Mabel Bellucci, periodista, ensayista, activista feminista y queer, autora de "Orgullo.Carlos Jáuregui, una biografía política" que refleja los primeros pasos del movimiento LGTT en el país.
Sonia Santoro | Artemisa Noticias |
Mabel Bellucci, periodista, ensayista, activista feminista y queer presenta un nuevo libro: "Orgullo.Carlos Jáuregui, una biografía política', por Editorial Emecé- Planeta.
Aquí la autora intenta sintetizar cuatro años de trabajo con un pionero del movimiento GLTTB.
-¿Como surge la idea del libro?
Aquí la autora intenta sintetizar cuatro años de trabajo con un pionero del movimiento GLTTB.
-¿Como surge la idea del libro?
Nació como un proyecto de mesa redonda para homenajear a Carlos Jáuregui. Esa era mi intención. Fue Martín De Grazia quien me propuso que escribiésemos juntos su biografía. 3 de noviembre de 2007, ese fue el día y el año en que me puse manos a la obra.
-¿Cómo definirías esta biografía?
Por mi intenso trabajo en los archivos, los documentos me llevaron a tomar caminos inesperados. Para decirlo con claridad: no quería escribir una biografía de Carlos Jáuregui, sino que él fuese una excusa, una caja de herramientas que le sirviese al activismo del presente para entender sobre el pasado de los movimientos que hoy integran. Aumentaba mi adrenalina hablar de su vida pública, es decir, su militancia centrada en Buenos Aires hasta su muerte. La infancia, su adolescencia y juventud en La Plata, sus viajes a París y a New York, no aportaban demasiado a mi búsqueda.
El género literario híbrido que encontré para darle forma a esa negociación es el que yo llamo 'biografía política'. Lejos de
popularizar los detalles de una vida cuya intimidad conocí mucho menos que otros, me impulsa una lectura que considero clave: probar que con Carlos Jáuregui se inauguró y se cerró en la Argentina un perfil de activista de la diversidad sexual que tuvo como vector para el éxito no sólo la visibilidad mediática, que fue un hecho sustantivo, sino también y en la misma medida la capacidad de articular coaliciones con otros movimientos sociales.
-¿Cómo fue la investigación?
-¿Cómo fue la investigación?
Primero, comencé a recabar información sobre Carlos, navegando por distintas páginas de internet. Al mes siguiente, un amigo de La Plata, Juan Grigera, economista y militante de izquierda, me puso en contacto con Laura Lenci, responsable de la 'Dirección de Inteligencia de la Policía Federal' (DIPBA), área incorporada a La 'Comisión Provincial de la Memoria', de la Provincia de Buenos Aires.
Ella nos suministró el legajo abierto por averiguación de antecedentes de Carlos y de la CHA. Increíble pero real.
Ella nos suministró el legajo abierto por averiguación de antecedentes de Carlos y de la CHA. Increíble pero real.
En un tórrido enero de 2008, empecé las primeras lecturas de diarios y revistas de los años ochenta. Para ello, acudí a la hemeroteca del Taller Escuela Agencia (TEA). Revisé un interminable abanico de
revistas, como El Porteño, La Maga, Humor, Noticias, Somos, Página 30, Libre, Siete Días, Ahora, Flash, entre otras de la época.
Literalmente, casi el verano entero estuve encerrada en la hemeroteca y en un barcito de la zona, en búsqueda de rastros y señales y pistas que nos permitiera reconstruir la travesía pública de Carlos.
Literalmente, casi el verano entero estuve encerrada en la hemeroteca y en un barcito de la zona, en búsqueda de rastros y señales y pistas que nos permitiera reconstruir la travesía pública de Carlos.
En la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) se revisó el archivo de la Asociación pero sin avanzar demasiado. Anteriormente, Marcelo Ferreyra había facilitado un material importantísimo compuesto de fotos, escritos de Carlos en fotocopias y originales, y reportajes hechos a él. Abrí otro frente de investigación en otra hemeroteca, la de la
Biblioteca Nacional. Allí, revisaba diario por diario: La Nación; Tiempo Argentino; Clarín; Página 12; La Prensa; Diario Popular, Ámbito Financiero, Crónica, La Razón, Cronista Comercial y varios mensuarios, como El Periodista. Poco después, me mudé a la Biblioteca del Congreso.
-¿Hubo algúnmomento que recordás especialmente en la búsqueda de información?
El salto importante fue, casi cerrando el año, cuando pude fotocopiar íntegramente las carpetas bajo el nombre de 'Carlos Jáuregui' y de 'la CHA', como así también de las primeras Marchas del Orgullo Gay en Buenos Aires', en el archivo del Diario Crónica, en ese entonces en la calle Garay. Otro hallazgo en esta historia fue que el periodista, Julio Sevares, me permitió revisar el archivo del diario Clarín.
Hice el primer viaje a La Plata, ciudad oriunda de Carlos para entrevistar a dos viejos y queridos compañeros universitarios, personas de su círculo íntimo: Alfredo Triana y Willy Vigo. Laura Lenci fue quien me relacionó con ellos.
En rigor, la acumulación de material fue inevitable. Hoy, al reconstruir estos hechos reconozco una tarea titánica que, por momentos (debo confesar) fue un desborde.
Hice el primer viaje a La Plata, ciudad oriunda de Carlos para entrevistar a dos viejos y queridos compañeros universitarios, personas de su círculo íntimo: Alfredo Triana y Willy Vigo. Laura Lenci fue quien me relacionó con ellos.
En rigor, la acumulación de material fue inevitable. Hoy, al reconstruir estos hechos reconozco una tarea titánica que, por momentos (debo confesar) fue un desborde.
-Hablás allí de las coaliciones entre gays y lesbianas y luego con travestis, ¿podrías sintetizarlo?
El aprendizaje político de Carlos y su compromiso estratégico con los movimientos sociales fue evolucionando a través de sus años de activismo.
En 1984, Carlos se acerca al MAS porque en el partido había una corriente interna minoritaria volcada al análisis de la orientación sexual. Ahí trabajan gays y lesbianas, pero sin llegar a una trascendencia pública. Ningún otro partido estaba dispuesto a abrirle las puertas a la comunidad homosexual, incluso los organismos de derechos humanos eran más adversos.
En 1984, Carlos se acerca al MAS porque en el partido había una corriente interna minoritaria volcada al análisis de la orientación sexual. Ahí trabajan gays y lesbianas, pero sin llegar a una trascendencia pública. Ningún otro partido estaba dispuesto a abrirle las puertas a la comunidad homosexual, incluso los organismos de derechos humanos eran más adversos.
Las conversaciones con activistas e intelectuales que vivían en Estados Unidos y pasaban por Buenos Aires, las Marchas del Orgullo en otras partes del mundo, la llegada de los primeros textos queer, el encuentro en Chile Lésbico Gay de América Latina, en 1992, creo, que influyó mucho en Carlos y en su grupo para proponerse constituir un espacio más amplio. Eso los lleva a repensar el valor combativo del término Orgullo Gay, y a través de eso la importancia de las Marchas, como acontecimiento aglutinador por excelencia del mundo de las diversidades.
Ahí es cuando yo tomo contacto con él, en 1993, desde el partido El Frente por la Democracia Avanzada.Ese partido exploró el ambiente universitario, la posibilidad de la apertura al feminismo y las minorías sexuales. Y en ese camino se confluye con Gays DC ( la nueva agrupación, en 1991, de Carlos que fundó con Marcelo Ferreyra, César Cigliutti, Alejandro Modarelli, Gustavo Pecoraro, entre otras tantas figuras).
Entonces, resultó una exploración mutua, una manera de permeabilidad política entre izquierda democrática y los embrionarios impulsores del movimiento LGTT. Así se denominaba en mitad de los años noventa. En 1994, Gays DC preparó un proyecto de Unión Civil, entregado a Héctor Polino, diputado de la UnidadSocialista.
Entonces, resultó una exploración mutua, una manera de permeabilidad política entre izquierda democrática y los embrionarios impulsores del movimiento LGTT. Así se denominaba en mitad de los años noventa. En 1994, Gays DC preparó un proyecto de Unión Civil, entregado a Héctor Polino, diputado de la UnidadSocialista.
A partir de esa confluencia aprendemos todos yfuimos los primeros en la Argentina en colocar en la agenda política las demandas de las minorías sexuales junto con la despenalización del aborto. Por otra parte, si bien Carlos no había profundizado en la política feminista entendía claramente que sus aportes teóricos eran fundamentales.
Carlos Jáuregui, una biografía política
Mabel Bellucci
Si bien la reciente conquista del matrimonio de gays y de lesbianas convulsionó a nuestra sociedad, Orgullo. Carlos Jáuregui, una biografía política, editado por Emecé- Planeta, comencé a escribirlo en 2007.
A través de testimonios, documentos e imágenes, retomo a unprotagonista de la historia contemporánea como fue Jáuregui, uno de los fundadores y primer presidente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), entre 1984 a 1987. Con desvelo cumplió su cargo de la dirección durante cuatro años. Luego, en 1991, fue fundador de la agrupación Gays por los Derechos Civiles (Gays DC).
Sus años de activismo estuvieron marcados por su tenacidad en generar acciones dirigidas al reclamo de igualdad de derechos y de oportunidades para las minorías sexuales. Lejos de popularizar los detalles de una vida cuya intimidad conocí mucho menos que otros, me impulsó una lectura que considero clave: probar que con Carlos Jáuregui se inauguró y se cerró en la Argentina un perfil de activista de la diversidad sexual que tuvo como vector para el éxito no sólo la visibilidad mediática, que fue un hecho sustantivo, sino también y en la misma medida la capacidad de articular coaliciones con movimientos sociales, partidos políticos y sindicatos.
El género literario encontrado por mí que mejor cabe a nuestro paladín es el que yo llamo “biografía política”.Por mi intenso trabajo en los archivos, los documentos me llevaron a tomar caminos inesperados. Para decirlo con claridad: no quería escribir una biografía de Carlos Jáuregui, sino que él fuese una excusa, una caja de herramientas que le sirviese al activismo del presente para entender sobre el pasado de los movimientos que hoy integran.
Carlos Jáuregui, una biografía política resalta la importancia de su activismo, a partir de su condición gay, que lo llevó a articular coaliciones con los movimientos sociales en danza. Aquellos que configuraron la historia de la Argentina desde la postdictadura hasta mediado de los años noventa. Con la primera Marcha del Orgullo Lésbico-Gay, en 1992, la confluencia de gays y lesbianas amplió sus márgenes.Así se acrecentó el entramado político y sin más, confluyeron nuevas agrupaciones de travestis y transexuales. Eran los primeros pasos para la constitución del espacio Lésbico Gay Travesti Transexual en nuestro país.
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