Un reportero de RIA Novosti logró reunirse con el sacerdote sirio Zohri Hazaalem, quien le refirió cómo viven los cristianos bajo el poder del grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Al tomar bajo su control en agosto de 2015 la localidad de Al-Qaryatayn, situada en la provincia siria de Homs, los terroristas obligaron a los 277 cristianos residentes allí a pagar contribuciones, organizaron una especie de campo de concentración o de ghetto para ellos, dijo el sacerdote.
Después destruyeron todos los cementerios y templos cristianos, en particular, arrasaron la Iglesia de San Elías edificada en el siglo IV.
El padre Hazaalem y sus ayudantes empezaron a preparar actividades para sacar a cristianos de ese guetto por grupos, el último pudo abandonar Al-Qaryatayn a finales de septiembre con la ayuda de unos beduinos que viven en el desierto, en total fueron liberados 172 cristianos.
Los cristianos que quedan en la población se ven obligados a cumplir las reglas que les imponen: inclinar la cabeza al encontrar a su paso con un yihadista, no mirarle a los ojos, si el terrorista está sentado en una silla, el cristiano no puede hacerlo lo mismo sino que debe estar en cuclillas, explicó el padre.
También reveló que el último intento de liberar a los cautivos no se ha coronado de éxito, los terroristas fortalecieron la vigilancia, aumentó la probabilidad de perder la cabeza, por lo que la gente prefirió la humillación a la muerte.
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