viernes, 10 de junio de 2011

Hay que incluir la voz de Mumia

Entrevista a Mumia Abu-Jamal por Marlene Martin de la Campaña para Poner Fin a la Pena de Muerte (Campaign to End the Death Penalty)
Campaign against the Death Penalty 
Mumia Abu-Jamal probablemente es el preso con sentencia a muerte mejor conocido en Estados Unidos, tanto por la fuerte campaña para demostrar su inocencia y ganar su libertad, como por su propio papel en levantar la voz desde el corredor de la muerte por la justicia, no importa que el tema sea la pena capital, el racismo o las guerras injustas.
Pero algunos abolicionistas en EU sienten que la voz de Mumia “pone en peligro” nuestra oportunidad para ganar la abolición de la pena de muerte. Por eso intentaron prohibir que él se dirigiera a una reunión de abolicionistas en el IV Congreso Mundial contra la Pena de Muerte, celebrado en diciembre de 2009 en Ginebra, Suiza.  
Los integrantes estadounidenses del Comité Directivo del Congreso Mundial enviaron un “memo secreto” a los organizadores del Congreso, instándoles a excluir del evento la voz de Mumia, quien estaba programado para dirigirse a los participantes por teléfono. Alegaron que   “el involucramiento de Mumia Abu-Jamal pone en peligro la coalición estadounidense por la abolición de la pena de muerte”.
Cuando Mumia habló, un grupo de participantes estadounidenses se levantaron y salieron del salón.
En breve, su memo argumenta que Mumia atrae demasiada atención negativa de grupos como la Orden Fraternal de Policía, y por eso amenaza “el delicado equilibrio” que es necesario lograr con los oficiales que aplican la ley y con los fiscales, para poner fin a la pena de muerte.
Según el memo, “Las voces de los Inocentes, las voces de las Víctimas y las voces de losPolicías son los factores más persuasivos en cambiar la opinión pública y las opiniones de los políticos que toman las decisiones y los líderes mediáticos. El seguir con  poner de relieve a Abu-Jamal, quien ha tenido tanta atención pública durante tantos años, amenaza con enajenar a estos tres socios más importantes”.
Las y los firmantes del memo incluyen: Elizabeth Zitrin, Death Penalty Focus (Enfoque en la Pena de Muerte); Renny Cushing y Kate Lowenstein, Murder Victims’ Families for Human Rights (las Familias de Víctimas de Homicidio por los Derechos Humanos); Speedy Rice, National Association of Criminal Defense Lawyers (Asociación Nacional de los Abogados de Defensa); Kirstin Houle, Texas Coalition to Abolish the Death Penalty (Coalición Tejana para la Abolición de la Pena de Muerte); y Juan Matos de Juan, Puerto Rico Bar Association (Asociación de los Abogados Profesionales de Puerto Rico).
Un poco después de enterarnos del “memo secreto”, la Campaña para Poner Fin a la Pena de Muerte envió una cara abierta a la comunidad abolicionista en defensa de Mumia. (La pueden leer en inglés en:   www.nodeathpenalty.org .) Condenamos cualquier intento a excluir la voz de Mumia de nuestro movimiento, una voz que ha sido tan   clara, tan perspicaz y tan importante en ayudar a construir y darle forma al movimiento.  
Hasta la fecha ningún individuo o grupo que firmó el memo ha escrito una sola palabra sobre este incidente ––ninguna retractación, ninguna aclaración, ninguna explicación. Y ninguno de ellos estaba dispuesto a firmar la declaración respaldada por otros grupos e individuos titulada Defienden a Mumia.
Le escribí a   Mumia para conocer su reacción. A continuación se reproduce nuestro diálogo:
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MAJ: Les agradezco mucho por su maravilloso apoyo. Cuando me leyeron el memo, sentí una extraña mezcla de rabia e incredulidad. El documento dice volúmenes sobre el movimiento y por qué está tan moribundo. De nuevo, las élites blancas patrullan al movimiento, asegurando que no esté demasiado “radical” y que esté aceptable para el sistema. ¡Este no es un movimiento! ¡Es un retroceso!
MM: Cuando te enteraste de que un grupo de abolicionistas salieron de un Congreso para protestar tu llamada, ¿cuál fue tu reacción?
MAJ: Pues, yo no conocía a estos individuos, por eso no encontré el sentido en lo que hacían…
MM: ¿Los abolicionistas deben ser socios con la policía?
MAJ: No debemos tomar el papel de los abolicionistas a la ligera. Eran revolucionarios peleando contra una de las instituciones más ricas y poderosas en la sociedad americana: la esclavitud.
¿Sabes cuál grupo los abolicionistas de aquellos tiempos nunca se molestaron con reclutar? Los dueños de esclavos. Sabían que sería una pérdida de tiempo. El movimiento actual que usa el mismo nombre no ha aprendido esa lección de la historia.
No nos olvidemos cómo Lincoln odiaba a los abolicionistas con una pasión y los denigraba en sus discursos. El pensar en los policías de hoy como abolicionistas es tan absurdo como pensar en los propietarios de esclavos actuando en contra la fuente de su riqueza y estatus.
MM: El memo dice: “El apoyo de los policías es imprescindible para lograr la abolición en Estados Unidos”.
MAJ: Los abolicionistas deben estudiar con mucha profundidad la historia de sus antepasados y sacar las lecciones. Su historia es de lucha ––a veces impopular, siempre controvertida, pero socialmente transformadora. No pueden hacer tratos con el diablo y esperar otra cosa que el infierno.
MM: Para ganar la abolición, ¿debemos ser más prácticos y menos radicales? Es la implicación del memo.  
MAJ: Desgraciadamente el movimiento le hace eco a la historia aquí, porque después de que la Unión ganó en la Guerra Civil, los abolicionistas guardaron sus pancartas, callaron sus canciones y declararon la victoria. Al retirase, permitieron que la Reconstrucción fuera un tibio fracaso.
Cuando salieron del campo, esto permitió que los políticos traicionaran a millones de Africanos recién liberados, dejándolos a la merced de los ex Confederados, quienes lanzaron una campaña de terror contra ellos que duró durante todo un siglo.
Dijo Frederick Douglass: “Sin lucha, no hay avance.” No hubo lucha, y ¡adivina qué¡ ¡Tampoco hubo avance!
MM: ¿Qué es lo que los abolicionistas debemos hacer?
MAJ: Hay que asumir lo que veneramos, lo que recordamos. Que seamos abolicionistas fortalecidos por los aportes de nuestros antepasados, negros y blancos. Que luchemos para avanzar. Que construyamos el movimiento, haciéndolo más negro, más latino y más de la clase obrera. Que entendamos que los movimientos sociales cambian la historia.
MM: ¿Has recibido una disculpa de alguien que salió del Congreso en protesta?
MAJ: Ninguna disculpa (al menos que, como el memo, la guardaron como un secreto).
Versión impresa del intercambio original, tal y como apareció en el número de octubre 2010 de The New Abolitionist (La Nueva Abolicionista), el boletín de la Campaña para Poner Fin a la Pena de Muerte (Campaign To End The Death Penalty). www.nodeathpenalty.org

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