El Ejército israelí ha empleado bombas de fragmentación con dardos de acero contra civiles palestinos durante su ofensiva contra la Franja de Gaza, según ha denunciado el Centro Palestino para los Derechos Humanos (CPDH).
Estos proyectiles, lanzados desde carros de combate, se abren en pleno vuelo para esparcir pequeños dardos de acero de unos 3,7 centímetros de longitud que con la caída alcanzan velocidades similares a las de una bala. Estos dardos o “flechettes” son capaces de perforar incluso un casco y matar a una persona. La trayectoria de dispersión abarca un arco cónico de unos 300 metros de largo y 90 metros de ancho, por lo que su impacto es indiscriminado.
En concreto, el CPDH ha informado de que se dispararon seis proyectiles de dardos de acero contra la localidad de Juzaa, al este de Jan Yunís, el pasado 17 de julio. Una mujer de 37 años, Nahla Jalil Najjar, sufrió heridas en el pecho por el impacto de estos proyectiles.
El Ejército israelí no ha desmentido que utilice este tipo de munición en el conflicto. “Como norma, el Ejército solo utiliza armas que son consideradas legales según el Derecho Internacional y de una manera absolutamente coherente con las normas de un conflicto armado”, ha señalado un portavoz militar israelí en declaraciones al diario británico ‘The Guardian’.
Este tipo de munición no es ilegal desde el punto de vista del Derecho Internacional Humanitario, pero la organización israelí de defensa de los Derechos Humanos B’Tselem ha denunciado que “otras normas del Derecho Internacional convierten en ilegal su uso en la Franja de Gaza”.
“Uno de los principios más fundamentales es la obligación de distinguir a los implicados en los combates y evitar herir a quienes no lo están. De este principio se deriva la prohibición de utilizar un arma imprecisa que probablemente provocará heridas a civiles”, argumenta el grupo israelí, según recoge ‘The Guardian’.
Sin embargo, el Tribunal Supremo israelí avaló en 2002 el uso de esta munición en 2002 y el Ejército israelí la considera particularmente eficaz en zonas en los que los combatientes enemigos se ocultan entre la vegetación. Israel ha empleado estos dardos en los últimos años tanto en Gaza como en territorio libanés.
Israel ha sido criticado por el uso de armamentos como el fósforo blanco durante la ofensiva de Gaza de finales de 2008 y principios de 2009, conocida como Plomo Fundido. En un primer momento Israel negó haber empleado obuses de artillería con fósforo blanco, pero más tarde admitió su utilización, aunque sólo para crear pantallas de humo. El fósforo blanco mató a decenas de personas y causó graves quemaduras a los supervivientes, ya que este químico incendia y consume el aire de la zona de impacto y las llamas incluso se meten en los pulmones.
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