Barrick Gold, sionismo y depredación: una sola cosa

(La empresa canadiense vista por ojos canadienses)

E ntrevistado por Nuestra Propuesta, Claude Brunelle, miembro del Partido Comunista de Canadá, opina sobre las oscuras actividades de la empresa minera Barrick Gold, que tiene en sus manos el cuestionado emprendimiento minero de Pascua-Lama. Además, de qué hablamos cuando hablamos de oro. -¿Cómo trabaja la Barrick Gold? -Ese es un tema complejo y tenemos que entender que se trata de mucho más que de su trabajo en América Latina: la compañía tiene 26 minas en operación, en las Américas, en Africa y en Australia. Otra cosa notable es que su Board of Directors (cuerpo directivo) tiene algunas personas fundamentales, como el abogado Martin Brian Mulroney, que antes de ser primer ministro de Canadá desde 1984 a 1993 siempre trabajó para las multinacionales mineras y durante su gobierno fue muy conocido por su actividad anticomunista contra los trabajadores mineros, particularmente en el Quebec. Otro actor interesante en la dirección empresarial de la Barrick es la familia Rothschild, conocida como parte de la oligarquía financiera mundial y que está dentro de las principales promotoras del movimiento sionista, que aún es importante en el pensamiento y en la actualidad de esta familia. En lo que se refiere al modo de trabajo de la Barrick Gold no es muy diferente lo que realiza en Argentina que lo que realiza en Africa o en el propio Canadá. Trabaja con total impunidad, sin preocupación alguna por el ambiente ni los trabajadores ni las comunidades ni la economía nacional del país en el que esté. Una dato de esta empresa (característico en compañías de este tipo) es que en México, por ejemplo, junto con otras empresas canadienses, ocupa el noventa por ciento del territorio dedicado a la actividad minera. Todos los días recibo informes de distintas organizaciones ambientalistas de toda Latinoamérica que denuncian los mismos problemas: utilización de cianuro, contaminación del agua, robo de la riqueza nacional y asesinatos de gente opuesta a los proyectos. -¿La Barrick Gold mata gente? -No lo diría de esa manera pero, en estos días, en Canadá hay juicio de la Barrick Gold a los autores de Noir Canada (Canadá Negro, por el libro Noir Canada. Pillage, corruption et criminalité en Afrique, de Alain Deneault, Delphine Abadie y William Sacher), que fue escrito específicamente contra la actividad de la Barrick Gold en Africa y trata de probar la complicidad de la empresa con el asesinato de quienes luchan contra ella. Se denuncia allí la complicidad de la Barrick con las autoridades locales, los paramilitares y los servicios de policía privada. La compañía argumenta que los hechos se dieron fuera del territorio que ocupa y que por eso no es responsable. Otro método que usa es dividir las comunidades, como en los lugares en que ocupa territorios de los nativos que quieren ejercer sus derechos. Entonces la Barrick Gold (y otras empresas de su tipo) les dicen a los mineros que su actividad es buena para la economía y que está ahí para dar empleos a mucha gente, así usa a los trabajadores contra las comunidades, creando luchas entre el pueblo. Después las compañías argumentan que no pueden hacer nada al respecto, que ellas sólo son empresas del pueblo en el que están. En estos días una delegación de Tanzania está en Canadá reclamando al gobierno por las actividades de la Barrick Gold en Africa (y no hablan sólo de contaminación sino de asesinato también). Pero la Barrick usa en estos casos un método que se usa mucho en Estados Unidos: ponen a la corte en contra de la gente que públicamente eleva su voz contra ellos, hablando de “difamación” y demandando por millones y millones de dólares. Entonces, como las organizaciones que se levantan en contra son chicas, no pueden sostener el caso. Es una manera de intimidar a la gente. El problema es la gran impunidad que tiene y más que de la Barrick Gold como empresa debemos evaluar la coyuntura en la que ella trabaja para permitirse esa gran impunidad. En Latinoamérica se vale de los tratados de libre comercio y de la experiencia que Canadá tiene con el Nafta. Estos tratados permiten el control de los monopolios sobre los recursos naturales de cada nación. De esto el City Bank es parte también porque unos de los miembros del Board of Directors de la Barrick Gold es también presidente del City Bank. Son un círculo de mucho poder que también enfrenta, en su accionar, al Código Napoleónico. -¿De qué manera puede explicarse eso? -Es el Código Civil de la mayoría de las naciones hispánicas, al que quieren adaptar a la British Common Law (Ley Común Británica). Sucede que bajo el Código Napoleónico se da mayor relevancia a la herencia y al Código Civil, pero con la British Common Law se da mayor importancia al emprendimiento privado. Por esemedio se logra privatizar grandes territorios indígenas para robarles y negar los derechos de los nativos. -Digamos que la ley que ellos manejan en los países de herencia británica choca con la ley que se maneja en los países hispanos. -Si van a usar los territorios de los indígenas, que dicen que por la propia Constitución son de su propiedad ancestral, necesitan cambiar las concepciones legales sobre la ocupación de territorio. Es un plan que se desarrolló hace muchos años y vino con el neoliberalismo, acompañado de la ofensiva antisocial, que más que una política es una necesidad de cambiar las estructuras para hacer que cada Estado dependa de los monopolios. No se trata sólo de la Barrick Gold, pero tienen la necesidad de tomar control de la economía internacional y establecer tipos de estado como el Estado de Israel. Usan los derechos civiles para decidir quién es parte del Estado y quién no. Quién es parte de la nación y quién no. Por ejemplo, si hablamos de la mina Pascua Lama, la mitad de ella está en Chile y la otra en Argentina. Chile tiene un tratado de libre comercio, pero Argentina no. Para la Barrick esto significa un problema porque, por las reglas que tiene este tipo de tratado, si un Estado determina que la actividad de la minera es mala para la economía o el pueblo la compañía dice: “pero aquí tenemos un tratado”. O sea: “si no podemos hacer nuestra actividad vas a pagarnos”. Como en Guatemala, que el año pasado tuvo que pagar a las mineras 800 millones de dólares de compensación. ¿Y qué puedes hacer con eso, si estamos en una economía formal que no tiene fronteras, donde no tienes territorio y tú, como Estado, no tienes ningún derecho. Es la negación de la soberanía de cada nación y, por medio de eso, de cada pueblo. Es muy profundo el cambio de paradigma que la Barrick Gold y empresas de su tipo promueven. -¿Y a Barrick le conviene trabajar minas en Canadá? -Claro, de hecho tiene minas en Canadá y las trabaja del mismo modo que en América Latina. Usa la British Common Law para apropiarse del territorio de los indígenas con la colaboración del gobierno canadiense. Tienen minas en la Columbia Británica y en el norte de Manitoba y Ontario. Por eso en Canadá no se quiere reconocer el derecho de los indígenas, que es muy distinto al del dominio británico y como algunos indígenas tienen acuerdos con los británicos desde antes de Canadá, el Estado canadiense dice “bueno, no fuimos nosotros quienes firmamos eso y no tenemos por qué reconocerlo”. -Sin embargo, se dice que en Canadá los pueblos originarios están bastante integrados al resto de la población. -Esa es una gran mentira. Los nativos canadienses viven aislados en reservas. Sudáfrica inspiró el apartheid en el sistema de reservas de los indígenas canadienses y el gobierno de Canadá es racista, aunque la mitad de la población de Canadá es un mestizaje entre franceses, ingleses e indígenas. De hecho, Manitoba fue fundada por un dirigente de la población métis (mestiza), Louis Riel. El gobierno de Canadá no quiere firmar el Tratado de Reconocimiento de los Pueblos Indígenas porque eso choca con la Barrick y empresas como esa, que quieren apoderarse del territorio, que es legalmente “Territorio de la Corona” (aunque antes era de los indígenas). Así se dan concesiones a las empresas, porque Canadá es un sistema político de herencia británica, en el que la reina, representada el gobernador general, es la soberana, no el pueblo. En Quebec no queremos a la reina, pero está su cara en los billetes. Es un problema moderno, porque el pueblo de Canadá demostró que quiere mejorar el sistema político y derribar los obstáculos entre él y el poder de decidir, pero quienes tienen el poder político y económico anacrónico quieren mantener el status quo. De qué hablamos cuando hablamos de oro La empresa minera Barrick Gold tiene una imagen mundial cada vez más negativa, sin que pesen ya los premios a la excelencia que sus muchos billetes pueda comprar en el mercado que ella misma regula. En el informe La Verdadera Historia de Bush y la Barrick Gold Corporation, escrito por Anton Chaitkin, se precisa que el invasor de Irak y Kuwait, George H. W. Bush (el primero de la dinastía belicista), fue vicepresidente de la empresa y jefe de operaciones encubiertas en los dos gobiernos de Ronald Reagan. Ahora es importante accionista y asesor honorario de la junta de asesoría internacional de la Barrick. Por otra parte, el fundador de la Barrick Gold Corporation, Adnan Khashoggi, es un saudí multimillonario, traficante de armas famoso por sus ventas a Irán. Otro de los directivos de la empresa, Peter Munk, niño mimado de la monarquía británica, es socio de Khashoggi y presidente de la empresa, además de miembro de la exclusiva secta masónica “Club 1001”, que también integra el príncipe Felipe de Edimburgo. Khashoggi fue salvador de Munk en varias causas judiciales, habrá sido por esto que cuando el saudí mismo fue arrestado en 1989 por un caso de fraude relacionado con el régimen del presidente Marcos en Filipinas, fue su amigo Peter Munk quien pagó la fianza: cuatro millones de dólares. Brian Mulroney, ex primer ministro de Canadá, anticomunista él, es ahora director y cabildero de la Barrick y asiste a Bush en su junta internacional. Al interesante acopio de oscuridades en torno de la Barrick Gold se debe sumar genocidio que comenzó en Zaire en septiembre de 1996, poco antes de la entrada de Barrick y Anglo American en su zona minera. En El Corazón de Tinieblas de George Bush, de Jeffrey Steinberg, se denuncia el colaboracionismo de la empresa con el genocidio entre fuerzas financiadas por franceses y británicos. En esta zona abunda el coltan, término que combina colombita y tantalita, metales de los que se extrae el tántalo y el niobio. La región guardaría el ochenta por ciento de las reservas mundiales y el precio de este mineral supera varias veces el precio del tungsteno y del oro (con él coltan se fabrican potentes celulares y misiles balísticos intercontinentales y es opinión generalizada que del coltan surgirá el superconductor buscado). Los enfrentamientos tribales organizados por terceros en la zona dejaron la cifra de tres millones de muertos... En Tanzania, cuatrocientas mil personas, entre mineros artesanales, granjeros, campesinos y comerciantes, fueron expulsados de Bulyanhulu, después de dos años de lucha donde gobierno y mineras reclamaban el enclave de los depósitos del oro. Más de medio centenar de mineros artesanales fueron enterrados vivos en los pozos de extracción cuando las autoridades y la compañía minera canadiense de Vancouver decidieron rellenar los pozos. En 1999, la Barrick Gold Corporation, adquirió los depósitos de Bulyanhulu al comprar la Sutton Resources y su subsidiaria de Tanzania, responsables directos de genocidio. A todo esto hay que advertir que en Argentina y Chile, específicamente en los complejos Veladero-Pascua Lama y Los Pelambres-El Pachón, ancló la Barrick y que en el cerro Famatina, la cuestionada empresa tiene un emprendimiento que se encuentra suspendido porque la Legislatura y el Consejo de Abogados provinciales formalizaron un pedido de informe ante el Ejecutivo local y la Justicia sobre el impacto ambiental previsto para la actividad extractiva. La suspensión se debió a las denuncias sobre contaminación que efectuaron vecinos del lugar, que mantienen bloqueado desde hace años el ingreso al campamento minero.