REPUBLICA DOMINICANA: Porque Leonel es un dictador. Parte I.

“La dictadura constitucional: es la forma de gobierno  donde aparentemente se respeta la Constitución, pero en realidad el poder se concentra de manera autoritaria o totalitaria en las manos de un dictador, donde este controlando, directa o indirectamente, los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, por lo que no se asienta el principio de separación de poderes, requisito indispensable para que la forma de gobierno se configure como Estado de Derecho; junto con el requisito de la consagración constitucional de los derechos fundamentales”.

Si analizamos el conducir político del presidente actual de la Rep. Dominicana y a la luz de las definiciones modernas del concepto dictadura,  veremos mucha similitud, tanta que movería a procuración cualquiera que enarbole los principios de la democracia.

Es la estudiar detenida y exhaustivamente que es un dictador moderno donde nos daremos cuenta, como el Dr. Fernández trata de erigir una imagen celosamente cuidada en el imaginario colectivo de Mesías salvador del status/quo, de este país caribeño, justo cuando este pasa por una marcada escasez de “opciones democráticas alternativas”, una imagen maquiavélicamente elaborada en FUNGLODE fruto de un mercadeo político, basado en estudios de la opinión publica y de la realidad social dominicana.

La estrategia de mantenimiento de la imagen del presidente de la República le cuesta al estado, según los gastos presupuestarios oficiales, algunos 6,000 millones de pesos, eso sin contabilizar los miles de millones que se gastan sin registros desde otras instituciones y organizaciones con un carácter netamente proselitistas o propagandistas; la finalidad claramente mediática, la construcción de unos lentes oscuros que distorsionen y creen significados a favor del poder fáctico de este presidente.

La idea esencial es que no hay más caminos, dejémonos llevar por este aristócrata iluminado, enviado del cielo, destino de la nación, líder, maestro, guía, única esperanza, salvador de hecatombes, rey midas de la macroeconomía, gurú del crecimiento económico y el progreso, conductor de una sociedad metro y quien sabes si próximamente Co/Mesías de Jesucristo y quien sabe si aspirante a Dios, entre las decenas de adjetivos, que bombardeados subliminal y descaradamente a una población que se enfrenta a diario en su cotidianidad a una realidad de sobrevivencia difícil.

El discurso y la retórica calan de cualquier manera, ya sea acompañado de una solidaricart, de un empleito y para aquellos que tienen otras necesidades, la benefactoria de el reinado del León ofrece títulos y cargos, honoríficos o remunerados, en la cortesanía del progreso.

Se mantienen las imágenes formales de institucionalidad y separación de poderes del estado, aunque sea una mera ilusión, ya que los diversos aparatos estatales están  ocupados por lacayos y comendadores puestos allí, para administrar y garantizar los intereses del Dr. Fernández.

Solo basta ver las sentencias de la Suprema Corte de Justicia, las resoluciones de la junta central y electoral, las legislaciones y adulaciones que emanan del congreso, los informes maquillados de la cámara de cuentas, etc. todo esta marcado por la voluntad palaciega y hay  del que se oponga.

La realidad de la dictadura Fernández muestra su verdadera cara, solo cuando son probados los diversos mecanismos e instituciones de equilibrio de los poderes de las instancias públicas, solo basta rememorar los casos: Sun Land, La Reforma Constitucional del 2009, el Tribunal Constitucional, la lucha del 4% para la educación, entre otras,  para darse cuenta de que en todos estos casos los diversos poderes del estado en vez de actuar independientes no fueron mas que sellos gomigrafos para legitimar los caprichos de un presidente que imita a la gata de María Ramos, que tira piedras y esconde la mano.

Y aunque en Rep. Dominicana se vale denunciar y protestar, es mas es una práctica que le conviene al gobierno pues contribuye a mantener la imaginen de un gobierno que es democrático por que deja que haga catarsis dejando que el pueblo y los periodistas despotriquen contra el, los acuse de corruptos, etc. Al fin y al cabo eso es necesario como válvula de escape de la ira social, pues ayuda a que esa ira no se acumule y termine acabando con el régimen, y es hay donde adquiere su verdazo sentido de Dictadura moderna, pero vale preguntar, ¿para que protestar en este despotismo moderno si al final de cuentas al tirano le da lo mismo?

Nadie en un clima de aparente “Democracia” en los anos de vida republicana había logrado alcanzar una acumulación de poder tan grande, y es ante esta realidad donde tenemos que empezar a reaccionar contra el sistema que nos imponen ideológicamente desde FUNGLODE y fácticamente desde PALACIO.

El ajedrez político indica que hoy mas que nunca necesitamos sacar a LEONEL, si es verdad que lo que perseguimos es un país que camine hace mayores niveles de democracia, concepto que sigue cargado de la idea de que el poder debe estar en manos de las personas.

¿Cómo puede existir democracia en un país, donde quien ostenta todo el poder político y fáctico no le hace caso a las necesidades, demandas y preocupación de los ciudadanos?

Por: Alexander Mundaray