Como resultado de una campaña lanzada los últimos meses contra las grandes cadenas de comida rápida que violan los derechos laborales, esta semana, al menos siete demandas han sido presentadas contra McDonald’s.
Las querellas contra la empresa estadounidense fueron presentadas el jueves en Nueva York, Michigan y California, contra la empresa a la que los trabajadores acusan de utilizar diferentes argucias para quedarse con sus salarios.
Los trabajadores piden un reembolso de dinero que fue descontado indebidamente y de forma rutinaria de los sueldos como la retención por la hora de comer y de limpieza de los uniformes que ha puesto los salarios por debajo del mínimo.
Los demandantes aseguran haber sido forzados a trabajar horas extra sin recibir el pago correspondiente y exigen una multa para la empresa, cuya cantidad no fue dada a conocer.
La cadena McDonald’s se ha expandido en todo el mundo gracias a sus ofertas de comida barata a pesar del aumento de precio de los alimentos, lo que significa una constante presión por parte de los directivos de la multinacional para reducir los gastos y los pagos de los asalariados.
Aunque McDonald’s ha asegurado investigar de manera completa las acusaciones planteadas en la demanda y tomar las medidas necesarias, su turbio pasado sobre violación de derechos de sus trabajadores crea desconfianza en los indignados demandantes.
El 2013, McDonald’s obtuvo un beneficio neto de 5600 millones de dólares, 2 % más que el año anterior.
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