El presidente de Ecuador, Rafael Correa, señaló este sábado que América Latina rechaza el asedio de la derecha venezolana que, aliada con la ultraderecha internacional, mantiene un “asedio contra el presidente legítimo Nicolás Maduro como parte de sus estrategias de división y desestabilización”.
“Toda América Latina está con nuestra querida Venezuela, Nicolás. Los apoyamos en esta lucha por la soberanía”, dijo Correa en la ciudad de Santa Cruz, Bolivia, durante un encuentro con movimientos sociales de la región, a propósito de la Cumbre del G77+China que tendrá lugar la noche de este sábado.
El mandatario ecuatoriano destacó que sólo unidos a nivel latinoamericano y mundial los pobres de esta tierra “podemos hacer escuchar la voz y cambiar un orden imperial que no sólo es injusto sino inmoral, porque está en función del capital, del más fuerte sobre los seres humanos y eso tiene que cambiar. El G77+China tiene que ser un instrumento para combatir y transformar ese modelo”.
“Cómo ha cambiado nuestra América en los últimos años, desde que un militar patriota en 1998 venció en nuestra querida Venezuela (Hugo Chávez) y se produjo un cambio en nuestra patria grande, impulsó un gobierno progresista, vanguardista, de izquierda y a él le siguieron otros mandatarios en la región como Ignacio Lula Da Silva, Néstor Kirchner y Evo Morales”, afirmó.
Apuntó que la oligarquía no es tonta y actualmente hay una restauración conservadora que quiere acabar con los gobiernos progresistas. “Y para eso usan los medios de comunicación, estos se han convertido en instrumentos de manipulación a su servicio”, dijo.
En su alocución Correa recordó las palabras del vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, quien dijo que las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) “son en realidad organizaciones de otras naciones infiltradas en nuestros países y por eso hay que tener cuidado compatriotas, porque muchas de ellas pueden estar para desestabilizar”.
Dijo que la unidad de los pueblos es la garantía para dejar atrás la pobreza y caminar hacia la libertad.
El Presidente llamó a la población a estar muy atentos ante los intentos de desestabilización imperialista, alegando que “muchas ONG son funcionales al injusto orden mundial”, y existen otros instrumentos para detener a los gobiernos progresistas.
Mencionó que entre las estrategias imperiales se encuentra la utilización de instancias internacionales para poder influir en otras naciones: “Todos deben saber que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos está en Washington y ellos son los primeros que la financian, sin haber ratificado el pacto de San José, sin tener efecto vinculatorio, eso sólo tiene un nombre: neocolonialismo y eso es inaceptable, entonces o ratifican el pacto de San José o esa Comisión tiene que cambiar de sede y mudarse para otra nación que sí haya ratificado el pacto”, señaló.
Sostuvo que por esa razón se tiene tanta esperanza en la Comunidad de Estados Latinoamericanos (Celac), la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América Alba y la Unión Suramericana de Naciones (Unasur).
El pacto de San José es un tratado suscrito en 1969, y que entró en vigencia en 1978, en el cual se establece que todos los estados integrantes se “comprometen a respetar los derechos y libertades reconocidos en ella y a garantizar su libre y pleno ejercicio a todas las personas que estén sujetas a su jurisdicción, sin discriminación alguna”.
AVN
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