Una multitudinaria manifestación se realizó este domingo en las calles de Saná, la capital de Yemen, para repudiar la agresión saudí contra el país. Esta movilización se produce en el segundo aniversario del inicio de la guerra liderada por Arabia Saudí y que cuenta con el apoyo de Estados Unidos, que ya dejó miles de muertos y llevó al país árabe al borde de la hambruna, en un conflicto ignorado por la comunidad internacional.
En estos dos años y pese a la falta de acceso y de garantías mínimas para las organizaciones humanitarias, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) logró documentar la muerte de al menos 10.000 civiles.
La guerra arruinó las cosechas y paralizó el comercio, además de llevar al país al borde de la hambruna, que según la ONU amenaza a cerca de 17 millones de personas, dos tercios de la población.
Los bombardeos de Arabia Saudí, que cuentan con el respaldo militar de Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Kuwait, Bahrein, Egipto, Marruecos, Jordania y Sudán y Estados Unidos, causó masacres de civiles en mercados, funerales, barcos comerciales y hasta en una balsa de refugiados que trataban de huir del país.
A finales de marzo de 2015 y, tras el triunfo del movimiento popular hutí Ansarolá sobre gran parte del país, el régimen saudí, uno de los más férreos aliados de Estados Unidos en Medio Oriente, armó una inédita coalición para restituir al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, afín a los intereses imperialistas en la región.
Desde entonces los bombardeos saudíes y los combates en el terreno contra los milicianos hutíes convirtieron a gran parte del país en un campo de batalla.
A este complejo escenario local e internacional, se agregó recientemente el cambio de gobierno en Washington. El fin de semana posterior a la asunción de Donald Trump, la Casa Blanca dejó claro que mantendría e, incluso, escalaría su rol en la guerra de Yemen.
Mientras la situación militar no para de escalar, en el territorio diezmado, la tragedia humanitaria avanza hasta alcanzar niveles devastadores.
El cirujano argentino Andrés Carot, un miembro de la misión de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Yemen, es testigo privilegiado de esa crisis humanitaria.
“Es muy importante que sepamos lo que está pasando aquí y tomemos conciencia de lo que significa el ataque deliberado a la población civil y la falta de respeto fulminante a la ley internacional humanitaria -como ataques a hospitales, mercados, escuelas- que ocurren en Yemen ahora mismo, la guerra está devastando a la población del país”, contó recientemente a Télam.
Según estimó MSF, en este conflicto unas 10.000 personas ya murieron y unas 30.000 resultaron heridas. Sin embargo, es probable que los números reales sean mucho más altos ya que sólo MSF trató a “más de 51.000 heridos”, aclaró Carot.
“Los ataques aéreos las bombas y los combates en las calles de zonas densamente pobladas están causando muchas víctimas civiles y daños, incluida la infraestructura médica, de agua y saneamiento y energía. Además, hay más de 3 millones de personas desplazadas, y el 80% de la población necesita ayuda humanitaria para subsistir”, agregó el cirujano argentino.
Las raíces del conflicto yemení llegan a 2012, con el fracaso del proceso de transición política en el país tras el levantamiento popular que obligó al entonces presidente, Ali Abdalá Saleh, a entregar el poder a su vicepresidente, Hadi.
En 2014 comenzaron con manifestaciones masivas contra las medidas económicas de Hadi y gradualmente el levantamiento fue escalando en violencia y tamaño hasta que el movimiento hutí tomó las armas y se hizo con el poder el 21 de septiembre de ese mismo año.
En febrero de 2015, Hadi se vio obligado a huir a la ciudad portuaria de Adén, donde estableció su gobierno. Sin embargo, apenas un mes después los rebeldes bombardearon el palacio presidencial y obligaron al mandatario a exiliarse en Riad, la capital de Arabia Saudí, lo que desencadenó el ataque militar y el posterior bloqueo terrestre, aéreo y marítimo de la dictadura saudí.
Desde entonces, las manifestaciones multitudinarias contra la guerra lanzada por Arabia Saudí se han repetido sin atraer la atención del mundo, la misma diferencia que organizaciones humanitarias como MSF denuncian al alertar sobre la creciente crisis humanitaria que sobrevuela al devastado y empobrecido país.
LibreRed | Telam
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