Violenta represión en todo el país no detiene el Paro Cívico Nacional
Giorgio Trucchi | Rel-UITA
Ataque a la sede del STIBYS
La violenta represión desatada la mañana de hoy (30 de marzo) por el régimen opresor de Porfirio Lobo, no ha detenido la gran movilización popular que se ha extendido en todo el país, en el marco del Paro Cívico Nacional decretado por el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP). Pero ha dejado como saldo el ataque violento a la sede del STIBYS, disparos a matar en el Bajo Aguán y decenas de heridos en todo el territorio nacional.
Honduras amaneció hoy semiparalizada, con cortes de carreteras en todo el país. Desde primeras horas de la mañana llegaban informaciones de las diferentes movilizaciones que estaban paralizando el tráfico nacional e internacional.
En la capital Tegucigalpa, la población en resistencia se desplazó en varios puntos de la ciudad, tomándose las principales arterias y los puentes vehículares.
Mientras tanto, centenares de maestros y maestras, que luchan para que no se privatice la educación y contra la brutal represión desatada en las últimas dos semanas, se reconcentraron frente las instalaciones de la Corte Suprema de Justicia, exigiendo la liberación de 20 colegas acusados de manifestación ilícita y sedición.
Ante esta nueva demostración de fuerza y capacidad de movilización del pueblo hondureño, el régimen sucedáneo del golpe de Estado mostró nuevamente su verdadera cara, al reprimir por segunda semana consecutiva al pueblo en resistencia.
“Están reprimiendo en todo el país, sin embargo la gente está resistiendo en Progreso, San Pedro Sula, Santa Rosa de Copán, Olancho, Colón, aquí en la capital y en muchos otros lugares. Han vuelto a tomarse las carreteras y siguen luchando”, dijo a Sirel, la coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), Bertha Cáceres.
“Estamos peor que en los primeros días del golpe de Estado, sin embargo la gente ha aprendido y tiene una mayor capacidad de respuesta a la represión.
Estamos defendiendo nuestros derechos, nuestra territorialidad y nuestras conquistas. Estamos convencidos de que esta movilización permanente no va a parar”, aseveró Cáceres.
La directiva del COPINH condenó también la política hipócrita de Estados Unidos, que sigue financiando los cuerpos represivos del Estado y mantiene sus tropas desplazándose en territorio hondureño.
STIBYS bajo asedio
Durante la brutal represión ordenada por el régimen hondureño, la sede del combativo Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS) ha sido violentamente atacada, con un saldo de varios heridos y detenidos.
“Las organizaciones sindicales y populares tomaron las carreteras frente al STIBYS desde las 6:30 de la mañana. A las 10:30 centenares de efectivos policiales y militares nos atacaron con bombas lacrimógenas y tanquetas lanza-agua, cargadas con líquido urticante. Comenzaron a golpear salvajemente a las personas y a perseguirlas por los barrios cercanos a nuestra sede”, dijo a Sirel, el vicepresidente del STIBYS, Porfirio Ponce.
Muchas personas buscaron refugio en la sede del STIBYS. Eso no detuvo la violencia criminal.
“Desde la calle empezaron a disparar bombas lacrimógenas dentro de nuestra sede. Ya no se podía respirar, muchas personas fueron trasladadas al hospital y hay detenidos.
Pese a la represión no nos van a intimidar, ni a detener. Vamos a seguir con esta lucha, que es del pueblo hondureño en defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, de las conquistas sociales, por la educación y salud pública, contra las políticas neoliberales.
Este régimen –continuó Ponce- surge de un proceso viciado y es continuación del golpe. En Honduras no hay institucionalidad, y los poderes fácticos que controlan el país quieren llegar hasta las últimas consecuencias.
Pero aquí hay un pueblo que no se va a callar. Ya llevamos más de dos semanas siendo reprimidos y seguimos en la calle. Mañana vamos a movilizarnos nuevamente y hacemos un llamado a la solidaridad internacional para que denuncie lo que está pasando”, concluyó el vicepresidente del STIBYS.
Mientras se terminaba de redactar esta nota, el dirigente magisterial y directivo nacional del FNRP, Wilfredo Paz, comunicó a Sirel que la policía abrió fuego contra los manifestantes en el Bajo Aguán. El saldo es de varios heridos.
“La policía nos desalojó con violencia y comenzaron a perseguir a las personas disparando balas vivas. La gente se reagrupó y trató de volver a cortar la carretera en la zona de Sonaguera”.
Hay decenas de heridos a lo largo y ancho del país, la policía disparó contra profesores, campesinos y miembros de la Resistencia”. Además la policía invadió la Universidad Autónoma de Honduras, con igual hostilidad, los estudiantes están resistiendo pero el cerco es cada vez mayor.
Honduras amaneció hoy semiparalizada, con cortes de carreteras en todo el país. Desde primeras horas de la mañana llegaban informaciones de las diferentes movilizaciones que estaban paralizando el tráfico nacional e internacional.
En la capital Tegucigalpa, la población en resistencia se desplazó en varios puntos de la ciudad, tomándose las principales arterias y los puentes vehículares.
Mientras tanto, centenares de maestros y maestras, que luchan para que no se privatice la educación y contra la brutal represión desatada en las últimas dos semanas, se reconcentraron frente las instalaciones de la Corte Suprema de Justicia, exigiendo la liberación de 20 colegas acusados de manifestación ilícita y sedición.
Ante esta nueva demostración de fuerza y capacidad de movilización del pueblo hondureño, el régimen sucedáneo del golpe de Estado mostró nuevamente su verdadera cara, al reprimir por segunda semana consecutiva al pueblo en resistencia.
“Están reprimiendo en todo el país, sin embargo la gente está resistiendo en Progreso, San Pedro Sula, Santa Rosa de Copán, Olancho, Colón, aquí en la capital y en muchos otros lugares. Han vuelto a tomarse las carreteras y siguen luchando”, dijo a Sirel, la coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), Bertha Cáceres.
“Estamos peor que en los primeros días del golpe de Estado, sin embargo la gente ha aprendido y tiene una mayor capacidad de respuesta a la represión.
Estamos defendiendo nuestros derechos, nuestra territorialidad y nuestras conquistas. Estamos convencidos de que esta movilización permanente no va a parar”, aseveró Cáceres.
La directiva del COPINH condenó también la política hipócrita de Estados Unidos, que sigue financiando los cuerpos represivos del Estado y mantiene sus tropas desplazándose en territorio hondureño.
STIBYS bajo asedio
Durante la brutal represión ordenada por el régimen hondureño, la sede del combativo Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Bebida y Similares (STIBYS) ha sido violentamente atacada, con un saldo de varios heridos y detenidos.
“Las organizaciones sindicales y populares tomaron las carreteras frente al STIBYS desde las 6:30 de la mañana. A las 10:30 centenares de efectivos policiales y militares nos atacaron con bombas lacrimógenas y tanquetas lanza-agua, cargadas con líquido urticante. Comenzaron a golpear salvajemente a las personas y a perseguirlas por los barrios cercanos a nuestra sede”, dijo a Sirel, el vicepresidente del STIBYS, Porfirio Ponce.
Muchas personas buscaron refugio en la sede del STIBYS. Eso no detuvo la violencia criminal.
“Desde la calle empezaron a disparar bombas lacrimógenas dentro de nuestra sede. Ya no se podía respirar, muchas personas fueron trasladadas al hospital y hay detenidos.
Pese a la represión no nos van a intimidar, ni a detener. Vamos a seguir con esta lucha, que es del pueblo hondureño en defensa de los derechos de los trabajadores y trabajadoras, de las conquistas sociales, por la educación y salud pública, contra las políticas neoliberales.
Este régimen –continuó Ponce- surge de un proceso viciado y es continuación del golpe. En Honduras no hay institucionalidad, y los poderes fácticos que controlan el país quieren llegar hasta las últimas consecuencias.
Pero aquí hay un pueblo que no se va a callar. Ya llevamos más de dos semanas siendo reprimidos y seguimos en la calle. Mañana vamos a movilizarnos nuevamente y hacemos un llamado a la solidaridad internacional para que denuncie lo que está pasando”, concluyó el vicepresidente del STIBYS.
Mientras se terminaba de redactar esta nota, el dirigente magisterial y directivo nacional del FNRP, Wilfredo Paz, comunicó a Sirel que la policía abrió fuego contra los manifestantes en el Bajo Aguán. El saldo es de varios heridos.
“La policía nos desalojó con violencia y comenzaron a perseguir a las personas disparando balas vivas. La gente se reagrupó y trató de volver a cortar la carretera en la zona de Sonaguera”.
Hay decenas de heridos a lo largo y ancho del país, la policía disparó contra profesores, campesinos y miembros de la Resistencia”. Además la policía invadió la Universidad Autónoma de Honduras, con igual hostilidad, los estudiantes están resistiendo pero el cerco es cada vez mayor.
Fotos de Pablo Carbaja
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