Si bien la imagen personal del presidente argentino, Mauricio Macri, sigue hoy estando por encima del 50 por ciento, la aprobación pública a su gestión perdió 10 puntos en tan solo mes y medio, reflejan encuestas.
Esa merma comenzó a sentirse a partir del inicio del año y se debe en especial a las consecuencias negativas que ya están generando sus políticas económicas, coinciden los estudios de varias consultoras que evaluaron sus dos primeros meses de mandato tras asumir el poder el 10 de diciembre.
Un sondeo del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), divulgado por el suplemento dominical de Página 12, refleja que el Presidente mantiene el 53,9 por ciento de imagen personal positiva, pero por primera vez son más los que desaprueban su gestión, 49 contra 48 por ciento.
Los principales motivos de la creciente insatisfacción están en la economía, sobre todo en la trepada de precios y tarifas de los servicios, preocupación que hoy supera a la inseguridad que tanto alentaron los medios, según detectó la encuesta nacional del CEOP que dirige Roberto Bacman.
Además reapareció un fantasma de los años de 1990, la desocupación. Este panorama también impacta en la cantidad de ciudadanos que se consideran oficialistas: los adherentes al gobierno nacional bajaron cinco puntos en este último mes y medio, halló el estudio.
Una encuesta de la consultora Ricardo Rouvier y Asociados detectó igualmente un descenso considerable de la popularidad de Macri en los primeros 40 días de 2016.
Ese análisis recogió quejas de los consultados que coincidieron en cuestiones socio-económicas como “la inflación está muy alta”; “no se puede comprar”; “hay desocupación”; “va a subir mucho la luz”; “va a subir el gas”; “los sueldos no suben tanto”, entre otras expresiones de descontento.
Sobre la imagen del Presidente el sondeo de Rouvier y Asociados halló que 35,8 por ciento la encuentra de muy buena a buena; 24,7 de buena a regular; 11,8 de regular a mala; 23,2 de mala a muy mala, y 4,5 por ciento optó por decir que no sabe.
Esa consultora preguntó cuánto debía subir el salario en los nuevos contratos laborales que ya los sindicatos comienzan a negociar y la respuesta promedio fue que debe incrementarse el 36,8 por ciento para poder afrontar la disparada inflación.
En su análisis el consultor Roberto Bacman, del CEOP, resume que Macri logró ganar una segunda vuelta en medio de un electorado sumamente dividido focalizándose en el concepto de cambio sin hacer precisiones especialmente referidas a la economía.
Generó en un 51 por ciento que lo votó la forzada sensación de un fin de ciclo y discontinuidad culpando para ello de todos los males de Argentina al gobierno anterior.
Lo que está ocurriendo ahora, empero, es que en la medida que pasan los días sale a la luz el verdadero sentido del cambio y la opinión pública comienza a percibir en la superficie lo que navegaba debajo de las aguas, señala el director del CEOP.
Los primeros 60 días del mandato macrista reflejan una sociedad que sigue estando dividida, política e ideológicamente, pero al mismo tiempo muy preocupada por la marcha de la economía y en especial por el crecimiento desmedido de los precios y con el resurgimiento del desvelo por la desocupación, concluye Bacman.
PL
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