Por Fortune Modeste Valerio. Apoyado en una resolución insólita y guerrerista del Consejo de Seguridad de la ONU, los Estados Unidos de Norteamérica y sus aliados han lanzado más de 250 misiles al territorio de Libia. Los heridos y las muertes de civiles se cuentan por millares. La destrucción de sus carreteras, edificios, casas y demás infraestructura es catastrófica.
Intervenir en los asuntos internos del pueblo libio, para proteger y alimentar la oposición al régimen del coronel Muammar Gaddafi, es una violación flagrante a la autodeterminación y el respeto a la soberanía e independencia de los pueblos. Que pueden dirimir sus problemas con plena libertad de decisión. Imponer la voluntad de los países imperialistas, es una condición inaceptable que todos los pueblos del mundo deben de levantar y reclamar.
El aire, la tierra y el agua, forman partes indisolubles de la soberanía de Libia. De ahí, que la grosera y cobarde agresión e intervención es una violación a los principios originales que le dieron nacimiento a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Los planes de los países imperialistas que encabeza los Estados Unidos (en una primera etapa), es "desestabilizar" el Medio Oriente, Países Árabes y el Norte de África, para colocar regímenes títeres y serviles que les puedan permitir adueñarse de sus riquezas naturales.
Los bestiales ataques aéreos y navales contra el pueblo libio, han permitido crear una falsa "zona de exclusión aérea", para alimentar en tecnología, armas y logística a los "cruzados o ratas del imperio", como le llaman a los opositores del coronel Gaddafi.
Las fuerzas de los "cruzados o ratas del imperio" avanzan casi sin encontrar resistencia. Han consolidado sus posiciones en la ciudad de Bengasi y han penetrados en las ciudades de Ajdabiya y Brega. No hay duda, a base de fuego y sangre los países imperialistas pretenden imponer su voluntad ante un débil país; pero que ha demostrado capacidad de resistir y combatir a la intromisión extranjera.
Los centenares de misiles disparados por los aviones y barcos norteamericanos, franceses y británicos, han destruidos la aviación, las defensas antiaéreas, tanques, carros de asaltos y blindados libio. Noticia impactante y esperadas por las grandes industrias de armas y municiones de los países imperialistas, Rusia y China.
No obstante, las centenares de misiles Cruise que han alcanzado el territorio libio, muchos de los cuales contienen ojivas de uranio empobrecido con alto poder destructivo, venenoso y radioactivo. El pueblo de Libia, respira y resiste. Una prueba más de los planes colonialistas de los países imperialistas.
Se pretende bañar en sangre a los países del Norte de África, Medio Oriente, Cáucaso y Asia Central. El rio sangriento de muertes, heridos y destrucción es la salida inmediata del imperialismo para imponer regímenes serviles.
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