x Paul Craig Roberts
Washington y sus gobiernos títeres británico y francés se preparan una vez más para revelar su criminalidad. La imagen de Occidente como Criminal de Guerra no es una imagen propagandística creada por sus enemigos, sino un retrato pintado por el propio Occidente.
El 'Independent' británico informa de que durante el último fin de semana Obama, Cameron, y Hollande acordaron lanzar ataques con misiles crucero contra el gobierno sirio dentro de dos semanas a pesar de la falta de alguna autorización de la ONU y a pesar de la ausencia de alguna evidencia que justifique la afirmación de Washington de que el gobierno sirio ha utilizado armas químicas contra los “rebeldes” respaldados por Washington, en su mayor parte fuerzas extranjeras, que tratan de derrocar el gobierno sirio.
Por cierto, un motivo para la precipitación hacia la guerra es impedir la inspección por la ONU que Washington sabe que podría refutar su afirmación y posiblemente implicar a Washington en el ataque de bandera falsa de los “rebeldes”, que juntaron una gran cantidad de niños en un área para ser químicamente asesinados para que la culpa fuera atribuida por Washington al gobierno sirio.
Otra razón para la precipitación hacia la guerra es que Cameron, primer ministro del Reino Unido, quiere que la guerra comience antes que el parlamento británico pueda bloquearla por proveer la cobertura para los crímenes de guerra de Obama de la misma manera cómo Tony Blair aseguró la cobertura para George W. Bush, por lo que Blair fue debidamente recompensado. Qué le importan a Cameron las vidas sirias cuando puede dejar su puesto hacia los brazos acogedores de una fortuna de 50 millones de dólares.
El gobierno sirio, sabiendo que no es responsable por el incidente de las armas químicas, ha aceptado que la ONU envíe inspectores químicos para determinar la sustancia utilizada y el método de lanzamiento. Sin embargo, Washington ha declarado que es “demasiado tarde” para los inspectores de la ONU y que Washington acepta la afirmación interesada de los “rebeldes” afiliados a al Qaida de que el gobierno sirio atacó a civiles con armas químicas.
En un intento de impedir que los inspectores químicos de la ONU que llegaron a la escena realizaran su trabajo, francotiradores en territorio controlado por los “rebeldes” les dispararon y los obligaron a abandonar el lugar aunque un informe posterior de RT dice que los inspectores han vuelto para realizar su inspección.
El corrupto gobierno británico ha declarado que Siria puede ser atacada sin autorización de la ONU, tal como Serbia y Libia fueron atacadas sin autorización de la ONU.
En otras palabras, las democracias occidentales ya han establecido precedentes para la violación del derecho internacional. “¿Derecho internacional? ¡No necesitamos un maldito derecho internacional!” Occidente conoce solo una regla: El Poder tiene la Razón. Mientras Occidente tenga el Poder, Occidente tendrá la Razón.
Como reacción ante las noticias de que EE.UU., el Reino Unido y Francia se preparan para atacar Siria, el ministro ruso de exteriores, Lavrov, dijo que una semejante acción unilateral constituye “una severa violación del derecho internacional”, y que la violación no era solo legal sino también una violación ética y moral. Lavrov se refirió a las mentiras y engaños utilizados por Occidente para justificar sus graves violaciones del derecho internacional en ataques militares contra Serbia, Iraq, y Libia y cómo el gobierno de EE.UU. utilizó acciones preventivas para debilitar toda esperanza de soluciones pacíficas en Iraq, Libia, y Siria.
Una vez más Washington ha anulado toda esperanza de una solución pacífica. Al anunciar el próximo ataque, EE.UU. destruyó todo incentivo para que los “rebeldes” participen en las conversaciones de paz con el gobierno sirio. A un paso de la realización de esas conversaciones, los “rebeldes” ahora no tienen ningún incentivo para participar ya que los militares occidentales acuden en su ayuda.
En su conferencia de prensa Lavrov habló de cómo los partidos gobernantes en EE.UU., el Reino Unido y Francia promueven emociones en gente mal informada que, una vez provocadas, tienen que ser satisfechas mediante la guerra. Es la manera, por supuesto, cómo EE.UU. manipuló al público a fin de atacar Afganistán e Iraq. Pero el público estadounidense está cansado de guerras, cuyo objetivo nunca es aclarado, y sospecha de las justificaciones del gobierno para más guerras.
Un sondeo Reuters/Ipsos establece que “los estadounidenses se oponen fuertemente a la intervención de EE.UU. en la guerra civil en Siria y creen que Washington no debe meterse en el conflicto incluso si se confirman las informaciones de que el gobierno de Siria utilizó productos químicos letales para atacar civiles”. Sin embargo, a Obama no le interesa que solo un 9% del público apoye su actitud belicista. Como declaró recientemente el ex presidente Jimmy Carter: “EE.UU. no tiene una democracia en funcionamiento”. Tiene un Estado policial en el cual el poder ejecutivo se ha colocado por sobre la ley y la Constitución.
El Estado policial va a cometer otro crimen de guerra de agresión no provocada al estilo nazi. En Núremberg, los nazis fueron condenados a muerte precisamente por acciones idénticas a las cometidas por Obama, Cameron, y Hollande. Occidente cuenta con el poder, no la razón, para salvarse del banquillo de los acusados.
Los gobiernos de EE.UU., del Reino Unido, y de Francia no han explicado por qué importa si la gente en las guerras iniciadas por Occidente es matada mediante explosivos hechos de uranio empobrecido o por agentes químicos o alguna otra arma. Fue obvio desde el comienzo que Obama estaba tendiendo una trampa al gobierno sirio para atacarlo. Obama demonizó las armas químicas – pero no los “revienta búnkeres” que EE.UU. podría utilizar contra Irán. Luego Obama trazó una línea roja, diciendo que el uso de armas químicas por los sirios era un crimen tan grande que Occidente se vería obligado a atacar Siria. Los títeres británicos de Washington, William Hague y Cameron, acaban de repetir esa descabellada afirmación. El paso final en la trampa fue orquestar un incidente químico y culpar al gobierno sirio.
¿Cuáles son las verdaderas intenciones de Occidente? Es la pregunta no formulada ni respondida. Obviamente, a los gobiernos de EE.UU., el Reino Unido y Francia, que han mostrado continuamente su apoyo a regímenes dictatoriales que sirven sus propósitos, no los molestan para nada las dictaduras. Califican a Asad de dictador como medio de demonizarlo para las mal informadas masas occidentales. Pero Washington, el Reino Unido y Francia apoyan numerosos regímenes dictatoriales como los de Bahréin, Arabia Saudí, y ahora la dictadura militar en Egipto que mata despiadadamente a egipcios sin que ningún gobierno occidental hable de invadir Egipto por “matar a su propio pueblo”.
También es evidente que el próximo ataque occidental contra Siria no tiene absolutamente nada que ver con llevar “libertad y democracia” a Siria, tal como la libertad y la democracia tampoco fueron los motivos para los ataques contra Iraq y Libia, ya que ninguno de ellos ha logrado alguna “libertad y democracia”.
El ataque occidental contra Siria no tiene que ver con los derechos humanos, la justicia o alguna de las resonantes causas con las que Occidente oculta su criminalidad.
Los medios occidentales, y menos que nada los prenstitutos estadounidenses, nunca preguntan a Obama, Cameron u Hollande cuáles son sus verdaderas intenciones. Cuesta creer que algún periodista sea suficientemente estúpido o crédulo como para creer que su agenda lleve “libertad y democracia” a Siria o castigue a Asad por utilizar supuestamente armas químicas contra matones asesinos que tratan de derrocar el gobierno sirio.
Por cierto, la pregunta no recibiría respuesta si fuera formulada. Pero el acto de preguntarle ayudaría a que el público comprendiera que hay más en juego de lo que se ve a primera vista. Originalmente, la excusa para las guerras de Washington fue mantener a los estadounidenses a salvo de terroristas. Ahora Washington se esfuerza por entregar Siria a terroristas yihadistas ayudándoles a derrocar al gobierno secular, no terrorista, de Asad. ¿Cuál es la agenda tras el apoyo al terrorismo de Washington?
Tal vez el propósito de las guerras sea radicalizar a los musulmanes y, al hacerlo, desestabilizar a Rusia e incluso a China. Rusia tiene grandes poblaciones de musulmanes y tiene fronteras con países musulmanes. Incluso China tiene una cierta población musulmana. A medida que la radicalización propaga la discordia a los únicos dos países capaces de ser un obstáculo para la hegemonía mundial de Washington, EE.UU. puede contar con la propaganda en los medios occidentales y la gran cantidad de ONG que financia que se presentan como organizaciones de “derechos humanos”, para demonizar a los gobiernos ruso y chino por medidas duras contra los “rebeldes”.
Otra ventaja de la radicalización de los musulmanes es que conduce antiguos países musulmanes a una agitación a largo plazo o guerras civiles, como es actualmente el caso en Iraq y Libia, eliminando así cualquier poder estatal organizado que pueda obstruir los propósitos de Israel.
El Secretario de Estado Kerry se esfuerza, mediante el uso de sobornos y amenazas, por conseguir aceptación, si no apoyo, para el crimen de guerra que se prepara contra Siria.
Washington impulsa al mundo hacia la guerra nuclear más que durante los peores períodos de la Guerra Fría. Cuando Washington termine con Siria, el próximo objetivo será Irán. Rusia y China ya no podrán engañarse en el sentido de que exista algún sistema de derecho internacional o limitación para la criminalidad occidental. La agresión occidental ya obliga a ambos países a desarrollar sus fuerzas nucleares estratégicas y a limitar a ONG financiadas por Occidente que se presentan como “organizaciones de derechos humanos”, pero que en realidad son una quinta columna que Washington puede utilizar para destruir la legitimidad de los gobiernos de Rusia y China.
Rusia y China han sido extremadamente descuidadas en sus tratos con EE.UU. Esencialmente, la oposición política rusa es financiada por Washington. Incluso el gobierno chino está siendo debilitado. Cuando una corporación estadounidense abre una compañía en China, crea un consejo de administración chino en el cual coloca a parientes de autoridades políticas locales. Esos consejos crean un conducto para pagos que influencian las decisiones y lealtades de miembros locales y regionales del partido. EE.UU. ha penetrado las universidades chinas y las actitudes intelectuales. La Universidad Rockefeller está activa en China, así como la filantropía Rockefeller. Se están creando voces disidentes que se oponen al gobierno chino. Las demandas de “liberalización” pueden resucitar diferencias regionales y étnicas y debilitar la cohesión del gobierno nacional.
Una vez que Rusia y China se den cuenta de que están desgarradas por quintas columnas estadounidenses, aisladas diplomáticamente, y sobrepasadas en potencia de fuego, las armas nucleares se convierten en la única garantía de su soberanía. Esto sugiere que la guerra nuclear puede terminar con la humanidad mucho antes de que sucumba por el calentamiento global o el aumento de las deudas nacionales.
ACTUALIZACIÓN
Los criminales de guerra en Washington y otras capitales occidentales están determinados a mantener su mentira de que el gobierno sirio utilizó armas químicas. Habiendo fracasado en sus esfuerzos por intimidar a los inspectores químicos en Siria, Washington ha exigido que el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon retire los inspectores de armas químicas antes de que puedan evaluar la evidencia y hacer su informe. El Secretario General de la ONU resistió la presión de los criminales de guerra de Washington y rechazó su demanda.
Los gobiernos de EE.UU. y del Reino Unido no han revelado ninguna parte de la “evidencia concluyente” que pretenden tener de que el gobierno sirio utilizó armas químicas. Escuchando sus voces, observando su lenguaje corporal, y mirándoles los ojos, es completamente obvio que John Kerry y sus títeres británicos y alemanes mienten descaradamente. Es una situación mucho más vergonzosa que las masivas mentiras que el ex Secretario de Estado Colin Powell presentó a las Naciones Unidas sobre las armas de destrucción masiva de Iraq. Colin Powell afirma que fue engañado por la Casa Blanca y que no sabía que estaba mintiendo. Kerry, y los títeres británicos, franceses y alemanes, saben perfectamente que están mintiendo.
La cara que Occidente presenta al mundo es la cara descarada de un mentiroso.
CounterPunch. Traducido para Rebelión por Germán Leyens
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