El último caso en España ha sido descubierto por la Unidad contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedad Documental (Ucrif) de la Policía la semana pasada en Córdoba y Huelva, cuando los agentes se toparon con una verdadera colonia de siervos de la gleba en pleno siglo XXI, reporta elconfidencial.
La Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Ucrif detuvo en las dos ciudades andaluzas a una docena de individuos (un español y 11 lituanos) por mantener a compatriotas suyos trabajando en el campo en condiciones infrahumanas. E
En concreto, los investigadores liberaron a 10 personas que eran obligadas a realizar todo tipo de tareas agrícolas durante diez horas al día, prácticamente sin parar, por un salario que apenas alcanzaba los 30 euros a la semana, dinero al que además los patrones descontaban una parte en concepto de transporte -ya que ellos se encargaban de trasladarlos hasta los distintos campos de trabajo- y por otros supuestos servicios.
El último ha sido descubierto por la Unidad contra las Redes de Inmigración Ilegal y Falsedad Documental (Ucrif) de la Policía la semana pasada en Córdoba y Huelva, cuando los agentes se toparon con una verdadera colonia de siervos de la gleba en pleno siglo XXI.
La Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Ucrif detuvo en las dos ciudades andaluzas a una docena de individuos (un español y 11 lituanos) por mantener a compatriotas suyos trabajando en el campo en condiciones infrahumanas.
Jornaleros africanos. (EFE/Franco Cufari)
La mayor parte de las diligencias que mantiene abiertas la Policía sobre explotación de seres humanos en España se refieren a organizaciones delictivas con fines sexuales, aunque hay algunas que aluden a abusos con objetivos laborales como el descubierto esta semana. A finales del pasado enero, por ejemplo, la Brigada contra la Trata rescató a 15 mujeres que estaban siendo forzadas a prostituirse y a tres niños que eran obligados a ejercer la mendicidad en Las Palmas.
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