El movimiento estudiantil ha jugado por décadas un papel importante en las luchas por una mejor sociedad en nuestro país. La cuota de sacrificio e incidencia ha sido superior a su porcentaje en la sociedad.
Del seno del movimiento estudiantil han surgido grandes líderes políticos y la mayoría de los dirigentes de las organizaciones de izquierda dominicanas.
Es evidente entonces que, un movimiento estudiantil amplio y fuerte, redunda en organizaciones de izquierda más grandes y fuertes.
Y esto es así porque el estudiantado está compuesto en su inmensa mayoría de gente joven: las personas más proclives al cambio y al mayor nivel de sacrificio.
Desde mediados de los años 80 se percibe un constante y creciente debilitamiento del movimiento estudiantil y de su incidencia en la sociedad dominicana.
Nuestra experiencia como exdirigente estudiantil en la secundaria y la universidad, nos hace pensar que ese declive del movimiento estudiantil dominicano se debe al abandono por diversas circunstancias del trabajo organizativo en las instituciones de educación secundaria del país.
El trabajo organizativo en la secundaria, además de su inmenso potencial en las luchas sociales, se refleja posteriormente en las organizaciones estudiantiles universitarias, las cuales se enriquecen y fortalecen con la inyección de una importante cantidad de dirigentes estudiantiles con formación, experiencia e incidencia en las masas estudiantiles, y esto, a su vez, fortalece orgánicamente a la izquierda, al aumentar la cantidad y calidad de su membresía.
En el país, fruto de la lucha por el cumplimiento de la ley 66-97 que manda asignarle el 4% del PIB a educación, se ha generado una coyuntura favorable para el relanzamiento del movimiento estudiantil de secundaria. Con las banderas de la lucha por una educación digna, las existentes organizaciones estudiantiles tendrían paso franco en las instituciones educativas secundarias, abriendo la posibilidad de organizar al estudiantado en dichos centros educativos.
Consciente de que, en la actualidad, ninguna de las organizaciones estudiantiles existentes en el país cuenta con presencia orgánica en todo el territorio nacional, extiendo a todas ellas en su conjunto la propuesta de que, juntas y de forma coordinada, asuman la tarea de aprovechar esta coyuntura para organizar al estudiantado de secundaria.
Sugiero que de aceptarse esta propuesta, las organizaciones estudiantiles de izquierda, formen comisiones integradas por la dirigencia existen en cada localidad, que se encarguen de recorrer las instituciones educativas de secundaria, que convoquen a asambleas estudiantiles generales en cada liceo para promover la creación de comités estudiantiles locales por una educación digna.
De las personas voluntarias para integrar cada comité, se elegirían algunas para asumir ciertas responsabilidades específicas que hagan operativos dichos mecanismos.
De esas personas, las organizaciones estudiantiles podrán reclutar a aquellas más dispuestas y mayor capacidad dirigencial para integrarlas con carácter permanente a las respectivas organizaciones.
Propongo que se aproveche de aquí al inicio del próximo año lectivo para que las organizaciones estudiantiles de izquierda se reúnan, se organicen y elaboren una un plan conjunto, a fin de estar listas para asumir esta tarea tan pronto empiece el año escolar.
Tanto yo, como otros exdirigentes estudiantiles hoy independientes, estamos en la mejor disposición de colaborar en esta importante tarea para el fortalecimiento futuro de la izquierda dominicana.
Alfredo García.
politifilo@gmail.com
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