viernes, 13 de marzo de 2015

Human Rights Watch se equivoca: Usa una foto de la destrucción provocada por un bombardeo estadounidense para condenar a Assad

ScreenShot109
Por Brandon Turbeville / Activist Post
Traducido por Pat para Periodismo Alternativo
Haciendo de nuevo alarde de su naturaleza hipócrita y partidista, la llamada organización Human Rights Watch (HRW), fue pillada in fraganti en un intento de fabricar “pruebas” sobre el uso por parte de Assad de bombas de barril en áreas civiles, con la intención de seguir demonizando el gobierno secular sirio.
El 25 de febrero, HRW publicó una foto de una zona civil devastada en Siria con la referencia “Siria lanzó bombas de barril saltándose la prohibición”.
La “prohibición” a la que se refieren es la de bombardear áreas pobladas por civiles en Aleppo y que afectaba a ambas partes del conflicto; prohibición aprobada después de que Naciones Unidas interviniera para salvar a los terroristas apoyados por Occidente.
Las fuerzas de Assad habían rodeado la ciudad y cortado una de las rutas principales de abastecimiento de los escuadrones de la muerte procedentes de Turquía, convirtiendo, de esta manera, la eliminación de las fuerzas jihadistas en una fatalidad virtual.
Como escribió Somini Sengupta en el New York Times del 24 de febreroHRW dijo el martes que el gobierno de Siria había lanzado las llamadas bombas de barril en cientos de localizaciones, en pueblos y ciudades controlados por los rebeldes durante el pasado año, incumpliendo, así, una medida del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
En un informe emitido el martes, el grupo afirmaba que se basaba en imágenes captadas por satélite, fotos, videos y declaraciones de testigos para concluir que el gobierno sirio había bombardeado por lo menos 450 ubicaciones en y alrededor de la ciudad meridional de Daraa y de un mínimo de 1000 lugares en Aleppo, al norte.
El informe tomaba como punto de partida el 22 de febrero de 2014, fecha en que el Consejo de Seguridadcondenó, específicamente, el uso de bombas de barril, y se centra en el período posterior. Se trata del uso de contenedores llenos de explosivos y proyectiles que pueden herir de forma indiscriminada a la población civil, prohibido por la ley internacional.
Sólo había un problema con el mensaje de HRW, la fotografía que la organización aportó no era de Aleppo.
De hecho, los desperfectos del área poblada que mostraba la fotografía no habían sido provocados por el ejército sirio, sino por el de Estados Unidos.
La foto era, de hecho, una imagen de Kobane (Ayn al-Arab), la ciudad que ha sido escenario, durante los últimos meses, de un intenso bombardeo aéreo por parte de Estados Unidos; al tiempo que los EUA se involucran en un despliegue masivo de pelotones de la muerte y en la reestructuración geográfica del territorio soberano de Siria y de Irak.
ScreenShot107
ScreenShot108
HRW se mostraba satisfecha con el uso de la destrucción de la ciudad como excusa para condenar el gobierno de Assad y, de esta manera, seguir promoviendo el apoyo a la intervención militar estadounidense en Siria; en cambio, la organización “observatorio de los derechos humanos” parecía estar menos interesada por la destrucción provocada por las fuerzas de EUA, de igual naturaleza.
En otras palabras, si las fuerzas de Assad bombardean un área poblada hasta devolverla a la Edad de Piedra, es una atrocidad, un crimen de guerra, y una justificación para la implicación militar internacional. Si los EUA bombardean un área poblada y la devuelven a la Edad de Piedra, no es un gran qué.
Financiada, en parte, por George Soros, HRW ha sido, en repetidas ocasiones, cómplice de engaño de la OTAN y de los objetivos imperialistas estadounidenses, especialmente en Siria.
Por ejemplo, justo cuando los medios de propaganda occidental estaban desmontando la flagrante mentira sobre el uso, por parte de Assad, de armas químicas contra su propia gente, HRW se mantuvo impasible del lado de Barack Obama y John Kerry en un esfuerzo por demostrar la culpabilidad de Assad. HRW llegó hasta el punto de repetir la mentira según la cual el informe de la ONU sugería que Assad era el atacante, despojando a la propia organización de cualquier viso de credibilidad que pudiera quedarle.
Cuando, en el último momento, se alcanzó un acuerdo sobre el uso de armas químicas, apoyado por Rusia con vistas a evitar una nueva invasión de Siria por parte de OTAN/EUA, HRW no celebró la oportunidad de destruir el armamento químico pacíficamente, y de evitar una guerra, sino que atacó el acuerdo aldeclararlo “un error para garantizar la justicia”.
Obviamente, el acuerdo falló en garantizar justicia. No había disposiciones que reclamaran el castigo a los escuadrones de la muerte que, de facto, usaron las armas, o de los aparatos de la OTAN/EUA que han iniciado y controlado la invasión jihadista en primer lugar.
En cualquier caso, cuando la Madre Agnes Mariam de la Croix emitió un informe en que rebatía lo que la OTAN/EUA aseguraba sobre las armas químicas en Siria, HRW se lanzó a una campaña de acoso y derribo contra ella y su trabajo.
No obstante, es desde 2009 que HRW está mostrando su verdadera cara, cuando en reuniones secretas con la administración Obama, se sumó y apoyó la práctica de la detención/secuestro de individuos en las calles, sin juicio previo y de su confinamiento en cárceles y prisiones en otros países donde, las más de las veces, son torturados.
Si HRW gozó alguna vez de una pizca de credibilidad en cuestión de derechos humanos, la ha perdido totalmente. HRW no es más que una ONG pro-EUA, pro-OTAN, que actúa como cortina de humo para poder seguir con la violación sistemática de los derechos humanos en todo el mundo; siempre y cuando, esas violaciones sean cometidas por enemigos de EUA.

0 comentarios:

Publicar un comentario