miércoles, 25 de septiembre de 2013

Oliver Stone presenta su “Historia nunca contada de Estados Unidos”

STONE
EL DUENDE / RADIO MIAMI – El cineasta norteamericano  Oliver Stone uno  de  los  más grandes  realizadores cinematográficos  de Hollywood que tiene  en su haber tres grandes  obras  monumentales  sobre  la  Guerra  de  Vietnam- conflicto  en  el que estuvo  de cuerpo presente como soldado  de  infantería-  así  como su  película  JFK   sobre  el  complot para asesinar  al  Presidente Kennedy, y sus tres  entrevistas a Fidel Castro  que  sirvieron para llevarle  al  pueblo  estadounidense  una  visión  más  real del  líder  revolucionario cubano,  cuya  imagen  ha venido siendo  distorsionada por  muchos  años  en  gran parte  de  los  medios  de  comunicación  de  este país, de nuevo  ha saltado  a  la  cima  de  la creatividad al  presentar   esta semana  en  el  Festival  de  Cine  de  San Sebastián  en  España,  una serie documental  hecha  para  la televisión,   en doce  capítulos,   con  una  versión  en  español, que  con  el título  de “La historia nunca contada de Estados Unidos”, presenta  al  mundo  la  otra   cara,  la cara  oscura,  la  verdadera   historia  de su país, los  Estados Unidos  de América.
Una crónica- entrevista   con  Oliver  Stone  del  periodista  Gregorio Belinchón,  publicada  en  el diario  de  Madrid “El  País”   del  día  de  hoy nos  sirve  para presentar  en  este espacio  de  El  Duende  en  Radio-Miami,  el pensamiento vivo  de un gran cronista  de  nuestra  época,  que  a  través  del  cine  nos  ha venido  revelando a través  de los  años, la real  historia  del  mundo en que  vivimos, una  realidad  dura y amarga  que  nada  tiene  que ver  con  la idealizada  fantasía  hollywodesca del  llamado  “Sueño  americano”.
Dice  así la entrevista  de  El País  con  Oliver  Stone:
“El guerrillero cinematográfico, el amante de los excesos, el cineasta provocador viene hoy vestido con el atuendo de un profesor universitario de Historia. Oliver Stone- nacido en Nueva York en el año 1946- está en San Sebastián presentando el cuarto montaje —asegura que el definitivo— de la película Alejandro Magno y también su serie televisiva The untold history of United States (La historia nunca contada de Estados Unidos), 12 capítulos que desvelan la cara oculta —o al menos oscura— de su país. El primero, el dedicado a la Segunda Guerra Mundial, arranca su montaña rusa con un montaje vibrante, sin entrevistas cara a cara, pero sí con toneladas de documentos visuales y sonoros y la voz efervescente como narrador de Stone.
Ese capítulo es también el que le sirve como prólogo. “Queríamos darle la vuelta a todo, poner en duda lo establecido, porque lo que estudié yo, lo que han estudiado mis hijos, no es la auténtica verdad. Nací en 1946 y lo que he visto ha sido asombroso. Nunca sospeché que se derrumbaría el sistema comunista, que el gobierno estadounidense se convertiría en el imperio de un mundo del que es el policía. Les decimos a todos lo que deben de hacer. Edward Snowden ha huido de Estados Unidos a Rusia; en los años cincuenta hubiera salido de la URSS para llegar a mi país. El mundo está al revés. Estados Unidos es hoy el gobierno sin ley, nadie se mete con nosotros, somos el imperio que lo controla todo, una sociedad agresiva y militarista, y yo cuento cómo hemos llegado hasta aquí”, explica Stone.
Televisión Española va a emitir a partir del próximo lunes diez de esos capítulos. ¿Por qué solo diez de los doce? “Entregué los dos últimos episodios un par de años después de los primeros, y son una especie de prólogos que arrancan desde la guerra de 1898, pasando por las consecuencias de la Primera Guerra Mundial, y el periodo de entreguerras. Están llenos de nombres y lugares. Son más complejos para la gente joven”.
Oliver Stone jamás se ha quedado de brazos cruzados. Ante algo que le detuviera siempre reaccionó empujando fuerte. Contra toda frustración, siempre opuso acción. “No quiero sonar fatuo, pero esta serie documental es tal vez el mayor logro de mi vida profesional. Espero que quede para las generaciones futuras. Hay que hacer lo que debemos hacer aunque no haya esperanza, decía Martin Luther King.
Mi conocimiento es el del cineasta, y mi alma la de un director de ficción, pero a veces es imposible dramatizar, ficcionar la auténtica historia. Peter Kuznick, coautor de la serie y profesor de historia en la American University, además de experto en temas nucleares, dice que mucha de esa información se conoce en las facultades, pero que teníamos que llevarla a los chavales de los institutos. Usamos herramientas del cine de ficción, como la música y un montaje cañero para atraerles, y así aprendes mucho. No espero que la gente se lo vea del tirón, porque es más grande que una película”.
Con los años, Oliver Stone se ha convertido en director histórico: con sus películas uno puede recorrer y entender parte del siglo XX y lo que llevamos del XXI. “Bueno, es tu opinión, otros dirían que ese era John Ford. Yo soy un cineasta amante de la ficción al que le atraen las tramas políticas. Crecí en un ambiente muy conservador, y tenía el punto de vista de mi padre. Necesité más de treinta años en cambiar mis ideales, fue muy lento.
En los setenta viví algunas revelaciones que me transformaron: y cuanto más investigas más te das cuenta de lo equivocado que estabas. No es rebeldía contra mi padre, que murió hace ya mucho, sino sencillamente, que he madurado. Formo parte del imperio americano, vivo en Nueva York, he sido bendecido con un montón de privilegios, pero debes rebelarte contra esos privilegios. Roosevelt lo hizo en su presidencia. Si no, todos acabaremos como en Rebelión en la granja o 1984 de Orwell. Yo soy un cineasta con alma de historiador”.
Oliver Stone no apuesta por Obama —“es un producto del sistema que muestra la serie, y ningún hombre puede con el imperio. Solo Roosevelt y Kennedy lograron agitarlo”, sostiene— y rehúye cualquier teoría conspirativa alrededor del 11-S. “Lo que hizo Bush [con el que curiosamente el cineasta coincidió en Yale; él cree que llevan vidas paralelas] con sus acciones ha sido más dañino que el ataque original. Es una ecuación imposible de resolver ahora.
Esos fundamentalistas, a los que apoyamos durante años mientras eran útiles matando comunistas, no nos atacaron por odio, como decía el entonces presidente, sino por las malas decisiones de Bush padre en la primera Guerra del Golfo. Las conspiraciones son muy atractivas para la ficción, sin embargo, eso no nos hace comprender las cosas, las causas y las consecuencias”. El director asegura que fue la presidencia de George W. Bush la que le empujó a estos cinco duros años de trabajo en esta obra: “Él no es una aberración, sino otro mal ejemplo de la política imperialista americana”.
Así termina  esta  crónica-entrevista  del  periodista  de  El  País  de  Madrid Gregorio Belinchón  con el gran cineasta norteamericano  Oliver  Stone  con la que ponemos  punto  final  a nuestra  intervención radial  del  día  de  hoy.

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