Lealistas (Unionista probritánicos) responsables de la violencia en Belfast según la policía y Sinn Féin
Hoy hay más muros en Belfast que antes del alto el fuego de las organizaciones paramilitares (1994). Los ataques a los barrios católicos ha sido una constante en estos años por parte de los unionistas
Kaos. Internacional
La Policía responsabiliza a los lealistas de la violencia en Belfast Un fotógrafo resultó herido de bala en una pierna durante lo que se ha descrito como los peores incidentes en los últimos diez años en el norte de Irlanda, cuyo epicentro es Lower Newtownards Road, en el este de Belfast. Durante esta segunda noche de incidentes, más de cuatrocientos lealistas y nacionalistas se enfrentaron con piedras y bombas incendiarias en la zona limitrofe entre la barriada católica de Short Strand y la zona protestante.
Soledad GALIANA
GARA
El servicio de policía norirlandés PSNI ha apuntado a que miembros de la organización paramilitar UVF son los responsables de los incidentes, pero que el fotógrafo de Press Association Niall Carlson resultó herido por balas disparadas por un miembro de un grupo disidente republicano. El PSNI ha abierto una investigación para determinar si Carlson era el objetivo de los disparos, que el segundo en el mando de la policía, Alistair Finlay, describió como «un acto con intenciones asesinas».
El fotógrafo Peter Muhly, que presenció el tiroteo, relató cómo vio la pistola y aunque no estaba seguro de si el arma era real advirtió a sus compañeros. «Salimos corriendo, y oí cinco o seis disparos», relató Muhly. «Mi compañero gritó `me han dado, me han disparado'. Cuando me di la vuelta, pude ver que su pierta estaba mojada -asumí que era sangre-. La policía se hizo cargo de él allí mismo y se fue en una ambulancia».
El representante del sindicato de periodistas en Irlanda, Seamus Dooley, que conoce personalmente al fotógrafo herido, explicó que Carlson es «un fotógrafo extremadamente experimentado y nunca se pondría a sí mismo en peligro».
Los esfuerzos se centran ahora en intentar calmar los ánimos de ambas comunidades en el este de Belfast, exacerbados desde que en la noche del lunes grupos lealistas atacaran viviendas y negocios en la barriada nacionalista de Short Strand. Los actos violentos de los últimos días fueron condenados unánimamente por los miembros de todos los partidos representados en la Asamblea Legislativa de Belfast.
Marchas orangistas
Las razones no son claras, pero ya durante el fin de semana se produjeron confrontaciones entre grupos lealistas y la policía a la conclusión de una de las marchas orangistas que la comunidad protestante organiza durante los veranos.
Es precisamente la cercanía del 12 de julio, el día principal de demostración del orgullo protestante en el norte de Irlanda, una de las causas de preocupación, porque los incidentes podrían desbordar la capacidad policial.
El responsable policial Alistair Finlay acusó a los paramilitares lealistas del UVF de iniciar la confrontación con sus acciones. «El UVF en Belfast Este ha empezado esto, y no hay señal de que vayan a ponerle fin», acusaba Finlay.
Hasta ahora se ha producido tan solo la detención de una mujer acusada de posesión de un arma y ataque a un policía. Los oficiales del PSNI fueron atacados con bombas incendiarias, pintura y ladrillos. Dos hombres recibieron quemaduras y la policía descargo 66 balas de plástico durante los incidentes, durante los que usaron cañones de agua y helicópteros.
Durante la noche del lunes, dos personas resultaron heridas por disparos en las piernas durante un intercambio de disparos entre grupos nacionalistas y lealistas.
Short Strand, enclave católico blanco de la violencia lealista
Tristemente para los vecinos de Short Strand, la violencia no es algo nuevo, sino una realidad recurrente en su historia. Un pequeño enclave católico en el centro del lealista este de Belfast rodeado de los llamados «muros de la paz», las barreras de metal que aún separan físicamente las barriadas católicas y protestantes. De hecho, hoy hay más muros en Belfast que antes del alto el fuego de las organizaciones paramilitares en 1994. En 2002, Belfast Este sufrió los peores enfrentamientos en décadas. Los ataques contra Short Strand duraron entonces ocho meses. S.G.
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