Así, muchas exigencias del 15M en España tienen que ver con cómo se recauda y gasta el dinero público, pero la mayoría de las reivindicaciones tienen fondo y forma política: la cuestión financiera es secundaria, pues depende del modo en que se toman las decisiones políticas: ¿debe estar en manos de unos pocos millonarios -oligarcas y plutócratas- decidir qué se escribe en nuestra constitución, cómo se hipoteca a generaciones de ciudadanos, cómo pueden estos ciudadanos elegir el sistema de funcionamiento de su país, y la forma que adopta la democracia?

En Chile, las manifestaciones se han generado a partir de la exigencia de una educación verdaderamente pública, sin que esta reclamación surja como respuesta a ninguna nueva ley; los tiempos cambian, y de pronto parece que en todo el planeta se ha ganado consciencia de que el modo en que los de arriba se han aprovechado de los de abajo es insostenible, y de que esta tónica puede cambiarse; en Estados Unidos uno de los lemas que más se usa es precisamente “somos el 99%“, quienes nos manifestamos no somos parte del 1% del planeta que tiene más del 50% de la riqueza (que no sólo especula con bonos estatales, causando el daño que España ha podido probar, sino también con los alimentos básicos).

En Estados Unidos la respuesta política al movimiento #Occupy (Ocupa), que empezó en Wall Street y ya existe en todo el país (incluida la capital, Washington DC), ha sido mucho más rápida y agresiva que en España. Los Republicanos (el partido “conservador”, de Bush) los llaman terroristas, y el pánico político ha llevado a Obama primero a identificarse con ellos (como si fueran los radicales del partido democrata, supuestamente “progresistas”, como él) y luego a advertir del riesgo de que la crítica que ejercen los manifestantes se entienda como una crítica al sistema en su totalidad. Señores y señoras,es una crítica al sistema en su totalidad, pero no a la democracia, porque este sistema fallido que se critica y que ustedes llaman democracia, que no es lo que nos han enseñado en la escuela que significa la palabra etimológicamente: el gobierno del pueblo, por el  pueblo. La prensa, también, ha dado los mismos pasos en Estados Unidos que dio en España; primero, ignorar el movimiento, aunque la prensa extranjera ya lo estaba cubriendo. Cuando no fue posible ignorarlo, enredar sobre su peticiones y sus causas (no tienen agenda, son  mercenarios, etc).

Aquí, 15M ya no ha dejado de estar diariamente en la prensa, y ya no hace falta escrutar tanto si manipulan o no: intelectuales, jueces, premios nobeles y el defensor del pueblo -en cataluña- han ido dando la razón a este movimiento pacífico y reivindicativo que ha abrazado muchas causas en su denuncia de una democracia de cartón piedra y un sistema político tramposo. Ahora, es Europa. Por Europa, a los griegos los han dejado sin país. Están en estado de shock, pero las noticias no nos enseñan diariamente las batallas diarias que se dan entre la policía y los funcionarios que no cobran su salario, los pensionistas que no cobran su pensión, o los parados que no cobran subsidio, los enfermos que no pueden recibir asistencia sanitaria, etc etc. Europa es una excusa que viene tan a mano a nuestros políticos hoy como siempre les ha venido la difusa separación entre estado y autonomías: quién gasta qué, quién paga qué.

Pero en nuestro país PP y PSOE han gobernado a la vez, siempre, los últimos 30 años: PSOE y PP, IU, CIU y PNV, han sido responsables de cómo se construía riqueza o no en este país, de cómo se legislaba, y siguen siendo responsables: aunque ahora responsabilicen automáticamente al otro y nos enreden en sus trampas.
¿Catalunya contra Andalucía, Durán? Que no nos engañen, esto no va de catalanes contra extremeños, sino de los de arriba contra los de abajo. Y los de arriba, esos millonarios, están en Valencia y enMadrid, en Bruselas y en Washington, en Wall Street, en el FMI y la Reserva Federal, y en el BancoCentral Europeo, y en los bancos de fuera y en los de casa, en la CAM, en el Santander. Nuestras cortes y nuestras urnas electorales son sólo otras sucursales bancarias. Lo mismo a nivelinternacional: sin preguntarnos, nuestro gobierno no sólo ha cambiado la constitución como quien cambia la toalla sucia del baño, sino que nos ha metido en un escudo antimisiles:  ¡Queremos que nos pregunten, queremos responder, queremos decidir!
El 15 de octubre, el mundo sale a la calle!