Por: Fernando Auzurduy
Después
del pronunciamiento conjunto por el gobierno colombiano y las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia FARCE-EP, he caído en la
desesperación y el inmovilismo político, la esperanza que
representan las FARC para muchos colombianos como yo, de llegar a
construir un estado socialista en Colombia, poco a poco se viene
desmoronando.
Es
quizás una desesperanza que vivieron los comunistas y los
desposeídos del mundo tras la caída del muro de Berlín.
Sencillamente porque los comandantes farianos, estos comandantes de
segunda generación están echando al traste 51 años de lucha
insurgente, entregándose bellacamente al estado narco paramilitar de
Colombia. Digo de segunda generación, porque la primera estuvo
compuesta por Manuel, Jacobo, Alfonso, Raúl, el Mono, Iván Ríos,
Martin Caballero, Mariana Páez, entre tantos otros.
Es
triste porque entre los tantos jóvenes que integramos las filas de
la resistencia desde distintos focos de la lucha revolucionaria en
Colombia y América Latina, reconocíamos a los camaradas farianos
como ejemplo de lucha y temple revolucionario, porque sencillamente
veíamos en ellos la materialización de lo que se puede concebir
como un Ejército Revolucionario, un Ejército del Pueblo como reza
su nombre.
Desgraciadamente
no hay uno de esos viejos comandantes que les pueda jalara las orejas
a los negociadores en Cuba. Qué bueno sería saber que piensa el
mítico Simón Trinidad, El
Hombre de Hierro como
ha sido apodado, a ese Simón que con toda convicción afirmaba que
en las FARC-EP habían dos NUNCA: NUNCA
olvidar el genocidio a la Unión Patriótica y NUNCA entregar las
armas.
Sin
embargo, la llama revolucionaria no se puede apagar en la juventud,
porque estamos dispuestos, si es necesario a entregar hasta nuestra
última gota de sangre combatiendo por la soberanía y
autodeterminación de nuestros pueblos, como lo planteo Bolívar,
Manuel, Jacobo, Alfonso, el Mono y tantos otros, que ofrendaron sus
vidas por la dignidad de la patria.
Porque
nos reclamamos dentro de la proclama de ese gran líder insurgente
como lo fue Julio Cesar Sandino: La
soberanía no se negocia, se defiende con las armas.
Tengo ideas comunistas, pero al ver este escrito se nota que no has vivido la realidad de la guerrilla colombiana, en principio, en sus inicios tenía totalmente estas ideas, pero al pasar el tiempo perdieron todo el sentido, el ejercito del pueblo atacando el pueblo? guerrilla honorable el M-19 que en realidad logro algo, peor las FARC y el ELN hace años! hace muchos años perdieron su esencia comunista. Te invito a que vayas a los pueblos del Cauca y preguntes sobre los atentados de la guerrilla con el mismo pueblo. El estado paramilitar lo acepto, pero al decir el estado narcotraficante que no se te olvide que la guerrilla también es narcotraficante. Las FARC y ELN ya no son los ejercitos revolucionarios, te hace falta vivir en carne propia en territorio colombiano para que conozcas la realidad.
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