Foto: EFELa mayoría son jóvenes convocados por distintos nombres como "Movimiento 15-M", "Democracia Real Ya" o "Indignados", que piden cambios políticos y sociales, además de mostrar su rechazo a la clase política y económica.
Miles de personas, mayoritariamente jóvenes, se han vuelto a concentrar hoy en numerosas ciudades, especialmente en la Puerta del Sol de Madrid, donde la Junta Electoral Provincial prohibió la protesta por considerar que afecta a la campaña electoral.
Hoy se cumple la cuarta jornada de las protestas de miles de jóvenes convocados por distintos nombres como "Movimiento 15-M", "Democracia Real Ya" o "Indignados", y que piden cambios políticos y sociales además de mostrar su rechazo a la clase política y económica.
En la madrileña Puerta del Sol, que se ha convertido en el foco central de las protestas, miles de personas se han ido uniendo a lo largo del día a los jóvenes que pernoctaron en la céntrica plaza madrileña hasta llenarla por la tarde.
Algunos de los presentes han advertido que pese a la desautorización de concentración realizada por la Junta Electoral provincial en caso de desalojo se resistirán pacíficamente y si les echan regresan mañana.
La Junta Electoral considera que "la petición del voto responsable", a la que hacen referencia los convocantes, "puede afectar a la campaña electoral y a la libertad del derecho de los ciudadanos al ejercicio del voto".
Pese al anuncio de la Junta y el aviso de la Delegación del Gobierno de Madrid que se hará cumplir la ley en relación a la concentración convocada, miles de jóvenes han ido acudiendo a la convocatoria hasta la céntrica madrileña, rebautizada ahora como "Plaza Solución".
La Policía pide la documentación a los jóvenes que intentan acceder a la Puerta del Sol, aunque ello no desanima a los miles de participantes en la concentración.
Jóvenes universitarios, parados y mileuristas sobre todo, pero también personas de más edad, inmigrantes y jubilados se han ido sumando durante el día a las protestas que en algunas ciudades han contado con el apoyo y la complicidad de vecinos y comerciantes que han echado una mano con la logística y la intendencia.
La prohibición se ha hecho extensiva a otras ciudades. Es el caso de Oviedo donde los cerca de 200 "indignados", bajo una intensa lluvia, mantienen su protesta hasta que los "echen".
"No nos asustan cuando nos dicen que nos quieren echar y, si no echan mañana, volveremos pasado", ha explicado uno de los jóvenes que encabeza la protesta.
En Granada, la Junta Electoral Provincial ha prohibido las concentraciones convocadas en la plaza del Carmen y en el Paseo del Salón de Granada, después de que se solicitara permiso a la Subdelegación del Gobierno para llevarlas a cabo.
Fuentes de la Subdelegación del Gobierno han informado a Efe de que la prohibición afecta a las concentraciones convocadas en ambas zonas de la capital granadina los días 18, 19 y 20 de mayo.
Las fuentes han precisado que la Junta Electoral justifica su decisión al entender que este tipo de actos "tratan de inferir en el proceso electoral" y en la "transparencia" del mismo.
Además en otras localidades las concentraciones han transcurrido sin incidentes y con la intención, como es el caso de Barcelona, de prepararse para una larga temporada.
Otro de los hechos destacados de la jornada se ha producido en Sevilla donde, por primera vez, los sindicatos UGT y CCOO han sido blanco de las críticas.
Los alrededor de tres centenares de personas que, según la policía local, se han reunido en la Plaza de la Encarnación han coreado frases como "CCOO y UGT, la misma mierda es" o "PSOE y PP la misma mierda es".
Sin líderes claros, sin más organización que la que surge en cada una de las concentraciones, los diferentes grupos van aportando ideas, lemas y propuestas.
Así, el movimiento "Democracia Real Ya" ha convocado para el sábado en Vitoria un acto reivindicativo en el que se pide que los asistentes acudan a la concentración convocada vestidos con alguna prenda amarilla bajo el lema "Ola amarilla-Ibiltarri horiak-Yellow people in live".
Al mismo tiempo que la protesta se materializa en las plazas de las ciudades, las reivindicaciones de estos colectivos se extienden como la pólvora e inundan las redes sociales.
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