Cerca de 70 mil personas participaron en las conmemoraciones del 50 aniversario de los hechos ocurridos el 7 de marzo de 1965 en Alabama, día conocido como el Domingo Sangriento, que marcaron un punto de inflexión en el movimiento por los derechos civiles en contra la discriminación racial en EE.UU.
Cantando himnos y sosteniendo pancartas con lemas como ‘Las vidas negras importan, todas las vidas importan’, decenas de miles de manifestantes recorrieron el simbólico puente Edmund Pettus en Selma (Alabama), informa ‘The Washington Post‘. El fiscal federal Eric Holder se dirigió a la multitud y recordó que las protestas de 1965 y las de Ferguson fueron desencadenadas por el asesinato de “un hombre negro desarmado” a manos de la Policía.
Asimismo, el presidente Barack Obama, quien visitó Selma el sábado, declaró que el movimiento de derechos civiles tiene que seguir ante las tensiones raciales en curso en todo el país.
Hace medio siglo, unos 600 activistas de los derechos civiles marcharon pacíficamente hacia el puente para protestar contra el asesinato de un afroamericano que estaba protegiendo a su familia de la agresión de unos agentes de la Policía montada. Los manifestantes fueron atacados por policías estatales y locales con gases lacrimógenos.
Dos días más tarde, Martin Luther King desoyó una orden de restricción y encabezó una marcha simbólica hacia el puente. Ese mismo mes unos 25. mil activistas de los derechos civiles buscaron protección judicial para una tercera marcha, esta vez a gran escala, entre Selma y el Capitolio del Estado de Alabama en Montgomery. Los esfuerzos y la perseverancia de los activistas obligaron al entonces presidente Lyndon Johnson a firmar la ley de derechos electorales, que puso fin en 1965 a la discriminación racial a la hora de ejercer el voto.
(Con información de RT)
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