viernes, 17 de octubre de 2014

El clasismo de la izquierda

Pablo Hasel
Esta izquierda no ve programas de telebasura, sólo ve La Tuerka, Fort Apache y alguna peli de Woody Allen

La cultura estaba en el bando republicano
no habría canis ni chonis de haber ganado
Pablo Hasel, rapero comunista
La izquierda, especialmente la izquierda llamada radical o transformadora, lleva siglos denunciando el clasismo. Son muchas luchas, muchas denuncias, muchos panfletos atacando el desprecio de las clases altas hacia las clases bajas con todo lo que ello supone.
Y sin embargo, aunque parezca imposible, existe clasismo en la izquierda. Sí, sí, no me he confundido con la palabra: he dicho clasismo. Y no me refiero al hecho de ver la sociedad como un conjunto de clases, sino al desprecio abierto y sin complejos hacia las clases bajas. Por supuesto, y antes de que se me lancen al cuello, quiero recalcar que este clasismo no es algo generalizado, ni mucho menos.
¿Cómo pudo esto pasar? Bueno, mi hipótesis es que esto se debe fundamentalmente a que los intelectuales de izquierdas (entendiendo intelectuales como gente que reflexiona y se interesa en profundidad sobre política) provienen de las clases medias. Suelen ser hijos de padres y madres con profesiones liberales, o si no lo son al menos sí han tenido la oportunidad de acudir a la universidad. Existen, como en todo lo que se refiere a la sociología, excepciones que no invalidan la tesis general.
¿Quién, dentro de un círculo de izquierdas, no ha oído hablar con desprecio de 'canis y chonis'? Mucha gente les consideraba lumpenproletarios hasta que leyeron la magnífica obra Chavs, que tuvo que ser escrita por un inglés. Y a muchos nos cambió la forma de ver las cosas.
Recuerdo que yo mismo difundí un cartel que podía verse por las redes sociales entre los círculos de izquierdas. Si no me equivoco pertenece Cerebros Facturados, una organización que lucha especialmente por la educación pública y por los jóvenes precarios y aquellos que tienen que emigrar.
Pues bien, esta organización supuestamente progresista decía alto y claro lo preocupante que es que la clase media universitaria tenga que irse mientras que la basura cani se queda y se toca los huevos. El lema fue sencillo: "Ellos se quedan. Ellos se van". Ni la derecha más rancia habría creado un cartel tan clasista. Ni la mismísima Margaret Thatcher.

El clasismo de izquierdas se manifiesta sobretodo en lo intelectual. La izquierda de la clase media (y a la que vota principalmente la clase media, claro) es superior intelectualmente. Lee mucho. Lee cosas complicadas y se vanagloria de ello. Muchas veces lee cosas que ni siquiera son necesarias para entender el mundo en que vivimos, pero que como son 'clásicos' hay que leerse. Recuerdo que me leí El Estado y la revolución (Lenin) casi obligado moralmente y la primera vez no entendí una mierda, pero aún así me sentí contento por leérmelo.
Esta izquierda no ve programas de telebasura, sólo ve La Tuerka, Fort Apache y alguna peli de Woody Allen. Y Novecento, claro. Que tampoco es tan buena, pero hay que decir siempre que es una obra de arte y que te encantó. Y también que te divertiste viendo La Chinoise y que leerse Materialismo y empiriocriticismo fue un fiestón. Debates como los de laSexta Noche le parecen para imbéciles (la televisión en general les parece de tontos) y no comprenden como líderes de izquierdas pueden venderse acudiendo a ellos.

Estos sectores elitistas de la izquierda desprecian, por supuesto, el bakalao y el reggaeton. Es música de catetos y pobres. Ellos escuchan cosas más... más de gente culta, no sé. Led Zeppelin, Paco Ibañez, Sabina, alguna de Los Chikos del Maíz, más rock de los 70. La verdad es que no conozco muchos grupos que les gusten a los clasistas de izquierdas, pero creo que la idea se entiende.
El intelectual de izquierdas no ve fútbol, por supuesto. Eso es para tontos, es el opio de las masas y si el pueblo no toma conciencia de clase es en parte por culpa de este dichoso deporte. Por supuesto, fútbol y política popular no casan: o te interesas por una o te interesas por otra. ¿Que qué es la democracia corinthiana? Ni puta idea.Otro aspecto en el que se manifiesta esta supuesta superioridad intelectual es en el nivel educativo. La izquierda sabe inglés, algo de francés, un par de palabras en alemán y alguna en ruso para hacer la gracia. El pueblo llano, "los férreos batallones del proletariado" que diría Gramsci, no sabe más que español. Pero claro, eso a la clase media ilustrada le parece ridículo. Vimos una tremenda manifestación de ello (nunca denunciada) en la campaña contra Ana Botella. Nuestra alcaldesa fue a promocionar la candidatura madrileña a los Juegos Olímpicos e hizo un ridículo total al hablar inglés. En seguida toda la izquierda con estudios superiores (que es la que está en Twitter) se lanzó a la burla.
Las clases bajas no pudieron reirse porque ellos habrían hablado aún peor. No por nada, sino porque el inglés apenas lo aprendieron en el instituto y de todos modos no lo necesitan para los trabajos que desempeñarán de mayores. No parece que nadie en la izquierda se diera cuenta de esto. Todo ello sin perjuicio de que sea necesario para un cargo público que vaya a tener relaciones internacionales conocer el inglés, claro. Pero una cosa es reclamarle a un cargo público ciertas cualidades y otra reírse de alguien por no saber inglés o por pronunciarlo mal.
En fin, por suerte en la izquierda española estos clasistas no son mayoría.

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