Con jornadas marcadas por la represión y la protesta, el Gobierno de Mauricio Macri busca aprobar un proyecto que va en contra de los derechos de los jubilados y pensionados en Argentina.
Más de 200 efectivos de seguridad. Un vallado alrededor de todo el Congreso trasandino que bloqueará el acceso y una jornada de protestas que arrancará a las 8 de la mañana con un corte del Frente de Izquierda en pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires.
Ese es el caótico panorama para la votación de la polémica votación, aún sin precisiones sobre el resultado, en la que Cambiemos intentará convertir en ley la reforma previsional.
El Gobierno trasandino buscará evitar que en las calles se repitan las escenas que se vivieron ayer cuando manifestantes de organizaciones sociales se enfrentaron con la Gendarmería frente al Congreso porque les impidieron instalar sus carpas para realizar una vigilia hasta la sesión de esta tarde.
Sin embargo, la jornada será complicada: la CGT -organismo que reúne a la gran mayoría de sindicatos del país- anunció ayer que se sumará a la movilización que ya habían convocado las organizaciones sociales. También anticipó que si el gobierno de Macri consigue aprobar la reforma, mañana realizará un paro general que, según dijeron, tendrá la adhesión de los gremios del transporte y “paralizará el país”.
Los legisladores que intervinieron para frenar la represión a los manifestantes que tenía lugar en las afueras del Congreso traandino también fueron golpeados.
Tal como relata Página 12, a Leonardo Grosso, jefe del bloque de Diputados para la Victoria, un gendarme le soltó un perro que lo mordió en el torso (ver aparte). A Victoria Donda, de Libres del Sur, la patearon (quedó con un hematoma en el tobillo). Juan Carlos Huss (diputado de Entre Ríos del Frente para la Victoria) terminó en la guardia médica por los golpes que le dieron con un escudo en el tórax.
Durante el día de hoy, el Congreso amaneció cercado y vallado, demostrando un clima social más que inestable en un Gobierno que prometía “unir a los argentinos” y, hasta el momento, no hizo más que recortar derechos de los sectores con menos recursos -asalariados, jubilados y pensionados- para favorecer a los mismos de siempre -grandes empresarios, el sector agroexportador y el capital financiero-.
Tal como hemos informado previamente en El Ciudadano, la reforma previsional busca cambiar la fórmula que otorgaba aumentos a los jubilados y pensionados. Con el nuevo cálculo que ofrece el Gobierno de Macri, este sector ya desfavorecido cobrará un aumento que se estima será 50% menor al que deberían recibir.
Además, entre otras polémicas medidas, se propone extender de manera voluntaria la edad jubilatoria hasta los 70 años para aquel trabajador que quiera hacerlo y cumpla con los requisitos.
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