Al cumplir 21 días, Ocupa Wall Street ha generado expresiones de protesta contra la desigualdad económica y el poder financiero en 45 de los 50 estados del país y se ha vuelto tema cotidiano en los medios masivos, en los pasillos del poder cupular y en las calles de decenas de ciudades.
“Somos 99 por ciento”, se escucha y se ve desde Tampa, Florida, a Portland, Oregón (donde, según algunos medios, marcharon 10 mil personas el jueves), y hoy montaron plantones y/o realizaron más marchas en San Diego, San Francisco, Minneapolis (donde se estableció una Plaza del Pueblo frente a la alcaldía), Tampa y Atlanta.
Ocupa Washington entró en su segundo día, con unos 300 realizando una asamblea general para definir agenda y acciones después de las marchas de ayer.
Según organizadores, hay iniciativas, reuniones y otras actividades relacionadas en 900 ciudades y pueblos.
Aquí en la Plaza Libertad, a un par de cuadras de Wall Street, el plantón que se estableció el 17 de septiembre continúa generando ecos en el ámbito nacional e internacional.
Aquí en la Plaza Libertad, a un par de cuadras de Wall Street, el plantón que se estableció el 17 de septiembre continúa generando ecos en el ámbito nacional e internacional.
Hoy unos 200 representantes de la comunidad haitiana de Nueva York cruzaron el puente Brooklyn y marcharon a la Plaza Libertad coreando “Ocupa Wall Street, no a Haití”. Fueron recibidos por un contingente de igual número de los ocupas, y juntos caminaron para llegar al plantón. “Los mismos banqueros y capitalistas que están llevando a los estadunidenses a la pobreza, a la deuda y (a dejarlos) sin techo han empobrecido a los haitianos durante décadas… la comunidad haitiana demostrará su solidaridad con los miles que se están levantando contra la avaricia y crisis capitalista”, declararon en su comunicado público.
Esta tarde, en el foro diario, manifestantes y simpatizantes escucharon a dos académicos griegos sobre el movimiento de resistencia contra la austeridad en Grecia.
Aquí siguen los estudiantes, ahora acompañados de sindicalistas, desempleados, profesionales, ambientalistas, veteranos de guerra, una brigada de abuelas por la paz, religiosos; un mosaico que cada día es más diverso. Se habla de una multitud de demandas y asuntos, y ante críticas de que no están planteando un programa de propuestas, afirman que hay muchas, pero que en esencia el punto es demostrar que “así es como se ve una democracia” -con la participación de todos. Uno reitera: “Estamos abriendo un espacio democrático en el ombligo de la bestia, Wall Street”.
Cada vez se unen más
Con la multiplicación de acciones en el contexto nacional y el apoyo de diversos sectores sociales continúa la dramática transformación de esta iniciativa, que al nacer estaba conformada casi exclusivamente de jóvenes blancos privilegiados. Ahora algunos ya llaman “movimiento” a este esfuerzo que empieza a aglutinar a los principales sindicatos y organizaciones sociales y comunitarias de todo tipo, elevando así su perfil como nueva expresión social en el panorama político nacional.
“Este movimiento de protesta, Ocupa Wall Street, contra la desigualdad económica y social ya ha aparecido en unos 45 estados”, reportó hoy el noticiero nacional de NBC News. En la Plaza Libertad, informó, no sólo cada día hay más organización, sino que han recibido decenas de miles de dólares en donaciones, además de ropa, alimento y más.
Para otros noticieros, el fenómeno es reportado muy seriamente, pero llega a ser cómico. Por ejemplo, en CNN, el subtítulo afirmaba: “Protestas de Wall Street estallan; expresan ira contra los sistemas financieros y políticos”. Mientras tanto, una locutora resume: “hay mucha gente enojada allá fuera”. Le pregunta a su reportera que está frente a la Plaza Libertad si ya es algo como la plaza Tahrir, en El Cairo. La reportera responde que eso está por verse, que podría ser. Aparentemente no se daban cuenta que eso implicaría que el movimiento llegaría a derrocar al gobierno.
Algunos de los analistas, comentaristas, académicos y estrategas políticos más reconocidos debaten si es el inicio de una expresión popular progresista como una especie de contraparte de la ultraconservadora Tea Party, si ayudará o dañará las perspectivas electorales de Barack Obama, si es una expresión”efectiva”, o si puede “detonar una revolución”. Por otro lado, los precandidatos presidenciales republicanos denuncian a Ocupa Wall Street como “peligroso”, por promover “la guerra de clases” y por ser “anticapitalista”, y por ello”antiamericana”.
El economista -premio Nobel- Paul Krugman escribió hoy en su columna del New York Times: “Algo está sucediendo aquí. Qué es, no está muy claro, pero podríamos, por fin, estar viendo el surgir de un movimiento popular que, a diferencia del Tea Party, está furioso con la gente indicada”. Agrega que “la acusación de los manifestantes de Wall Street como una fuerza destructiva, económica y políticamente, es completamente correcta”.
Krugman advierte que “ahora, con sindicatos y un número creciente de demócratas expresando por lo menos un apoyo calificado de los manifestantes, Ocupa Wall Street empieza a verse como un acto importante que eventualmente podría ser visto como un punto crítico”.
Krugman advierte que “ahora, con sindicatos y un número creciente de demócratas expresando por lo menos un apoyo calificado de los manifestantes, Ocupa Wall Street empieza a verse como un acto importante que eventualmente podría ser visto como un punto crítico”.
En Nueva York, algunos se quejan de la “incivilidad general” en la plaza, y el ruido de la incansable batucada, como dijo un ciudadano en el programa de radio de línea abierta con el alcalde Michael Bloomberg, miembro prominente del uno por ciento más rico del país. “Estamos tratando de manejar esto de una manera que no haga que el problema crezca y proteger los derechos de todos. No hay soluciones fáciles aquí, y sólo puedo decir que estamos trabajando en ello”. Aunque estaba hablando de la “molestia” física que causaba el plantón, igual podría haber estado hablando políticamente.
Pero al parecer, ya es demasiado tarde: “el problema” ya creció.
Pero al parecer, ya es demasiado tarde: “el problema” ya creció.
(Tomado de La Jornada)
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