HISPAN TV – Comienza la operación antiterrorista de Rusia en Siria y, junto a ella, inicia la campaña mediática de EE.UU. y sus aliados contra el Kremlin. Muchos califican la situación como el resurgimiento de la guerra fría entre Moscú y Washington.
En el siguiente artículo pretendemos estudiar el plan de Rusia en el país árabe, su eficiencia y los obstáculos que intentará imponer Occidente. Además compararemos la operación rusa en Siria con la de la llamada Coalición Internacional contra Daesh, liderada por EEUU.
Inicio de los ataques rusos
Estos ataques comenzaron después de que el Senado ruso aprobó por unanimidad el uso de efectivos armados en el extranjero, a petición del presidente Vladimir Putin. En este sentido, el mandatario enfatizó en que la fuerza aérea de su país apoyaría al Ejército sirio en su lucha contra el terrorismo. A la vez, añadió que la única forma de combatir el terrorismo en Siria y en los territorios vecinos es actuar de manera preventiva para combatir y eliminar a los terroristas sobre el terreno que ya han ocupado, y no esperar hasta que lleguen a las puertas de otros.
La campaña militar rusa ha sido legitimada por el Gobierno de Siria, es decir el mismo presidente, Bashar Al-Asad, había solicitado ayuda a Moscú en la lucha contra el terrorismo. Además, su asesor, Bouthaina Shaaban, en una entrevista con Russia Today, manifestó que para la Administración siria, al contrario de la llamada Coalición Internacional contra Daesh, liderada por EE.UU., Rusia tiene toda legitimidad.
“La manera en la que actúa Rusia está completamente coordinada con el Gobierno sirio y el mundo entero. Creo que la lucha de Rusia contra el terrorismo es más conveniente que la impulsada por la colación liderada por EE.UU. y Occidente, ya que esta no actúa con base en las reglas internacionales, carece de legitimidad por no contar con la coordinación del Gobierno sirio y, de verdad, no ha dado ningún resultado”.
Asimismo, el canciller sirio, Walid al Mualem, en su discurso ante la ONU, afirmó que todas las operaciones militares de la Coalición Anti-Daesh, liderada por EE.UU., solo han servido para propagar el terrorismo porque carecen de una coordinación con el Gobierno de Damasco. No obstante, las de Rusia están en absoluta coordinación.
EE.UU. preocupado por Rusia en Siria
Una vez iniciada la campaña militar rusa, EE.UU. y sus aliados iniciaron una campaña de propaganda de desprestigio contra estas operaciones.
En este contexto, el mandatario de EEUU, Barack Obama, calificó las operaciones de Rusia como una receta para el desastre. “Pero, lo que estaba muy claro e independientemente de lo que dijo el señor Putin, es que él no distingue entre Daesh y una oposición moderada sunita que quiere la salida de Al-Asad. Desde su punto de vista, todos son terroristas. Y eso es una receta para el desastre. Esto es lo que yo rechazo”.
El motivo de esa preocupación reside en el aumento del rol de Rusia en Oriente Medio. Además, si su campaña militar tiene éxito, los países de la región podrían inclinarse a contar más con la ayuda rusa que con la de EE.UU. y sus aliados occidentales.
Una prueba de ello son las palabras del premier iraquí, Heidar Al Abadi, quien acogió con beneplácito semejante operación militar rusa dentro de su territorio. “El apoyo internacional es muy importante (…) Irak aceptará cualquier tipo de apoyo que venga desde cualquier parte porque es el único país que está luchando al día de hoy contra el terrorismo”, dijo en una rueda de prensa.
Manifestó que si Rusia pretende realizar incursiones aéreas en Irak contra el grupo terrorista de Daesh solo necesita el permiso del Gobierno de Bagdad. Además se mostró sorprendido por la oposición de las autoridades de ciertos países a una posible cooperación militar Moscú-Bagdad contra el terrorismo.
A esto se suma la eliminación de los opositores en Siria, secundados por EE.UU. y sus aliados regionales, el Frente Al Nusra y Ahrar Ash-Sham, que forman la columna vertebral de Turquía, Arabia Saudí y Catar en Siria. Después del inicio de los bombardeos rusos, estos rebeldes tuvieron que retirarse de sus posiciones en los alrededores de Idlib. Debido a la operación rusa, no solo quedaron debilitados los terroristas, sino que no pudieron llevar a cabo nuevos ataques contra el Ejército sirio.
De esta forma, resulta evidente que la prioridad de Rusia en sus ataques no se limita solo a eliminar a los terroristas de Daesh, sino a abatir a los elementos subordinados a Turquía y otros países. Asimismo se puede comprender el porqué de la preocupación de Ankara, Washington y sus aliados árabes por los ataques rusos a las posiciones de terroristas.
En este sentido, el secretario norteamericano de Estado, John Kerry, afirmó que Rusia no debe atacar las posiciones de los llamados opositores moderados, y que esa campaña militar podría provocar la furia de algunos países de la región. En cierto sentido, se puede considerar que sus palabras son una especie de luz verde para que algunos de sus aliados en Medio Oriente amenacen al Kremlin.
En este marco, el embajador saudí ante la ONU, Abdolá al-Mouallimi, acusó a Rusia de atacar zonas donde no hay terroristas, para luego exigir el cese de los ataques, al igual que lo pidió Turquía.
Ataques de Rusia y de la Coalición estadounidense
Diferentes análisis confirman que Rusia, en sus operaciones contra el grupo terrorista de Daesh en Siria, ha sido capaz de lograr en semanas lo que EE.UU. no consiguió en más de un año.
El periódico alemán Deutsche Wirtschafts Nachrichten, en un análisis, afirmó: “El Estado Mayor General de Rusia informa de la destrucción de 50 importantes instalaciones del EIIL. Incluso, si el Ejército destruyó solo una parte de dicha cantidad, todo indica una cosa: Rusia, en semanas, puede superar en eficacia a EE.UU., que lleva allí más de un año”.
El motivo de tales análisis a favor de Rusia se debe a su estrategia en Siria. EE.UU. y sus aliados buscan una distinción entre terroristas, calificándoles de moderados, malos y buenos, como se refleja en las declaraciones de Kerry dirigidas a Rusia. No obstante, Siria no distingue entre los terroristas por no tener vínculos con ellos, y solo se esfuerza por acabar con cualquier tipo de terrorismo.
Por esta razón, en las primeras 48 horas de los ataques rusos, las ecuaciones cambiaron y motivaron la retirada de los terroristas de sus posiciones. Durante ese tiempo, Moscú llevó a cabo unos 200 asaltos aéreos, los cuales, en su mayoría, tenían como blanco las zonas centrales de Siria, los bastiones rebeldes.
De hecho, la confrontación política entre EE.UU. y sus aliados con Rusia revela más que nunca la contradicción de quienes alegan luchar contra el terrorismo, a través de la distinción entre terroristas malos y buenos.
Tampoco podemos pasar por alto cuál será el futuro de la nación Siria cuando todo el mundo bombardea su territorio, cada quien en busca de sus propios intereses, y hasta ahora, sin una organización internacional, real y perfecta. Así que de una vez se debe poner fin a la crisis que vive el país y dejar a un lado los intereses que obstaculizan el camino de la paz. Ya que sin duda alguna, Washington recurrirá a todo lo que pueda para impedir que Rusia salga victoriosa en esta lucha.
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