Las fuerzas iraquíes han capturado a un terrorista israelí de Daesh en Mosul, que podría ser un agente del servicio de inteligencia israelí (el Mosad).
El arrestado, identificado como Benyamin Durham, alias Abu Hafsa, fue detenido después de que las fuerzas iraquíes recuperaran la ciudad norteña de Mosul de manos del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe), informaron el domingo diversos medios, citando una información recogida por un diario español.
Sobre las relaciones entre Daesh y el régimen de Tel Aviv, la fuente recuerda un informe publicado en 2014 —unos meses tras la caída de Mosul en manos de Daesh— por el portal norteamericano Veterans Today, en que se afirmaba que el líder de la banda extremista, Ibrahim al-Samarrai, alias Abu Bakr al-Bagdadi, era hijo de padres judíos y cuyo nombre verdadero es Simon Elliott.
Elliott, según los informes, fue reclutado por el Mosad y recibió durante un año entrenamiento sobre espionaje y llevar a cabo misiones “contra países árabes e islámicos”.
Por su parte el excontratista de la Inteligencia estadounidense Edward Snowden afirmó que Al-Bagdadi cooperó con los servicios secretos de Estados Unidos, el Reino Unido y el régimen israelí para crear una organización terrorista, capaz de reunir a los combatientes extremistas de diferentes partes del mundo en un lugar.
Desde su creación en 2014, Daesh ha tratado de incitar la violencia y conflicto en el mundo musulmán. En tal sentido, Efraim Halevy, un exjefe de Mosad (1998-2002) ha asegurado que las actividades de este grupo ultraviolento contribuyen a la seguridad del régimen de Tel Aviv.
A su vez, el rabino israelí Nir Ben Artzi señaló el pasado enero que Daesh es un aliado del régimen de Tel Aviv y su presencia en algunos países de Oriente Medio ayudará a los israelíes a alcanzar sus objetivos.
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