miércoles, 21 de diciembre de 2016

LA VERDADERA CARA DE LOS "CASCOS BLANCOS": TERRORISTAS Y NO HUMANITARIOS

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Varios habitantes de Alepo relataron estos últimos días a la prensa independiente cómo trabajan en la citada ciudad siria los Cascos Blancos, una organización de protección civil respaldada por los medios de comunicación mainstream y financiada por diferentes países occidentales.
La población de esta ciudad, recientemente evacuada por las tropas gubernamentales sirias de las zonas de Alepo controladas por los llamados grupos armados rebeldes, acusó a los miembros de esta organización de “posar ante las cámaras” y de ser unos “ladrones y saqueadores”.
Preguntado sobre el particular, uno de los residentes de Alepo dijo que los Cascos Blancos “una vez están fuera de la vista de las cámaras, dejan a la gente bajo los escombros”. Además, el hombre acusó a estos activistas de haber provocado la muerte de su hija por una negligencia médica: “le pusieron una inyección con aire”.
Otro hombre recordó cómo tras sufrir un ataque aéreo en su casa, los Cascos Blancos trataron de privarle de su vivienda para convertirla en una base de operaciones.
Esta organización viene siendo una de las principales fuentes de todo tipo de acusaciones contra el Ejército sirio y las Fuerzas Armadas rusas,  incluidas matanzas de niños en bombardeos.
Los Cascos Blancos, que fueron nominados para el Premio Nobel de la Paz, fueron galardonados este año con el Right Livelihood. Sin embargo, en su historial no todo parece tan claro como su nombre indica.
Mientras la misión oficial de este grupo de protección civil dice ser prestar primeros auxilios médicos a las víctimas de los bombardeos, y pese a que distintos medios de comunicación occidentales dedican a sus miembros calificativos como “heroicos” y “valientes”, las autoridades sirias los acusaron repetidamente de hacer un trabajo de propaganda contra el Gobierno divulgando noticias falsas e incluso de tener vínculos con agrupaciones terroristas como el Frente Al Nusra.
La auténtica organización de Defensa Civil en Siria fue creada a mediados del siglo pasado y forma parte de la Organización Internacional de Protección Civil desde 1972.
Los Cascos Blancos, que luego adoptaron el nombre de Defensa Civil Siria, surgieron entre finales de 2012 y principios de 2013 como una fuerza humanitaria alternativa y actúan en los territorios controlados por los grupos terroristas, sobre todo el Frente Al Nusra, vinculado con Al Qaeda.
Sus integrantes afirmaron en numerosas ocasiones que “salvan gente de las dos partes del conflicto”. Pero, al parecer, esto no afecta a los leales al Gobierno sirio. Por ejemplo, en un vídeo se muestra a varios cascos blancos entremezclados con miembros de una banda armada que acababa de capturar a un “cerdo de Assad”.
La página web de los Cascos Blancos es propiedad de The Syria Campaign, una entidad registrada en Reino Unido, que expresa directamente su repulsa contra el presidente Bashar al-Assad. El grupo informa que cuenta con dos líneas de actuación: la creación de campañas por todo el mundo y la creación de “reportes, infografías y vídeos”.
Los Cascos Blancos protagonizaron y difundieron en las redes sociales numerosas pruebas de asistencia a niños y, en general, a civiles sirios afectados por supuestos bombardeos y ataques con misiles de las tropas sirias y rusas, que luego fueron divulgadas por los medios occidentales.
Sin embargo, muchas de estas “evidencias” acabaron siendo desmentidas posteriormente. Es el caso de un vídeo donde dos cascos blancos sacan de los escombros a un hombre herido, que solloza de dolor. La grabación parece completamente verosímil, salvo por el hecho de que, en realidad, es una simulación reconocida por sus autores, la Oficina Mediática de las Fuerzas Revolucionarias de Siria (RFS, por sus siglas en ingles).
También tuvo mucha repercusión una producción audiovisual en la que un miliciano dispara dos veces a la cabeza a un joven arrodillado y con las manos atadas, se aleja, e inmediatamente después tres casco blancos con una camilla corren a socorrer a la víctima.
En varias fotos, selfies o grabaciones, se pudo apreciar a cascos blancos portando fusiles de asalto, pese a que la página web de la organización sostiene que su miembros son “neutrales e inermes”.
Los Cascos Blancos fueron fundados en 2013 en Turquía por James Le Mesurier, exoficial del Ejército británico que empezó a entrenar a los primeros “defensores civiles” en Turquía. Graduado de la Academia Militar Real Sandhurst, sirvió en infantería durante diferentes campañas en Irlanda del Norte, Kosovo y Bosnia, después de lo cual pasó a trabajar en organizaciones humanitarias de la ONU, la UE y la cancillería de Reino Unido.
Más tarde se integró en distintas consultoras como Good Harbor, del ex Coordinador Nacional para Seguridad y Contraterrorismo de Estados Unidos, Richard Clarke, y ARK en Emiratos Árabes Unidos.
Algunos medios de comunicación sugirieron, sin embargo, que este personaje es un oficial en funciones de la Inteligencia británica vinculado con Olive Group y Academi (ex Blackwater), una empresa militar privada, y que participó en conflictos en Irak, Líbano y Palestina.
James Le Mesurier creó la fundación Mayday Rescue, a través de la cual los Cascos Blancos reciben una parte significativa de su financiación. Entre sus donantes principales figura la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que afirma que les asistió con más de 23 millones de dólares.
En marzo de 2015, el Ministerio británico de Exteriores reconoció que había prestado ayuda a grupos de defensa civil siria, que Estados Unidos, Dinamarca y Japón eran sus otros donantes, y reveló que iba a “regalar” otros 3,5 millones de libras esterlinas en forma de equipamientos.
También se mencionaron en los medios escritos otras fuentes de financiación de los Cascos Blancos, entre ellas, organizaciones vinculadas con el magnate estadounidense George Soros.
Fuente: http://bit.ly/2hnz5vq

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