Las bombas caen como la lluvia, esporádicas. La muerte acecha detras de las nubes, se hace costumbre la impunidad y se olvida y desdibuja la palabra solidaridad.
Libia se unió bajo aquel héroe del libro verde. En su soberana decisión generó su propio modelo de sociedad. Vinieron de otros países las mujeres y los hombres a construir y disfrutar un sueño nacido de las tribus unidas. Jamahiriya fue el estado que creo Gaddafi organizado en comités populares. Aquel libro verde, en sus tres tomos: La autoridad del pueblo, el socialismo y la tercera teoría universal.
Durante decenios el pueblo libio construyó su sociedad al socialismo, fue atacado esporádicamente y sin embargo, el éxito económico le abrió paso entre los gobiernos de Europa y se campeó el camino con los americanos, hasta que un día Obama el gran premio Nóbel de este siglo, decidió que había llegado la hora de Gadafi. Se inventó la patraña de una sublevación, que no fue sino resultado de infiltrados pagados, a los que supuestamente se les había bombardeado. La mentira mediática en manos de FOX y News terminó pareciendo una gran verdad que engaño a muchos de los que apoyaban el proceso de liberación libio. Se movieron las teclas de la OEA y la ONU que junto a la OTAN terminaron bloqueando y asfixiando el gobierno de Libia. Los supuestos insurrectos ya ni cara tienen ni importa, su misión terminó. Todas y todos creímos además que se invadiría, y no fue así. No se trataba de invadir. Parece que el costo económico y político era insoportable para la debilitada economía norteamericana. Se dejó todo allí: el pueblo en las calles, el país asfixiado, las fronteras cerradas, los mercados cerrados y el hambre y la muerte hechos costumbre.
Las izquierdas del mundo, que asumen posiciones solidarias en otras latitudes parecen haberse olvidado de este pueblo valiente, se reclaman muchas injusticias pero no aquella que sobrevuela los cielos de un pueblo que se resiste a morir ante la embestida imperial. El resto del mundo sentenció a Gadafi y parece que ya ni que la voluntad del pueblo libio, que permanece a su lado y lo defienden, tienen poder para devolver la oficialidad a un estado que ha sido hecho pedazos por las fuerzas extranjeras.
El ejercicio de desestabilización quedó impecable, basta esperar que el imperio lo vuelva a montar en otro escenario, Cuba o Venezuela, Irán o Corea del Norte. Los pueblos no supimos dar respuesta y dejamos a nuestro hermano pueblo libio solo ante la ignominia. El imperio aprende a acostumbrar a los más aguerridos a sus guerras de dominio. Nada puede servir de excusa, lo escribí siempre: solo el pueblo libio es quien puede decidir los cambios en su patria y hasta donde entiendo, solo la unión y la voluntad gigante de un pueblo como el libio, han podido lograr que este de pie, que no se rinda, que se levante cada madrugada bajo las amenazas de muerte impredecibles de aviones intripulados y bajo la mas vil de las guerras de este mundo. La primera en la que se intenta someter a un pueblo sin arriesgar un solo soldado.
El problema no es Gadafi, ni somos nadie para decir si sirve o no sirve, si gobierna o no gobierna. Esa es la actitud del imperio que oponemos. Nosotros respetamos al pueblo libio y debemos apoyar su decisión de vida. El pueblo libio está con su coronel y con su socialismo del poder popular y los revolucionarios del mundo deben estar con el pueblo libio y contra la horrenda y feroz cacería imperial que les ataca cada vez que les da la gana a los perros de la OTAN.
Viviremos y venceremos!!!
ANEXO MATERIAL Q ME ENVIARA LUIS BRITTO GARCIA
LIBIA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ1
Libia, apura hasta las heces el cáliz de saber una vez más que civilización es saqueo, Derecho es pretexto, humanitarismo es coartada.
2
Libia, bebe hasta el fondo la mentira que llama a la mejora de condiciones del pueblo tiranía, al control sobre los propios recursos Eje del Mal, al patriotismo fanatismo, a la decencia fundamentalismo.
3
Libia, paladea 17.300 operaciones aéreas desde el 31 de marzo, el sabor del uranio empobrecido que mata lentamente y la ejecución a control remoto que aniquila al instante.
4
Saborea por nosotros la certidumbre de que toda reserva internacional se embargará, todo intento de sustituir el papel sin valor del dólar será masacrado, todo recurso natural se saqueará.
5
Libia, aleja de nosotros el sumidero donde las potencias se lavan las garras y los hermanos se enjuagan las conciencias esperando que serán los últimos en probar el hierro que te hiere.
6
Libia, sufre por todos que la No Intervención de la Carta de las Naciones Unidas murió porque según Gareth Evans el “derecho de intervenir” en asuntos internos se ha vuelto “responsabilidad de proteger” (Foreign Policy, 2002), y según George Soros “la soberanía es un concepto anacrónico, originado en tiempos que ya se fueron (…) Si los gobiernos abusan de la autoridad a ellos confiada, y los ciudadanos no tienen oportunidad de corregir estos abusos, la intervención externa está justificada” (Foreign Policy, 2004).
7
Ahórranos, Libia, la certidumbre de que los más incondicionales, el embajador Dabbashi, el funcionario Nuri al Mesnari, el ministro de Relaciones Interiores Younis serán los primeros en traicionar para luego traicionarse y asesinarse entre ellos; de que quienes más tiempo estuvieron con el poder serán los mismos que se ofrecerán al Imperio como garantes de cambio.
8
Libia, bebe el trago largo de saber que quien inventa diferencias de matices, etnias, regiones y tribus entre hermanos afila el cuchillo que te clavará en la espalda el imperio extranjero.
9
Libia, no limpies de tus mejillas el beso de los Judas que te abrazaron, la saliva de los Iscariotes a quienes financiaste las elecciones, la hez de tus ministros que te adularon y ahora abren cabezas de playa para los invasores.
10
Libia, no bebas hasta la última gota el veneno de la doctrina del asesinato humanitario. Deja suficiente para que saboreemos el bombardeo contra hospitales, la destrucción teleguiada de medios informativos, el homicidio de no combatientes, la aniquilación filantrópica de acueductos para provocar la piadosa muerte por la sed.
11
Libia, bebe la copa del silencio que el prostíbulo de los medios extiende por el mundo mientras te degüellan: aspira la cortina de humo que sofoca mientras 18 comunicadores mueren en los bombardeos y las televisoras son pulverizadas.
12
Hermana, paladea el vinagre del tribunal extranjero que te sentencia sin juicio y el gusto de hiel del árbitro foráneo que confisca tus reservas sin proceso y el acíbar del policía apátrida que quiere secuestrarte sin derecho y la carroña del juez compatriota que intenta entregarte en sus manos.
13
Libia, con tu sacrificio aparta por instantes de nuestros labios la copa del atropello, el trago de la amenaza, el cáliz de la invasión venidera.
14
Libia, en cuyas arenas la luna abre del 1 al 29 de agosto el Ramadán del año 1432 de la Hégira: enséñanos a ayunar no sólo de comida y bebida, sino también de la mala palabra, el mal acto y el mal pensamiento: por un instante aparta de la angustia de los hambrientos del mundo la sombra de la mentira, la vileza de la codicia, el insulto de la muerte.
15
Libia, haz que no olvidemos la sangre del huérfano, la lágrima de la viuda, el silencio del ultimado.
16
Libia, prueba por nosotros la verdad amarga de que sólo lo que sabemos defender nos pertenece.
(TEXTO/FOTO:LBG)







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