Donde se asegura que Gonzalo Fernández fue el “principal responsable” de una relación bilateral que entusiasmó a Washington: “Nuestro compromiso con esta administración izquierdista ha sido un éxito”.
Semanario Alternativas x Tito
WIKILEAKS: LOS CANCILLERES DE VÁZQUEZ SEGÚN EE.UU.
El gruñón y el amigo
Roberto Lopez Belloso (Brecha)
El Cablegate de Wikileaks tiene varios documentos dedicados a los cancilleres* del primer gobierno de izquierda. Reinaldo Gargano es presentado con hostilidad, mientras que se asegura que Gonzalo Fernández fue el “principal responsable” de una relación bilateral que entusiasmó a Washington: “Nuestro compromiso con esta administración izquierdista uruguaya ha sido un éxito”.
Un cable de la embajada de Estados Unidos en Montevideo, filtrado por Wikileaks, reveló que ese país consideraba a Gonzalo Fernández “un amigo de Estados Unidos”. La comunicación destaca que cuando Fernández asumió su cargo en el Palacio Santos, las relaciones entre ambos gobiernos “mejoraron inmediatamente”, aludiendo a la “enemistad” que en otros cables dijeron sentir de parte de su antecesor, el también socialista Reinaldo Gargano.
El documento refleja la versión de la embajada estadounidense del encuentro que el 17 de diciembre de 2009 mantuvieron Fernández (ya ministro de Defensa) y el jefe de Asuntos Latinoamericanos de la cancillería estadounidense, Arturo Valenzuela. “Como testamento de esa buena relación, Fernández recordó episodios como el trabajo conjunto en el compromiso sobre Cuba en la reunión de la oea de San Pedro de Sula, y en el empuje para sacar de la agenda de los jefes de Estado de la Unasur el acuerdo de cooperación entre Estados Unidos y Colombia,** en lo que él trabajó para ayudar a Estados Unidos.”
Los cables de Wikileaks sobre Uruguay correspondientes a 2009 y 2010, en poder de Brecha, abundan en ejemplos sobre cuán cómodo se encontraba Washington con Fernández. Y con el primer gobierno de izquierda en general. Por ejemplo, en un material confidencial de febrero de 2009 se indica: “Nuestro compromiso con esta administración izquierdista uruguaya ha sido un éxito. Continuaremos nuestra colaboración en los campos científico, económico, energético y asistencia a desastres, para reforzar esos logros”. La comunicación fue enviada a la Secretaría de Estado, a la Casa Blanca, a la Central de Inteligencia (cia) y a la oficina central de Seguridad Interior.
Con respecto a este y otros materiales del Cablegate debe recordarse lo que dijo en su momento el presidente del Frente Amplio, Jorge Brovetto, al ser consultado acerca de un cable que lo mencionaba: expresó que muchas veces los diplomáticos quieren hacer ver en sus comunicaciones que se ganaron el favor de un dirigente de izquierda, cuando eso no es necesariamente así (véase Brecha, 1-IV-11).
ALINEADOS CON BRASIL
Tres meses más tarde Fernández se reunió con su par de Estados Unidos, Hillary Clinton. En la preparación de ese encuentro de trabajo, Fernández le contó a una diplomática de la embajada estadounidense en Montevideo los temas que pensaba tratar con Clinton. Como todas las conversaciones de ese tipo, tuvo su correlato en una minuta confidencial enviada a Washington. En la misma se indica que Fernández pensaba “usar el encuentro para subrayar la excelente relación de Uruguay con Estados Unidos, y su deseo de que la misma se profundice y fortalezca bajo la administración Obama”.
Más allá de ese aspecto, que podría incluirse entre las lisonjas de uso, se agrega que “otro de los principales objetivos de Fernández es trasmitir claramente el mensaje de que Uruguay no está alineado ideológicamente con otros países que tienen relaciones difíciles con Estados Unidos, y que Uruguay está bien ubicado y bien dispuesto para ayudar con asuntos difíciles tales como Paraguay”.
Esa declaración de no alineamiento con el eje bolivariano no implicaba un alineamiento con Washington. En la Cumbre de las Américas que se celebraría inmediatamente en Trinidad y Tobago, “Uruguay se ceñirá a la línea de Brasil en cada asunto de políticas que esté en discusión, dijo Fernández”, según se reporta en el despacho. No obstante esto, Uruguay esperaba aprovechar la cercanía alfabética para una “interacción amistosa” entre Tabaré Vázquez y Barack Obama.
APOYO RECÍPROCO
La cercanía en la mesa parece que generó algunos diálogos informales entre Vázquez y Obama, según lo que Fernández le dijo a la encargada de Negocios de la embajada de Estados Unidos, Robin Matthewman. Esa interacción entre los mandatarios alimentó la esperanza de una visita de Obama a Uruguay en agosto de 2009. Al alejarse esa posibilidad, Fernández, esta vez en un diálogo con el encargado de asuntos políticos de la embajada, Alfred Schandlbauer, siguió trabajando para una cumbre bilateral. Ahora en ocasión de la presencia de Vázquez en la Asamblea General de Naciones Unidas, en Nueva York. La gestión no cayó en saco roto. Schandlbauer escribió a la Casa Blanca apoyando “fuertemente este pedido, ya que la visita puede ser crucial para reforzar la consistente asociación con Estados Unidos”.
Añadió que “el gobierno uruguayo de centroizquierda disfruta de considerable credibilidad regional y tiene roles de liderazgo en organizaciones multilaterales”. Para sostener su postura, Schandlbauer dijo que “bajo el liderazgo del presidente Vázquez, Uruguay ha sido un socio consistente y constructivo, una fuerza de estabilización en la región, y un aliado en un rango de discusiones internacionales de importancia estratégica”. Tal vez temeroso de que los mensajes de la embajada fueran a dormir el sueño de los justos en alguna carpeta virtual, el encargado de asuntos políticos no sólo lo clasificó como confidencial, sino que lo rotuló como “solicitud de instrucciones”.
EL GRUÑÓN
Muy diferente era la visión que tenían sobre el antecesor de Fernández. El histórico dirigente socialista Reinaldo Gargano nunca fue santo de la devoción de la embajada estadounidense. La hostilidad no deja de evidenciarse en cada oportunidad. Por ejemplo en un cable de febrero de 2009 en el que se informa a Washington que el intendente canario, Marcos Carámbula, emergió como el precandidato de un tercer polo en las internas del Frente Amplio. Como se recordará esa fue la primera decepción del senador socialista Daniel Martínez, quien luego también vería frustrada su candidatura a la Intendencia de Montevideo. En el cable, firmado por Robin Matthewman, se especula con que uno de los derrotados en esa oportunidad fue Gargano, quien quedó “gruñendo” ante la postergación de Martínez.
Matthewman parece regodearse en esa situación cuando recuerda, en el mismo párrafo, que el ex canciller “ha demostrado largamente su enemistad hacia Estados Unidos”. Muestra un Gargano “ausente” de la toma de decisiones, “sorprendido” por los hechos, enterándose “por reportes de prensa” de que los delegados socialistas habrían decidido aliviar la frustración de Martínez “garantizándole el lugar principal en las listas del partido”, lo que se traduce en la seguridad de “un asiento en el Senado uruguayo en la próxima legislatura”.
La diplomática anota que “como los socialistas tienen una política de equidad de género, el segundo lugar en sus listas es ocupado tradicionalmente por una mujer”. Y a renglón seguido remata la puntada: “esto implica que Gargano puede esperanzarse a lo sumo con el tercer lugar, lo que arroja dudas sobre su futuro en el Senado, donde ha estado desde 1986 (sólo con la interrupción de su designación como primer canciller del presidente Vázquez)”. Sólo le faltó agregar: se lo merece.
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* En este artículo no se hace referencia a Pedro Vaz, sucesor de Gonzalo Fernández en la cartera.
** Acuerdo de Cooperación en Defensa que levantó polvareda en su momento debido a que se lo interpretó como una posibilidad de instalar bases estadounidenses en Colombia.
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* En este artículo no se hace referencia a Pedro Vaz, sucesor de Gonzalo Fernández en la cartera.
** Acuerdo de Cooperación en Defensa que levantó polvareda en su momento debido a que se lo interpretó como una posibilidad de instalar bases estadounidenses en Colombia.
Fuente: COMCOSUR
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