“¿Los campesinos no tienen pan? Pues que coman pasteles”: con esta frases atribuida a la reina Marie-Antoinette en vísperas de la Revolución Francesa, la ONG Oxfam Francia organizó el miércoles una falsa cumbre del G8 en París para llamar la atención sobre la crisis alimentaria en el mundo.
Los hombres vestidos con jubón de seda sobre pechera de encaje y la única mujer (Angela Merkel) con vestido largo, collar de perlas de tres vueltas y abanico: ocho cabezudos con las caras de los ocho dirigentes del G8 se instalaron en el Campo de Marte, al pie de la Torre Eiffel.
Sobre fondo musical de la “Flauta Mágica” de Mozart, los ocho “dirigentes” del G8, con una copa de champán en la mano, posaron para la prensa con junto a platos de pasteles.
Con esta ambientación, estilo Palacio de Versalles, Oxfam Francia quería recordar que “la crisis alimentaria no ha terminado y que 925 millones de personas siguen sufriendo de hambre en el mundo”.
La ONG también subrayó que las promesas de ayuda a los países pobres lanzadas con regularidad por los Estados miembros del G8 nunca se cumplen por completo.
La cumbre del G8 -que reúne a EEUU, Rusia, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá- tendrá lugar el jueves y viernes en Deauville, en el noroeste de Francia.
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