Este régimen ha sido ejemplo de “buen alumno” de las instituciones financieras internacionales, que ha desangrado a las masas populares tunecinas durante 23 años.
Fathi Chamkhi
¡Las masas populares tunecinas acaban de hacer espectacular irrupción en la escena política! ¡Han logrado al cabo de 29 días de revolución social y democrática echar al dictador Ben Ali! Ha sido una gran victoria! ¡Es un gran día para todos y todas, que compartimos con quienes luchan contra el orden capitalista mundial! Hemos reconquistado ante todo nuestro orgullo y nuestra dignidad, largo tiempo fustigadas y revolcadas en el barro de la dictadura. Ahora tenemos que construir un nuevo Túnez: libre, democrático y social.
¡Pero desde ya la contrarrevolución está en marcha! Ha caído el poder de Ben Alí pero su régimen, ciertamente debilitado y desestabilizado, trata de mantenerse en pié. El Partido/Estado Destourien está todavía allí, su política económica y social capitalista y liberal también.
Este régimen que ha sido ejemplo de “buen alumno” de las instituciones financieras internacionales, que ha desangrado a las masas populares tunecinas durante 23 años, para beneficio del capital mundial ávido de ganancias, engordando a un reducido número de familias alrededor del poder y organizadas en clanes mafiosos debe ser desterrado. ¡Es lo que queremos!
Rechazamos la tentativa de quienes tratan de confiscar nuestra revolución, maniobra que se presenta bajo la fórmula de “gobierno de unidad nacional” mediante la cual este régimen ilegítimo tarta de seguir manteniéndose.
De este modo, el poder abatido ha dejado milicias super armadas, incluida la guardia personal de Ben Ali, que están sembrando el terror en las grandes ciudades del país, especialmente en Túnez y sus alrededores. Grupos, surgidos de las masas desheredadas y hambrientas, aprovechan igualmente el caos para saquear los grandes establecimientos comerciales: Carrefour y Géant especialmente. Bandas de asaltantes se ubican en las rutas volviendo peligrosísima la circulación. Los productos de primera necesidad comienzan a faltar o no existen: el pan, la leche, los medicamentos…
El régimen desmovilizado y la policía (en las ciudades) y la guardia nacional (en el campo) dejan hacer aprovechando el caos y el miedo que cunde en la sociedad con el objeto de imponer sus propias soluciones. El establecimiento del toque de queda y el despliegue del ejército, bastante débil en efectivos y que nunca tuvieron que afrontar en el pasado este tipo de situaciones, no hacen sino agravar el miedo, porque es precisamente de noche cuando actúan las milicias armadas.
En todas partes, los ciudadanos y las ciudadanas tratan de organizar su propia defensa, en coordinación, a menudo, con el ejército, miles de comités populares de defensa de los ciudadanos se organizan para defender a la población.
Solo la conformación de un gobierno provisorio, sin ningún representante del régimen “destourien” con el objeto de preparar elecciones libres y democráticas, reguladas por un nuevo código electoral, para la constitución de una Asamblea qu permita a los tunecinos y tunecinas retomar el destino en sus propias manos y hacer reinar, en el país un orden justo y beneficioso para las mayorías.
¡Si el pueblo aspira a la vida, el destino debe subordinarse a su voluntad!
nosotros somos dueños de nuestro propio destino /pero otros piensan que son ellos...los dueños de nuestro destino / pero llega el momento de demostra que con nuestras manos somos capaces de formarlo
ResponderEliminares desde ahora hacia el futuro que el pueblo tunecino debe fortalecerse con el apoyo de la comunidad correcta a nivel mundial para avanzar en el camino correcto
hacia ese nuevo sol que ahora brilla sobre tunez
defender tricheras contra todo y contra todos...
JORGE RODRIGUEZ LAGOS