Al comentar sobre la situación en Alepo de Siria, el veterano periodista francés y analista geopolítico Jean-Michel Vernochet explica como se tomó la intervención de Rusia en el conflicto en los grandes medios, ante la doble vara de medir de la coalición occidental-árabe contra Daesh.
En un análisis de opinión para sitios web franceses de noticias y análisis independiente, Boulevard Volyaire, Vernochet comentó los esfuerzos del Ejército sirio para liberar Alepo, la segunda ciudad de Siria, noticia ninguneada por medios de comunicación occidentales y las autoridades europeas y estadounidenses, por lo que dijo era una posición sospechosa y muy ‘engañosa’, reporta ria novosti.
“El 1 de febrero,” recordó el periodista, “el ejército sirio, con el apoyo de la aviación rusa, puso en marcha una operación a gran escala para liberar a Alepo, la antigua capital económica de Siria, una parte de la cual ha estado en las manos de la rebelión desde el año 2012”.
“Como siempre, los medios de comunicación comenzaron con efusión a escribir sobre la multitud de personas que huían de los combates y del avance de las fuerzas del gobierno. La única cosa que falta en la imagen que se pintaba era las imágenes de los residentes de los barrios occidentales de la ciudad, que dieron la bienvenida a las tropas del Gobierno sirio como liberadores “.
“Los residentes de una ciudad chiíta en las afueras de Alepo muestran a la gente saludando con júbilo a los soldados de Assad. La gente está cansada de la guerra.”
“Profundamente conmovido” por las imágenes que aparecen en los medios occidentales “, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, exigió inmediatamente que Rusia detuviera el bombardeo de civiles”.
Sin embargo, “la verdad”, señaló Vernochet, “es mucho más prosaica, ya que si la ciudad de Alepo está completamente rodeada por las fuerzas del gobierno, se cortaría el pasillo de alimentación de los rebeldes con Turquía. En concreto, los caminos, entre Mayer -Azaz y Andan-Alepo, a través de los cuales los terroristas Salafistas recibían refuerzos, armas y municiones de Turquía”.
“Baste decir que la rebelión terrorista corre ahora el riesgo de colapso total, y en un futuro inmediato, sobre todo después del 4 de febrero, cuando el Ejército de Siria rompió el cerco de dos pequeñas ciudades chiíes -Nubl y Zahraa, rodeada por los islamistas desde 2012, y que una vez reconquistadas, las tropos de Asad fueron recibas por los residentes con una lluvia de arroz y flores. Esto también significa que hasta 5000 milicianos chiítas pueden estar listos para unirse al asedio de Alepo”.
“Vale la pena señalar,” los comentarios de periodistas, “que fue necesaria la intervención de Rusia en la guerra para arrojar luz sobre la duplicidad o doble juego de la coalición anti-Daesh-occidental árabe”.
“Por un lado, los gobiernos occidentales están llorando lágrimas de cocodrilo sobre los naufragios de refugiados en el mar Egeo, mientras que al mismo tiempo cierran las puertas de Europa a los migrantes, el 60% de los cuales, según un informe de Frontex dice, que no tienen motivos para buscar asilo”.
“Por otro lado, cierran los ojos al doble juego de Ankara en Siria en al lado de los terroristas ‘moderados’, en palabras de Kerry”.
“En el análisis final,” según las observaciones de Vernochet, “la ofensiva del gobierno y la debacle predecible para los rebeldes terroristas marcan un serio revés para Turquía, que hoy cínicamente se niega a abrir sus fronteras a los que huyen de Alepo. Esta posición puede estar conectada al gran sueño del Sultán Erdogan de establecer una zona de seguridad en el territorio sirio, donde se limitarían a los refugiados”.
Dicha zona de amortiguación, dice el periodista, “significaría la presencia de fuerzas turcas en territorio sirio y la creación de una zona de exclusión aérea. A partir de ahí, al amparo de la OTAN, Turquía sería capaz de llevar a cabo una guerra implacable contra los kurdos irredentistas del PKK “.
“Baste decir que esto sería un desafío para Rusia, cuya presencia y acción en Siria es perfectamente legítima en el Derecho Internacional (Moscú intervino a raíz de una solicitud oficial de Damasco)”.
“De esta manera,” escribe Vernochet, “los refugiados se convierten en un poderoso instrumento de chantaje contra la OTAN y la Unión Europea (sin contar los 3 mil millones € de euros comprometidos para Ankara) para dar luz verde a una operación terrestre que involucre a fuerzas especiales saudíes”.
En última instancia, advierte, “no queda claro cómo la OTAN podría responder si, en el caso hipotético de una invasión turca de Siria, el Ejército sirio, apoyado por la aviación rusa, detendrían la ofensiva de Ankara, y luego contraatacarían en territorio turco”.
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