Estados Unidos ha vuelto a amenazar este jueves a Siria con un ataque militar, pese a que la vía diplomática sigue su curso.
“Nosotros nunca hemos eliminado esta opción (de la intervención militar en Siria) de la mesa”, ha manifestado la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Jen Psaki.
Psaki ha manifestado que Washington puede considerar medidas militares contra Damasco, si no cumple su compromiso de entregar todo el arsenal químico para que, según el cronograma aprobado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), sea destruido antes de finales del próximo mes de junio.
Horas antes, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, había acusado a Damasco de tardar más de lo previsto en entregar su arsenal químico a los inspectores.
Sin embargo, las autoridades sirias argumentan que los posibles retrasos están originados porque debe avanzar en el desarme químico en medio de las actividades de los grupos terroristas, ampliamente apoyados desde el extranjero.
El plan para la destrucción del arsenal químico de Siria es el resultado de un acuerdo logrado en septiembre de 2013 entre Rusia y Estados Unidos. Según un plan aprobado por la ONU, la destrucción total de las armas químicas debe concluir el 30 de junio de este año en curso.
En medio de la retórica belicista de EE.UU. y sus aliados contra Siria, bajo el infundado alegato de que el Gobierno sirio ha usado armas químicas contra la población civil, Damasco se adhirió el pasado mes de octubre a la Convención Internacional para la Prohibición de Armas Químicas, para neutralizar las acusaciones en su contra.
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