La Cámara de Diputados aprobó anoche en primera lectura, con un leve y poco elocuente intento de debate, el proyecto de presupuesto y ley de gastos públicos para el 2012. Ya los senadores habían dado su visto bueno, sin ningún criterio de revisión crítica y desprendiéndose de la facultad de supervisar los actos del Poder Ejecutivo.
Son muchas las críticas que se pueden formular a la pieza. Son muchas las observaciones que han presentado los técnicos y economistas, en especial el licenciado Nelson Suárez, quien ha puesto al desnudo las falencias de la pieza legislativa sancionada audazmente por los legisladores.
Se trata de un presupuesto subvaluado en los ingresos,con un déficit superior a los 41 mil millones de pesos, y violentando numerosas leyes que especializan fondos para sectores específicos, como la justicia y la educación, en las que los legisladores, presentes y del pasado, han querido dejar constancia de su interés de que haya recursos para esas áreas.
El Presupuesto Nacional es un instrumento de desarrollo. Es una de las expresiones más claras de las políticas públicas. Aunque los funcionarios hablen y se desgañiten ofreciendo villas y castillas, si no se destinan recursos en el presupuesto no hay expresión real de que se hará nada de parte del gobierno.
Si la frontera necesita inversión pública, si es necesario fortalecer la vigilancia para impedir que más indocumentados haitianos lleguen al país, eso tiene una correlación directa con la cantidad de dinero que el gobierno destine para la zona frontera. Si no hay fondos, no habrá política de protección y de vigilancia de frontera.
Lo mismo ocurre con la seguridad ciudadana. Es el presupuesto público el que determina si los agentes policiales recibirán mejores salarios, si habrá más equipamiento para la Policía Nacional, si habrá alumbrado eléctrico para los barrios donde hay más violencia nocturna.
Y es la misma historia para el sector educativo. El país entero se ha expresado a favor del cumplimiento de la ley general de educación, 66-97, que especializa el 4% del PIB para el sector educativo. Si no es en el presupuesto que se expresa esa política, entonces se trata de una gran mentira.
Una vez, cuando el congreso era dominado por el Partido Revolucionario Dominicano, Leonel Fernández habló de la dictadura de la mayoría en el Congreso. Esa dictadura de la mayoría que Leonel Fernández denunció entonces es la misma que actúa hoy para cerrar el paso al 4% para educación, al conseguir que un congreso sin criterio actúe de acuerdo con sus deseos como presidente.
Pocas veces habíamos visto en el país un caso tan patético de renuncia de una responsabilidad como la hemos visto con el Congreso Nacional controlado por el PLD. Ha sido una negación palmaria de la voluntad popular expresada por otros medios distintos a las elecciones. En las calles, la gente ha salido indignada a solicitar que se destinen más fondos para la educación.
A propósito del debate de este martes en la Cámara de Diputados, la Coalición para una Educación Digna, dio a conocer lo siguiente:
Exigiendo 4% para una Educación Digna.
Diciéndoles a los y las diputadas que están en ese cargo hoy en día, que fue este pueblo que lucha quien los puso ahí para que sean los que representen a una población que simplemente está exigiendo un derecho que es la Ley hace 14 años. Que se les paga para que trabajen CUMPLIENDO LA LEY.
Que el futuro de este pueblo está lleno de esperanzas, que está urgido de acciones para el bien del país y que este no puede, ni debe ser manejado por 183 títeres.
Ya los senadores demostraron que no nos representan, aprobando un presupuesto en dos minutos sin siquiera leerlo.
Hoy seguiremos aquí y les esperamos, que tú -si estás cerca-, te acerques, dando un paso hacia el Congreso ahora, para que veamos en nuestra pizarra de los diputados cuál de ellos tiene escrúpulos y un poco de conciencia colectiva para decir NO a un presupuesto que es ilegal constitucionalmente.
Quienes deseen pueden pasar la noche con nosotros. Quienes no puedan se quedan con nosotros hasta que puedan.
Acordándoles que pase lo que pase el pueblo sigue en pie. LA LUCHA SIGUE, porque cada paso nos acerca, porque tenemos claro que un pueblo sin educación es igual a nada.
Coalición Educación Digna
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