El Departamento de Defensa de Estados Unidos espera negociar con el Gobierno de Irak un acuerdo que establezca inmunidad legal para enviar a ese país 300 nuevos militares bajo el pretexto de frenar el avance de los yihadistas.
“No vamos a mover a nadie hasta que se establezca el marco legal apropiado”, indicó este martes en rueda de prensa el portavoz adjunto del Pentágono, el coronel Steve Warren.
El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció la semana pasada que enviará hasta 300 militares para supuestamente combatir la ofensiva de los milicianos del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL).
“En cuanto tengan todo el marco legal establecido, empezarán inmediatamente a desplazarse desde el Comando Central (el mando militar estadounidense en Oriente Medio)”, explicó Warren.
Parte de ese grupo de militares de las fuerzas especiales serán miembros del personal militar que está en la Embajada estadounidense en Bagdad, pese a lo cual también necesita protecciones adicionales para acudir a cuarteles iraquíes, mucho más expuestos.
Todos los militares estadounidenses no adscritos a la Embajada abandonaron Irak a finales de 2011, debido a que Estados Unidos no obtuvo un acuerdo que estableciera garantías de inmunidad para sus militares.
Warren recordó este martes que los 300 militares que se pretende desplegar en Irak irán a ese país invitados por el Gobierno de Bagdad, por lo que esperan que el acuerdo legal se pueda formalizar de la “manera más rápida posible”.
El Pentágono confirmó el pasado viernes que quiere un compromiso por escrito para evitar que los militares estadounidenses puedan, por ejemplo, ser procesados por la justicia iraquí si cometen algún delito.
LibreRed / EFE
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