicaciones que justifican las dudas que mostró Damasco a la hora de permitir a los inspectores de la ONU acceder al sitio. Según él, el más evidente apunta a que “el ataque se habría producido en los bastiones rebeldes en las afueras de la capital”, razón por la que “no podían garantizar la seguridad del equipo de la ONU”.
Por otro lado, el bloguero recuerda que los rebeldes sirios han demostrado en ocasiones anteriores su hostilidad hacia las fuerzas de la ONU. En marzo, por ejemplo, los grupos antigubernamentales secuestraron a miembros de la ONU en los Altos del Golán, y otros cuatro soldados de paz fueron secuestrados a finales de mayo. Además —sostiene— un convoy de la ONU fue tiroteado por francotiradores no identificados. Según el experto, no resulta extraño que el pretexto de las armas químicas sea “otro truco en una serie de medidas para tensar la situación y provocar una respuesta internacional”.
“El relato de que el gobierno de Assad utilizó armas químicas, concretamente mientras que un equipo de la ONU estaba en Damasco investigando usos anteriores de armas químicas, es táctica y políticamente ilógico, y de ninguna manera sirve a los intereses del gobierno sirio”, explica el analista.
¿Una intervención como la de Kosovo?
El analista político considera que “los discursos y las declaraciones de John Kerry, Laurent Fabius, o William Hague implican que la acción militar será contra Damasco”. Para una “intervención humanitaria” —dice— es necesario la aprobación del Consejo de Seguridad en la forma de una resolución, pero tal resolución no se ha aprobado porque algunos países como Rusia creen que este tipo de intervención se utilizaría como pretexto para derrocar a un gobierno legal, de la misma forma como se actuó —recuerda— contra Yugoslavia Irak y Libia, agresiones que se tradujeron en “innegables abusos de fuerza que terminaron matando a miles de civiles”.
Los informes indican que el equipo del presidente de EE.UU., Barack Obama, está estudiando la misión de la OTAN en Kosovo como “un posible modelo para actuar sin una resolución de las Naciones Unidas”. Es inquietante, alarmante y extraño —asevera— que “la intervención de la OTAN en la ex Yugoslavia se pueda utilizar como punto de referencia positivo para cualquier cosa”. El analista recuerda que la OTAN lanzó bombas durante 78 días consecutivos, “destruyendo efectivamente la infraestructura civil de Serbia y Montenegro, mientras que hospitales, escuelas y servicios públicos sufrieron daños irreparables, matando a más de 1.200 civiles e hiriendo a otros 4.500 más”.
“A pesar del tono cauteloso de Obama en entrevistas recientes, todos los indicios apuntan a que la intervención militar ya ha sido decidida. La posición de EE.UU. es que ya es demasiado tarde para cualquier evidencia que sea creíble”, sentencia Bowie.
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