jueves, 26 de mayo de 2011

[video] Silenciar la sangre sobre Bahrein

En la isla de Bahrein, una cruel represión,esponsorizada por los Estados Unidos, intenta dejar sin voz a la mayoría chií. Mientras tanto,Europa y Estadios Unidos silban para fingir que nada sucede.
PURA MARÍA GARCÍA | http://lamoscaroja.wordpress.com/
Bahrein es una isla ensangrentada ante la que Europa y los Estados Unidos la actitud más cobarde: fingir indiferencia, desconocimiento de la gravedad de la represión asesina de la monarquía de los Al Jalifa. Hablo de una actitud bien distinta a la que, como salvadores y garantes del orden mundial, ambas potencias (¿?) han tomado con Libia y Afganistán, entre otros. Nada sucede porque sí, en términos políticos y sociales. Nada nace y se realiza sin una planificación cuidadosa. Las masacres se gestan, al igual que la fingida indiferencia.
En Bahrein, una monarquía reducida, la de los Al Jalifa, pertenecientes a los suní, gobierna a la población, mayoritariamente chií. Hasta la pequeña isla llegó el movimiento que ha sido denominado por muchos como el despertar de Oriente, culminando en protestas pacíficas, en un principio, cuya respuesta, por parte de los Al Jalifa ha sido una sucesión de asesinatos a sangre fría, arrestos que violan los derechos humanos e incluso la detención de profesionales pertenecientes a organizaciones de ayuda humanitaria y médicos que han intentado socorrer a las víctimas de la cruenta represión. ¿Qué papel toman los Estados Unidos y su aliada Europa ante esta ola de represiones, esta masacre? Sospechosamente ninguno. Sospechosamente.
Según la información que ha proporcionado Rodney Shakespeare, miembro del Comité Contra La Tortura en Bahrein, no es casual que los Estados Unidos silben y miren hacia otro lado. Según él, son precisamente los Estados Unidos los principales instigadores de la masacre, ya que su política exterior está veladamente controlada por la sionista Israel. Desde Febrero, los asesinatos, torturas, arrestos y violaciones de los derechos humanos se suceden, contabilizándose extraoficialmente un número de detenidos que ya supera las 500 personas.
Tras una supuesta pantomima democrática, tras un pseudo-parlamento, la dinastía Al Jalifa ha gobernado la isla desde finales del siglo XVIII, los ministros se designan sin ningún tipo de pudor del modo menos democrático posible, siendo el rey quien escoge más del 80% de su “equipo”. La dinastía dominante ha estado propiciando los puestos de trabajo y la accesibilidad a tener una vivienda, entre otros “privilegios” a quienes son de su misma etnia, los suní, pero asegurándose con determinación, y veladamente, de que la mayoría de la población, los chií, permanezcan en una pobreza que aumenta, día a día, y que ha propiciado que el pueblo decidiese alzar la voz.
Mientras Europa y América hacen oídos sordos ante esta masacre, un buen número de personas que han sufrido torturas ha logrado hacer llegar a la opinión pública internación el relato de una muerte lenta y una violencia espeluznante. Más de 25 activistas de organizaciones pro-derechos humanos han sido detenidos en los días en que se prolongó el primer Día de la Ira en Bahrein. Algunos, como Abduljalil Al-Singace, Profesor de Ingeniería de la Universidad de Bahrein y director de del movimiento opositor, el movimientoHaq, ha relatado las torturas de las que fue objeto antes de perder la audición. Todos ellos, activistas y defensores de la dignidad del pueblo chií, han sido declarados sospechosos de estar vinculados a grupos terroristas.
De nuevo, si nos preguntamos por qué callan Europa y sus amigos americanos, encontraremos una razón económica, como no, de tanto peso como para justificar que se permita la aniquilación, asesinato y violación en masa. Bahrein es uno de los amigos fieles de Europa y de los del país de Obama, uno de los principales compradores de armas occidentales y sede del importante cuartel de la Quinta Flota de EEUU. Clinton critica abiertamente al monarca de Bahrein, pero el valiente Obama, calla y silba para asegurarse que sus tropas, sus chicos, su flota puede permanecer en un enclave que, aunque pequeño, garantiza un lugar de privilegio ante Arabia Saudí, el verdadero miedo de los Estados Unidos, con el trasfondo obvio del poder de la industria petrolífera, de nuevo.
La voz de los oprimidos en Bahrein ha llevado a más de 100.000 personas a alzarse en muna manifestación que cruzó Manama, la capital de esta isla, cuya población ronda el millón y medio de habitantes, de los cuales más de la mitad son ciudadanos inmigrantes a los que se les niega “oficialmente” los derechos más elementales. Al otro lado, la monarquía reinante duplico su poder opresor al recibir, una vez más el apoyo poderoso, de de otros estados del Golfo, especialmente Arabia Saudí, tomando forma de represión sangrienta, encabezada por parte del ejercito saudí y militares enviados por el Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico.
No es la primera vez que Arabia Saudí interviene militarmente para “ayudar” a la monarquía de Bahrein, ya lo hizo, con un balance “oficial” de más de 40 víctimas, en 1994.
Estados Unidos silba y mira, como es su costumbre, hacia otro lado: Obama, ese mismo que ayer sonreía como preso de un encantamiento por participar como personaje principal en un cuento de hadas, princesas y reinas, junto a la monarca de sus amigos ingleses, no desea alterar el “orden” con el   que, poco a poco, van organizando el mundo a su anchas. Decía ayer, sin alterar su gesto de bondad artificial, que “el poder que tenemos (se refería a su país y al país de la reina inglesa) no es la extensión de nuestros territorios (que cada vez va siendo mayor a costa de la represión, la tortura, la colonización imperialista, y la intervención y esponsorización de conflictos e instigación de combates) sino nuestros valores, esos que nos sustentan y hemos de transmitir”.
Tras esos “valores” tan llenos de pretendida dignidad, se esconde permitir el asesinato, la opresión y la violación de derechos humanos en una isla que le facilita, entre otras cosas, mantener una flota preparada para intervenir en los números ataques intervencionistas e imperialistas (ELLOS les llaman “procesos de transición”) en los que “participan”; mantener una llave geográfica de poder y un área de acceso al petróleo y el control estratégico del Golfo Pérsico y parte del mar Rojo.
Obama, el mismo que exhortó a la OTAN para intervenir y hacer cesar los “crímenes contra la humanidad” que, supuestamente, estaban cometiéndose en Libia, hoy guarda silencio sobre otra cruel represión en el mundo árabe, en Bahrein. Parece claro, a pesar de que los poderosos se empeñen en fingir lo contrario, que Europa y Estados Unidos no desean, realmente, procesos democráticos en los países árabes que demandan lo que aquí, en Europa, veríamos como unos “derechos mínimos”, intentan ganar tiempo y gestionar la extensión de su dominio orquestando un grupo de “sustitutos” a los dictadores imperantes hasta la fecha; sucedáneos de gobernantes; títeres con bolsillos llenos de cartas marcadas, con barras y estrellas. Parece claro que por encima de la voluntad de hacer prevalecer y garantizar los derechos humanos, lo que impera, por obra y gracia americanaeuropea es la predominancia, absurda e irracional de lo que los poderosos llaman y justifican como “lógica geopolítica”. ¿Lógica? ¿Tiene la opresión alguna justificación lógica?
  VER EL VÍDEO DE ADAM HANIEH SOBRE LA CRUENTA REPRESIÓN EN BAHREIN:
http://www.youtube.com/watch?v=CvSpnvipRIA
http://lamoscaroja.wordpress.com/
 


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