Las pocas cosas recogidas, lágrimas, abrazos, tensión. Esta es la historia de Amaya Muñoz, una joven desahuciada de un piso que tenía alquilado en el barrio madrileño de Valdezarza.
A las siete de la mañana comenzaron a llegar las ‘lecheras’ de los antidisturbios. Eran aproximadamente siete apostadas bajo el portal del edificio donde hasta hoy ha vivido Amaya.
Las furgonetas policiales cortaron la calle para evitar que a la protesta de la asamblea popular de Tetuán y otros activistas del 15M se acercaran a apoyar a la joven.
Los agentes llegaron al piso y pidieron a los que estaban que abandonaran el inmueble para evitar problemas innecesarios. Amaya accedió a firmar la orden de desahucio y …¡a la calle con sus muebles bajo la lluvia! Esta es la historia de un desahucio por dentro.
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